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La exposición "Adios a las armas. Contrabando en las fronteras", en el Museo de Tolerancia en Ciudad de México. La exposición debutará en Washington D.C. en agosto.
La exposición “Adios a las armas. Contrabando en las fronteras”, en el Museo de Tolerancia en Ciudad de México. La exposición debutará en Washington D.C. en agosto.
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MÉXICO La imagen de un grupo de niños originarios de la fronteriza ciudad de Tijuana, que durante el Día del Ejército juegan desinhibidos con un arma larga como si se tratara de un palo para romper una piñata, resulta escalofriante.

En la misma sala del Museo Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México también yacen fotografías de cuernos de chivo (AK 47), el arma con la que se ha provocado más muertes en la historia de la humanidad; así como del Barrett M82, un fusil de alto poder usado por el ejército estadounidense en guerras, capaz de perforar el blindaje más fuerte de vehículos aéreos y terrestres.

Estas crudas imágenes forman parte de la exposición fotográfica “Adiós a las armas. Contrabando en las fronteras”, una narración planteada por las voces que reclaman el impacto del tráfico de armas de Estados Unidos a Latinoamérica, y que llegará al Congreso de Estados Unidos en Washington en agosto.

Sergio Aguayo, presidente de la organización ciudadana Alianza Cívica e impulsor de la muestra, dijo a The Associated Press que la exposición llegará al Congreso estadounidense apoyada por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) y Global Exchange, ambas instancias defensoras de los derechos humanos, a fin de extender su labor de concientizar sobre las implicaciones que el tráfico de armas tiene en México.

“Esta exposición es un largo proyecto de sensibilización y capacitación de un sector de la sociedad mexicana sobre el tema del tráfico de armas, que aparentemente es lo más superficial del problema, pero que tiene como trasfondo toda una cultura de la violencia”, explicó Aguayo en una entrevista reciente.

Conformada por unas 30 fotografías, la muestra reúne el trabajo de los fotoperiodistas mexicanos Guillermo Arias, Octavio Nava, Nicolás Tavira, Octavio Hoyos, Mónica González, David Jaramillo, Francisco Mata y Gustavo Durán, e incorpora obras del artista plástico filipino Eduardo Olbés y video e imágenes del realizador hispano-francés Christian Poveda, asesinado en El Salvador antes del estreno de su documental “La vida loca”, en 2009.

La exposición es el resultado de un esfuerzo por parte de instituciones públicas y privadas en México como el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes, Alianza Cívica y el Museo Memoria y Tolerancia. Este último foro resguarda la exhibición desde noviembre pasado, hasta el domingo pasado.

El activista señaló que la iniciativa de llevar “Adiós a las armas. Contrabando en las fronteras” a Washington es una de las tareas en las que Alianza Cívica trabaja junto con WOLA y Global Exchange.

“La exposición forma parte de un proyecto más amplio basado en la construcción de una cultura de la paz”, indicó el también catedrático. “Lo más importante es empezar a trabajar en un proyecto que parte del punto de que estamos ante una guerra de larga duración (la guerra contra en narcotráfico) y aunque uno de sus ingredientes fundamentales es el contrabando de armas, no es el único”, agregó.

De acuerdo con un informe presentado en 2011 por el Centro Regional de las Naciones Unidas para la Paz, el Desarme y el Desarrollo en América Latina y el Caribe, en Latinoamérica y el Caribe hay 80 millones de armas, la mayoría procedentes de Estados Unidos.

El periódico mexicano Milenio publicó recientemente que, hasta 2009, las autoridades mexicanas habían decomisado más de 35,000 armas, entre largas y granadas, así como más de 4 millones de cartuchos.

Aguayo destacó que el tema del contrabando de armas unifica a una buena parte de la población mexicana y el Gobierno Federal, y dijo que urge que las sociedades de ambos países tomen conciencia del origen de la guerra contra el narcotráfico en México, que ha dejado más de 50,000 muertes en el país, según cifras reveladas por funcionarios mexicanos.

El también investigador indicó que, además de la réplica que se llevará al Congreso estadounidense, la muestra contará con una versión itinerante que acompañará a la Caravana por la Paz, encabezada por Javier Sicilia a través del Movimiento por la Paz, que el poeta mexicano formó hace un año tras la muerte de su hijo Juan Francisco a manos del crimen organizado para exigir al gobierno del presidente Barack Obama que frene el paso ilegal de armas a México.

La exposición ya tuvo una primera edición itinerante que llegó en marzo a la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y ahora se busca llevarla a otras ciudades del país.

Aguayo dijo que aunque la exposición persigue un interés informativo, su objetivo también es rendir homenaje a los fotoperiodistas y reconocer su trabajo en el tema, por lo que se decidió abrir una convocatoria a nivel nacional para que inscribieran su material.

El ex colaborador de AP Guillermo Arias, cuya fotografía titulada “Cuerpo de un presunto traficante de drogas” forma parte de la muestra y por la cual en 2009 recibió una mención honorífica en la World Press Photo, contó que quiso participar para ayudar a sensibilizar a la sociedad sobre el tema de las víctimas del narcotráfico y el crimen organizado.

“Creo firmemente que como fotoperiodistas, nuestro deber es apoyar y más los que estamos trabajando estas historias, sobre las víctimas del narco y el crimen organizado. Aquí (en la muestra) no hay dinero de por medio, pero hay muchas ganas de mandar un mensaje: mientras haya dinero, armas, drogas, todos pierden”, dijo Arias.

En Internet:

www.memoriay

tolerancia.org/