Skip to content

RELIGION: Obispo Vann del condado de Orange atrapado en el tema resbaladizo de inmigración

  • El obispo de Orange, Kevin Vann, en la Catedral de...

    El obispo de Orange, Kevin Vann, en la Catedral de Cristo en Garden Grove, en noviembre del 2013.

  • El obispo de Orange, Kevin Vann, a la derecha, y...

    El obispo de Orange, Kevin Vann, a la derecha, y Alexander Salazar, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Los Ángeles, caminan frente a la Guardia de Honor de los Caballeros de Colón en la Catedral de Cristo en Garden Grove, en noviembre del 2013.

of

Expand
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Como líder de la diócesis católica de Orange, el obispo Kevin Vann desempeña varias funciones: guía espiritual, recaudador de fondos y un entusiasta portavoz de la iglesia y sus ideales.

Vann, de 64 años, también cumple con un papel menos visible — él es uno de los principales defensores en la nación para una reforma migratoria.

Vann encabeza la organización Catholic Legal Immigration Network Inc. o CLINIC, por sus siglas en inglés, una organización nacional sin fines de lucro que defiende a los inmigrantes de bajos ingresos.

En septiembre, Vann fue uno de los dos obispos que escribieron una carta, en nombre de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, al Departamento de Seguridad Nacional, instando por una acción ejecutiva para proteger a los aproximadamente 11.5 millones de habitantes del país que viven indocumentados. En marzo, Vann invitó al arzobispo de Los Ángeles, José Gómez, y al obispo auxiliar de San Bernardino, Rutilio del Riego, a la Catedral de Cristo, donde firmaron una carta colectiva al Congreso, instando a una reforma migratoria integral.

Pero después de escribir la carta al Departamento de Seguridad Nacional, la diócesis no promocionó la carta. Vann tampoco escribió sobre ella en su blog del condado de Orange.

El obispo, generalmente afable y disponible, también declinó peticiones, durante varios meses, a comentar sobre esta historia y su papel como líder en materia de inmigración, aunque un portavoz más tarde ofreció una fecha para discutir el tema para el próximo mes.

Los comentarios públicos de Vann sobre la inmigración a menudo van dirigidos a defensores de la inmigración con ideas afines.

“Hice lo que pude para detener las deportaciones”, dijo el mes pasado en una conferencia sobre inmigración en la Universidad Chapman. “Son seres humanos a quienes intentamos ayudar”.

Pero, para algunos católicos locales, el trabajo de Vann sobre inmigración cruza el límite al mundo de la política secular.

“La petición del obispo para una amnistía masiva y la ciudadanía para los inmigrantes indocumentados enseña que premiar la anarquía es algo legítimo”, dijo Steve Serra de Mission Viejo.

“Esta enseñanza socava el estado de derecho, el concepto central de la democracia, al degradar sus dos bases: el deber moral de las personas a obedecer la ley, y el deber moral del gobierno en hacer cumplir dichas leyes”.

“Como católico y estadounidense, me aflige la defensa del obispo Vann a las políticas del ejecutivo sobre una amnistía”, agregó Serra, quien asistió a un servicio de oración para los inmigrantes liderado por Vann en el 2013.

Otros no sólo defienden a Vann y la posición de la iglesia, pero dicen que existe un precedente histórico y un deber bíblico para acoger y proteger a los extranjeros.

“Sería anti-cristiano no hacer nada”, indicó el reverendo Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano, una asociación nacional evangélica latina.

“La iglesia sirve como una barrera de defensa proverbial contra los demagogos y los que claman la deportación de millones de personas; personas que a pesar de que llegaron aquí ilegalmente, trabajan, contribuyen a nuestra sociedad, tienen hijos aquí y son explotados como mano de obra barata”, dijo Rodríguez.

“La iglesia es la razón por la que todavía hay esperanza para los inmigrantes en los Estados Unidos”.

Los inmigrantes sin duda son la clave del crecimiento del catolicismo en el condado de Orange.

Alrededor de 47 por ciento de los 1.3 millones de católicos en la diócesis de Vann son latinos. Aproximadamente un tercio de todas las misas se llevan a cabo en español, y 15 de las 62 parroquias y centros de la diócesis celebran al menos una misa todos los días en vietnamita.

Ryan Lilyengren, vocero de la Diócesis de Orange, dijo que aunque la Iglesia Católica (y la religión más organizada) está perdiendo miembros en algunas partes del país, y el mundo, la iglesia es vibrante a nivel local, en parte debido a los inmigrantes.

