Obtener suficiente vitamina C podría reducir el riesgo de sufrir una forma mortal de accidente cerebrovascular, según un nuevo estudio realizado en Francia.
El estudio aún no ha sido publicado en una revista especializada, pero estará siendo destacado en la reunión anual de la Academia Americana de Neurología, a celebrarse en abril en Filadelfia.
El estudio dice que el consumo de alimentos que contienen vitamina C – que incluye naranjas, fresas, brócoli y pimientos – resulta en un menor riesgo de accidente cerebrovascular hemorrágico intracerebral, en el que un vaso sanguíneo en el interior del cerebro se rompe. Éste es más raro que la otra forma común de accidente cerebrovascular, cardiopatía isquémica (en la que un coágulo bloquea el flujo de sangre al cerebro), pero a menudo es más mortal.
El estudio, realizado en el Hospital Universitario Pontchaillou de Rennes, Francia, encontró que los sujetos que tuvieron deficiencia de vitamina C eran más vulnerables a un accidente cerebrovascular hemorrágico.
Los hombres necesitan unos 90 miligramos de la vitamina por día, mientras que las mujeres necesitan alrededor de 75. Una naranja de tamaño mediano tiene alrededor de 70 miligramos.
Otro estudio de accidentes cerebrovasculares que se presentará en la conferencia, esta vez realizado en la UCLA, examinó la “hora dorada”, el periodo después de un derrame cerebral en el que es crucial recibir atención médica inmediata para prevenir la muerte o daño cerebral a largo plazo.
El estudio encontró que dar a los pacientes magnesio durante esa hora no reduce la discapacidad. Pero los autores se sintieron alentados por la infraestructura necesaria para que los paramédicos den algún tipo de medicación a los pacientes antes de que lleguen al hospital. Ahora, los investigadores tienen que encontrar una medicina que funcione en esas situaciones.
LA SOLEDAD ES PELIGROSA
Retirarse a un clima más cálido, no necesariamente lo hará más feliz y más sano por sí solo. La conexión con otras personas, dondequiera que se encuentre, es una clave para una mejor salud, según un nuevo estudio.
La investigación, que fue dado a conocer la semana pasada en la reunión anual de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia en Chicago, encontró que la soledad persistente puede aumentar las posibilidades de una muerte prematura en un 14 por ciento.
El estudio se centró en las encuestas de más de 2,100 jubilados mayores de 55 años, y encontró que el aislamiento puede conducir a una variedad de problemas, desde no dormir lo suficiente a la presión arterial elevada.
John Cacioppo, director del Centro para la Neurociencia Cognitiva y Social de la Universidad de Chicago, dijo a USA Today que retirarse a un lugar cálido “no es necesariamente una hoja de ruta a la felicidad, si eso significa perder las relaciones que desarrolló durante toda la vida”.
