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Esta foto sin fecha muestra a Adrian Castro, alumno de último año en la Preparatoria El Monte. Castro fue uno de las 10 personas que murieron en el accidente entre un camión de FedEx y el autobús que los transportaba a la Universidad Estatal Humboldt, el jueves, 10 de abril 2014.
Esta foto sin fecha muestra a Adrian Castro, alumno de último año en la Preparatoria El Monte. Castro fue uno de las 10 personas que murieron en el accidente entre un camión de FedEx y el autobús que los transportaba a la Universidad Estatal Humboldt, el jueves, 10 de abril 2014.
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EL MONTE Visiblemente angustiadas y como deseando estar en medio de una pesadilla, Erika Crespo y Amber Rodríguez, ambas de 18 años de edad, acudieron la tarde del viernes, 11 de abril a una vigilia en honor del joven Adrián Castro, uno de diez víctimas del accidente de tránsito de Orland.

Ambas jóvenes describieron a Castro como “chistoso”, “cariñoso”, “respetuoso”, “amiguero”, y “bueno para escuela” momentos antes de encender una veladora en su honor – cerca de las mismas puertas de la Preparatoria El Monte de donde se hubiera graduado en junio próximo.

“En tres semanas es nuestro baile de graduación y Adrián estaba muy emocionado. Estaba muy contento de que por fin se graduaría e iría a la universidad de sus sueños”, comentó Crespo.

La universidad de sus sueños era la Universidad Estatal Humboldt a la cual ya había sido aceptado pero que nunca conoció. Castro iba rumbo al plantel en el autobús que fue impactado por un camión de carga de la empresa FedEx, resultando en su muerte y la de nueve personas más.

Otro compañero de escuela, Miguel Ángel Murillo, de 17 años de edad, describió a Castro como todo un “león” en el campo de fútbol americano y como una persona noble y respetuosa con sus mayores. Y es que Castro fungió como mariscal de campo del equipo de fútbol americano y como segunda base del equipo de béisbol. Él siempre defendió los colores de la escuela con garra y dedicación, dijo Murillo.

“Pues aún estamos en shock, no lo podemos creer que una persona tan joven y con tanto futuro por delante haya muerto. Es muy triste”, añadió Murillo.

Aficionado a los tatuajes y órbitas en las orejas, Castro deseaba convertirse en un especialista en kinesiología, pero antes tenía planeado acudir al baile de graduación y a la ceremonia pactada para el 12 de junio, que ahora tendrá una silla vacía.