“En el Sur de California, no seguimos esas macro-demografías…Contamos con varios grupos de inmigrantes que están muy comprometidos con la Iglesia Católica”, indicó Lilyengren, quien señaló a los latinos, vietnamitas, coreanos y filipinos.

Pero otros argumentan que la inmigración y la iglesia deben permanecer separados.

“Es una de esas cosas que dividen a la iglesia”, dijo Marguerite Telford, católica practicante y portavoz del Centro para Estudios de Inmigración, una organización no lucrativa con sede en Washington DC, que apoya niveles más bajos de migración.

“La Iglesia Católica debe permitir que el Congreso haga su trabajo. Y, debería hacer frente a nuestros problemas…no en el uso de los fondos de la Iglesia Católica para promover una amnistía”.

Respondiendo a lo que Vann mencionó sobre los prejuicios que sus propios antepasados irlandeses encontraron cuando llegaron a este país, Telford dijo:

“Tal vez no quería decir esto, pero mucha gente podría interpretarlo como que aquellos de nosotros que opinamos que deberíamos de enfocarnos en el obrero estadounidense y que deberíamos cumplir con las leyes, tenemos prejuicios”.

“Tengo la esperanza que eso no es lo que quiso decir con eso”.

En una columna reciente publicada el día de Pascua en el periódico The Register, se le preguntó a Vann sobre la inmigración ilegal y respondió con la pregunta si Jesús se apartaría de algún grupo.

“Dios te ama. No se trata de los problemas, se trata de seres humanos”.

Para Vann, la defensa de los inmigrantes puede llegar a ser algo muy personal.

Vicky Bravo, de Costa Mesa, dijo que uno de sus hijos fue arrestado por las autoridades de inmigración y amenazado con la deportación, Vann hizo una llamada en su nombre.

Su hijo, Luis Bravo, es un activista local pro-inmigración, quien más tarde salió en libertad.

En la conferencia sobre inmigración en la Universidad Chapman el mes pasado, Vann dijo que la inmigración es un tema importante para él desde mucho antes de su llegada al condado de Orange.

Alrededor de una cuarta parte de los 700,000 católicos en la antigua diócesis de Vann, Fort Worth (Texas), eran latinos cuando llegó allí hace una década.

Aprendió español, en parte, para poder orar con algunos de ellos en su lengua materna. Después de algunos de esos feligreses terminaban sus turnos nocturnos en un restaurante local, Vann dijo que “leía misa para ellos a las 11 o 12 de la noche”.

Algunos sacerdotes y otros describen a Vann como un pastor incansable, lleno de energía que sabe conectarse bien con las personas de todos los orígenes.

Después de aprender español en Fort Worth, ahora está aprendiendo vietnamita, el idioma que habla otro grupo clave de los feligreses en el condado de Orange.

Lilyengren, el portavoz de la diócesis, dijo que a Vann le apasiona la cultura y música latinoamericana, y ya que sabe tocar el piano y órgano, a Vann le gusta tocar con los feligreses jóvenes.

Rodríguez, de la Conferencia Nacional de Líderes Cristianos Hispanos — no conoce a Vann personalmente, pero está enterado del trabajo de Vann para una reforma migratoria.

“Sin el liderazgo de los obispos y la promoción a favor de los inmigrantes, y esas voces fuertes en la comunidad católica, no estaríamos aquí ahora”, dijo Rodríguez.

“Líderes, como Kevin Vann, se pronunciaron a favor y en defensa de los inmigrantes”.

Thomas J. Reese, analista para National Catholic Reporter, escribió sobre la carta de Vann en septiembre dirigida a la administración del presidente Barack Obama. Reese señaló que la carta se envió “sin bombos ni platillos”.

No es que Vann y otros estén preocupados de apartar a donantes importantes que no apoyan la reforma migratoria, dijo Reese.

Más bien, es en función de cómo los obispos católicos, en general, dan prioridad a las causas en que se enfocan.

Para los obispos, los temas más importantes en los últimos años han sido la aposición al aborto y al matrimonio homosexual, así como la cuestión de la libertad de credo que algunos creen plateó el mandato de anticonceptivos incluido en la ley de salud del gobierno de Obama, ahora conocida como “Obamacare”.

“Hay una división en la Conferencia de los Obispos entre los que quieren hablar de todos los temas y los que quieren centrarse en lo que consideran los temas más importantes”, indicó Reese.

“Puede llegar a ser algo partidista. Cuando se habla sobre el aborto, el matrimonio gay, esos son temas republicanos”, dijo Reese. “La justicia pro inmigración, los pobres — ésas son cuestiones demócratas”.