Skip to content
Mariely Adame Villalva es una joven universitaria de Riverside, indocumentada, que narra su proceso al solicitar la Acción Diferida.
Mariely Adame Villalva es una joven universitaria de Riverside, indocumentada, que narra su proceso al solicitar la Acción Diferida.
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Semana 11. El martes, 6 de noviembre, fue exactamente cinco semanas (desde que me tomé las huellas digitales) que tengo esperando una respuesta de las oficinas de USCIS. No tengo más remedio que seguir esperando pacientemente…

Cuando llegué a la escuela el martes, el campus estaba lleno de voluntarios ayudando a los alumnos a darse prisa y votar por su candidato favorito. Desde todos los rincones estudiantes hacían cola esperando ansiosamente para votar. Otros estaban sonriendo hacia la cámara apuntando a sus calcomanías que decían “Yo voté” después de registrar su voto.

Y yo, bueno, yo seguía caminando con la cabeza agachada, tratando de evitar a los voluntarios para que no se me acercaran.

Aunque he estado viviendo en los Estados Unidos toda mi vida, no soy elegible para votar.

En mi punto de vista la votación se ha convertido en otra forma de privar importantes derechos a los Soñadores. En última instancia, nuestras voces no cuentan a la hora de decidir quién puede gobernar nuestro país.

Es comprensible que el voto es para ciudadanos de Estados Unidos, pero me siento más americana que los que tienen el privilegio de votar y no lo hacen.

A veces no sé qué responder o cómo explicar mi situación a las personas que me preguntan si he votado.

Me encontré con una situación con un desconocido que me preguntó si me había inscrito para votar. Después de suplicar continuamente para que votara, le respondí con una cara desilusionada que no podía.

Mi punto aquí no es para quejarme acerca de la votación. Por el contrario, es para hacer ver la ignorancia que muchas personas tienen hacia los Soñadores.

La gente no parece entender que no es sólo una lucha de dinero. Se trata de una lucha por los derechos humanos; el derecho a sentirse aceptados en un país construído entre “igualdad”.

En el país que nos ha visto crecer.

Por esa razón, seguiré mostrando mi lucha contra la ignorancia.

Porque yo soy como tú, como él, como ella. Como todos.

Es un proceso largo, pero no estoy esperando a que pase la tormenta, voy a seguir luchando superando mis pagos costosos para la escuela por mi cuenta.

Esperaré pacientmente hasta que reciba la notificación y buena noticia de mi aprobación para trabajar.

Nota de la editora asistente: Mariely Adame Villalva estará narrando – exclusivamente para La Prensa – su proceso al solicitar la Acción Diferida. La Prensa será el “diario” de Adame. Siga su historia cada viernes en La Prensa; en www.laprensaenlinea.com; Facebook: La Prensa del Inland Empire o en Twitter: @LaPrensaSoCal.