Para Óscar Gutiérrez Rubio, más conocido como Rey Mysterio, el hombre que abrió el camino a luchadores como él, de estatura baja y poco peso frente a los “gigantes” luchadores de la WWE está “orgulloso” de haber renovado su contrato con esta franquicia estadounidense que tiene millones de seguidores en todo el mundo, entre ellos una mayoría de niños.
Y es que en este espectáculo Rey Mysterio se siente como en su “casa”, y “espero que ellos también me sientan como un hijo”, explicó en un tono que denota su carácter familiar.
Hasta el punto de que en una nueva serie de animación en la que superestrellas de la WWE interpretan un tipo de trabajo que podrían tener fuera del ring -John Cena es un mecánico y Alberto del Río es un camarero- él asegura que aceptaría cualquier tipo de papel, porque es un “amo de casa”.
“Mi madre nos educó en eso desde chiquitos; yo era el hermano menor de cuatro. Cada uno teníamos un quehacer en la casa, y a mí me tocaba limpiar los baños y aspirar, y cuando comía también tenía que fregar y secar los platos”, explica el luchador, nacido en San Diego hace 39 años.
Ahora se pega de lo lindo con personajes como Randy Orton, campeón de la WWE; John Cena, campeón de los pesos pesados; Curtis Axel, campeón Intercontinental; Dean Ambrose, campeón de Estados Unidos; y Cody Rhodes y Goldust, campeones por parejas, que defienden sus títulos frente a él y otras estrellas como Dwayne “The Rock” Johnson (conocido por sus papeles en Hollywood como la saga Fast & Furious), Sheamus, Undertaker o Triple H.
Un espectáculo familiar pero “en el que los golpes duelen de verdad”, asegura este especialista en acrobacias aéreas.
Regresa después de dos años retirado tras una lesión y explica que su entrenamiento es ahora “básico, cardiovascular y de circuito”, además de mantener la “agilidad y resistencia” de sus piernas con una “terapia específica”.
Se entrena como un deportista, porque así se siente cuando sale a un pabellón que muchas veces se reúnen hasta 70,000 espectadores.
La parte de entretenimiento de la lucha americana viene cuando el luchador toma el micrófono “y se explica el personaje o la historia” que dará pie a la sucesión de carreras, golpes y llaves.
“Cuando entro al ring me siento como un deportista, no como un actor”, asegura este luchador, uno de los primeros en lucir sus coloridas máscaras en la WWE,
“Cuando iba entrar en al lucha americana, hace 13 años, estaba listo par hacerlo sin máscara, incluso me había preparado una vestimenta al estilo gladiador, pero una semana antes de debutar me dijeron que Rey Mysterio tenía que llevar máscara”, explica sobre sus orígenes, orgulloso de haber continuado la tradición de su tío, Rey Mysterio Sr.
La máscara, que se quita en escasas ocasiones en público, se ha convertido ya en un elemento “muy importante de la mercadotecnia” que mueve este espectáculo, explica el luchador, que debutó a los 14 años en Tijuana (México).
Y es que de los millones de espectadores que siguen la WWE en todo el mundo, el 37 por ciento tienen edades comprendidas entre los 8 y los 17 años; un 23 por ciento de 18 a 24; un 21 por ciento de 25 a 34 y un 14 por ciento de 35 a 49 años.
Para él es importante poder dar ejemplo a los niños para que “puedan ver que, a pesar de ser de baja estatura y bajo peso”, se puede luchar, al tiempo que le agrada que se aproximen a él con “una buena conexión” producto de la cercanía que les da su físico.
Además, el programa de lucha libre profesional “Raw” lidera el ránking como el programa de cable más visto en Estados Unidos y el más longevo de la historia de la televisión americana con más de 1,000 emisiones, según datos de la franquicia.
Los fans pueden seguir todo los que pasa en la WWE gracias a las webs que tiene en 17 países como España, Austria, Bélgica, Francia, Suiza, Alemania, India, China, Japón o Rusia, que registran 11.1 millones de usuarios únicos y 26.4 millones de visitas cada mes.
La WWE cuenta con una aplicación para móvil donde los seguidores del wrestling pueden informarse de todas las novedades. La aplicación logró un millón de descargas en sus primeros 10 días y, hasta el momento, lleva casi 4.5 millones de descargas.
El “merchandising” de la WWE cuenta con más de 130 licencias distribuidas en 85 países y en 2011 recaudó la suculenta cifra de 10.000 millones de dólares, al margen de los 57 millones de videojuegos que se vendieron en 2012.
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