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LA HABANA.- Por primera vez en 55 años se construirá en Cuba un templo católico, el cual estará financiado con apoyo de feligreses que viven en Estados Unidos, informó el boletín dominical de la iglesia católica de la isla.

“Será en el Municipio de Sandino, en la Provincia de Pinar del Río”, especificó en una breve nota el boletín dominical “Vida Cristiana” que se distribuye a los fieles asistentes a las misas de los fines de semana. “Esto será posible gracias a la colaboración de la parroquia San Lorenzo en Tampa, en Estados Unidos compuesta en gran parte por fieles cubanos”, agregó.

Creado a comienzo de los años 60 del siglo pasado, Sandino es un municipio que cuenta con unos 37.000 habitantes en extremo occidental de la isla, una zona dedicada principalmente a plantaciones citrícolas y tabaqueras.

La nueva parroquia tendrá capacidad para 200 personas y ocupará un área de unos 800 metros cuadrados, explicó el boletín al indicar además que su titular será el padre Cirilo Castro.

Sandino fue poblado al comienzo del proceso revolucionario cubano por campesinos que eran trasladados de las serranías del Escambray, en el centro del país y a los cuales se acusó de colaborar con los grupos anticastristas que instalaron una guerrilla contrarrevolucionaria para derrocar al líder Fidel Castro.

“El lugar es completamente aislado, por eso se los llevó a esa región”, explicó en entrevista telefónica a la AP, Enrique López Oliva, profesor de historia de religiones de la Universidad de La Habana. “Aquí no existía templo”.

“La construcción de un templo es una clara muestra de una nueva fase, del mejoramiento de las relaciones entre la iglesia y el Estado”, indicó López Oliva.

Aunque Cuba es un país de tradición católica, esta religión no es mayoritaria en la isla, donde predominan la santería y otras que sincretizan las creencias traídas por los conquistadores españoles con aquella que aportaron los esclavos africanos.

Sin embargo, la Iglesia Católica fue un factor de poder importante antes del triunfo de la revolución de 1959 y tuvo una mala relación con los líderes rebeldes.

La Iglesia Católica fue además la promotora de la Operación “Peter Pan”, organizada por la inteligencia estadounidense y por la cual miles de niños cubanos fueron sacados de la isla en los 60 –con el consentimiento de sus padres creyentes– bajo el argumento que los revolucionarios comunistas les quitarían la patria potestad.

Cuba además persiguió a muchos fieles –no solo católicos– y se decretó un estado ateo.

Sin embargo, a comienzo de la década de los 90, el presidente Castro promovió un diálogo con las denominaciones religiosas y se produjo una apertura que incluso propició el viaje de dos papas a la isla, Juan Pablo II y Benedicto XVI.

De todas maneras, la iglesia católica suele reclamar que no tiene espacio para la educación religiosa, las acciones de caridad o el suficiente acceso a los medios de comunicación.