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  • Carrie Cimperman, acupunturista certificada, usa fuego para sacar el aire...

    Carrie Cimperman, acupunturista certificada, usa fuego para sacar el aire de una ventosa, como parte de la terapia de ventosas que le dio a David Charity, de Temecula.

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    Carrie Cimperman, acupunturista certificada, usa fuego para sacar el aire de una ventosa, como parte de la terapia de ventosas que le dio a David Charity, de Temecula.

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    Carrie Cimperman, acupunturista certificada, usa fuego para sacar el aire de una ventosa, como parte de la terapia de ventosas que le dio a David Charity, de Temecula.

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Jeanne Talpash se sintió avergonzada y horrorizada a principios de este año, cuando una terapia de relajación de músculos, conocida como ventosa terapia, conocida come cupping en inglés, le dejó dos círculos morados en la parte posterior del hombro a su hija adolescente.

“Pensé: ‘¿Cómo podré explicarles a las personas esas cosas que parecen chupetones?’”, dijo Talpash, sobre las manchas distintivas en su hija de 17 años, Allyson Talpash.

Pero desde que los cuerpos musculosos de los atletas olímpicos estadounidenses, el nadador Michael Phelps y el gimnasta Alexander Naddour, hacen alarde de esos lunares idénticos, la mortificación de Talpash se ha transformado en casi orgullo.

“No sabía que todos esos atletas de clase mundial lo practicaban”, dijo.

Allyson, corredora en la secundaria Great Oak High School, en Temecula, ha estado recibiendo tratamientos con ventosas en Temecula Acupuncture, por los últimos ocho meses, en combinación con la acupuntura.

“A ella le encanta”, dijo Jeanne Talpash. “Le ayuda a relajar los músculos tensos en sus caderas y los hombros y controla el dolor”.

Los practicantes de esta técnica de curación china de 3,500 años, utilizan el calor o bomba de aire que colocan en ventosas de vidrio, plástico o bambú en partes del cuerpo sensibles o adoloridas, para crear un vacío entre la ventosa y la piel. Por lo general, la succión dura unos pocos minutos, y eleva la piel ligeramente del músculo, lo que crea lo que se conoce como “beso de ventosa”.

Por lo general, se combina con otras terapias alternativas como la acupuntura o masajes. La terapia con ventosas se considera como un tratamiento para el dolor de espalda, la fibromialgia, síndrome de túnel carpiano y el dolor crónico de cuello, entre una multitud de otras dolencias y enfermedades. Los tratamientos individuales con ventosas pueden variar desde $20 a $50, pero podrían llegar hasta $80 por sesión, si se combina con otros tratamientos. Supuestamente, el tratamiento con ventosas ayuda a aliviar el dolor y la rigidez inmediatamente.

Katherine Cheon, propietaria de “Healing Tree Acupuncture & Wellness Center”, en Riverside, dijo que personaliza su terapia con ventosas y normalmente lo combina con otras modalidades para hacer frente a la presión arterial alta e incluso la infertilidad.

El Dr. Reid Blackwelder, expresidente de la Academia Estadounidense de Médicos de Medicina Familiar, dijo que debido a que el proceso extrae sangre de los vasos sanguíneos y en el tejido, la terapia con ventosas es una “inflamación estéril”. El cuerpo reacciona como si se hubiera lesionado, dijo, por lo que inicia la movilización de anticuerpos a la zona para tratar de curarla.

Los atletas como Phelps juran que la terapia con ventosas los protege de lesiones y acelera la recuperación.

Los escépticos dicen que debido a que son escasos los estudios que respalden estas afirmaciones, los defensores de la terapia con ventosas podrían estarse beneficiando de un efecto psicológico y placebo.

“La evidencia científica disponible no respalda a la terapia con ventosas, como una cura para el cáncer o cualquier otra enfermedad”, afirma la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer. “Los informes sobre el éxito del tratamiento con ventosas son puramente anecdóticas, y no a partir de estudios de investigación”.

Blackwelder no utiliza la terapia con ventosas en su clínica y continúa con dudas. Existen muy pocos estudios que comprueben que conlleva a la curación, explicó.

David Gorski, investigador y profesor asociado de cirugía en la Facultad de Medicina de la Universidad Estatal Wayne en Michigan, criticó a la terapia con ventosas bajo su seudónimo, Orac, en un blog de medicina basada en la ciencia con el título: “Gracias, Michael Phelps, por darle glamour a la charlatanería de la terapia con ventosas”.

Gorski escribió: “Por supuesto que las celebridades deportivas no son una fuente de información sanitaria fiable…Los atletas tienen una tendencia preocupante por aceptar la pseudociencia, siempre y cuando ellos crean que les puede dar una ventaja”.

No obstante, desde que la terapia con ventosas empezó a acaparar titulares en Río de Janeiro, los practicantes informaron de una ola de interés. Randy Heaps, un educador por todo el mundo sobre la terapia con ventosas por 12 años y propietario de Deep Massage Therapy, en Rancho Cucamonga, dijo que ha recibido probablemente 100 solicitudes de terapia con ventosas a través de llamadas, mensajes de texto y correos electrónicos.

“Lo incorporo en todos los masajes”, dijo Heaps.

Afirma que la terapia con ventosas incluso calma los temblores en los pacientes que padecen de Parkinson severo.

Carrie Cimperman, propietaria de Temecula Acupunture, dijo que no es seguro dejar las ventosas estacionarias en los pacientes durante más de 20 minutos. Ella también limita el número de ventosas que aplica en cada sesión a 12.

Trish y David Charity, de Temecula, ambos de 62 años, han estado interesados en la terapia con ventosas y la acupuntura de Carrie Cimperman, propietaria de Temecula Acupunture, desde el 2007. Ellos usan la terapia para aliviar el dolor en la cadera y la espalda, los espasmos musculares y la ciática. Solían ir una vez a la semana, pero debido a su mejoría, han reducido los tratamientos a una vez al mes.

“Los moretones son algo visual, como si hubiera sido atacado por un pulpo”, dijo Trish. “Pero no causan dolor”.

Ambos están encantados de que los Juegos Olímpicos estén exponiendo a millones a lo que para ellos ha sido una panacea.

“Esperamos que la publicidad genere más investigaciones”, dijo David. “La cultura estadounidense no lo acepta, y los seguros médicos no cubren el costo de la terapia con ventosas como una terapia alternativa”.

El autor del blog y cirujano, Gorski, concluyó en su publicación del 9 de agosto: “Solo porque el campeón olímpico Michael Phelps cree en la terapia con ventosas, no significa que en realidad funciona. No funciona, y en algunos casos podría causar daños”. Todo es básicamente un riesgo, y no hay ningún beneficio que sea demostrado objetivamente”.