RANCHO CUCAMONGA – Juan Castro siente algo inusual al articular un pensamiento.
El longevo jardinero de respaldo, ahora instructor en el sistema de las ligas menores de los Dodgers, contestó una pregunta sobre el mejor lanzador prospecto de la organización, un joven zurdo mexicano llamado Julio Urías, y las comparaciones naturales entre él y la ex sensación de los Dodgers, Fernando Valenzuela.
Antes de contestar, Castro pausa y exhala.
“Se me está poniendo la piel de gallina”, dijo. “Ustedes saben, él es un Dodger. Saben que es zurdo. Saben que es de México. Y apuesto a que muchos mexicanos están esperando a otro Fernando”.
Valenzuela, con apenas 19 años cuando debutó en las ligas mayores, y Urías, de 18 años, son de pueblos a cuatro horas de distancia en el noroeste de México. Castro es de una ciudad entre los dos, y recuerda haber vivido cada uno de los inicios de Valenzuela en el verano de 1980, cuando a la edad de 16 años él y su padre llevaban sillas a la casa del único vecino que tenía televisión por cable.
“La Fernandomanía no va a suceder nunca más”, dijo Castro. “Pero la gente quiere ver algo similar, y creo que este chico puede ser algo especial”.
Urías ya es algo especial, en un sentido histórico. Pocos chicos de 16 años pueden lanzar en una temporada completa de béisbol profesional, pero él lo hizo durante tres meses el año pasado con la división Low A de Great Lakes Loons.
Después de eso tuvo otra temporada con la división High A de Rancho Cucamonga. Urías tuvo un ERA de 2.36 en 87 2/3 entradas contra los bateadores que fueron, en promedio, cinco años mayores, ponchando a 109 mientras otorgó 37 bases. Golpeó a más bateadores (7) que el número de jonrones que permitió (4).
Se convirtió en el jugador más joven en participar en un juego de futuras estrellas y tuvo una entrada sin permitir anotaciones.
Pero la temporada de Urías no ha terminado. A pesar de la posibilidad de que ya sea lo suficientemente bueno para retirar a bateadores de las ligas mayores en períodos cortos, él no será llamado al alineamiento de los Dodgers este septiembre, porque el hacerlo aceleraría su libre agencia; porque algunas evidencias apoyan la idea que su brazo adolescente solamente puede manejar algunas entradas en este momento; porque promoverlo ahora sería considerado algo radical; y porque los beneficios de unas 10 entradas sería algo mínimo comparado con todo eso.
No se espera que los adolescentes lancen en las ligas mayores. Han pasado nueve años desde que alguien lo ha hecho antes de cumplir los 20, y ese fue Félix Hernández, otro caso especial.
Ningún chico de 18 años ha lanzado en las ligas mayores desde que José Rijo lo hizo con los Yankees hace unos 30 años.
Es posible pensar que Urías podría realizar su debut en las ligas mayores antes de cumplir los 19 años el próximo 12 de agosto; es casi inconcebible pensar, que al nivel que ha estado progresando, no sería capaz de debutar antes de los 20 en agosto del 2016.
Así que, ¿ahora qué?
DeJon Watson, el vicepresidente de desarrollo de jugadores para los Dodgers, lo ha escuchado toda la temporada: ¿sería Urías capaz de manejar las ligas mayores a su edad?
“Todo lo que puedo decir es que este hombre joven se está desarrollando a un ritmo muy rápido”, dijo Watson. “Todas las especulaciones que están allá afuera, todo eso va al lado de la fama. Tienes que mantenerlo con los pies en la tierra”.
Matt Herges no ríe. El ex lanzador de relevo de los Dodgers, y quien trabajó como entrenador de lanzamiento con Urías en Rancho Cucamonga esta temporada, comenta que el deseo de ascender al joven lanzador ha existido por algún tiempo.
“Es difícil no tratar de apresurar el proceso, pero nuestra primera prioridad como guardianes del chico, de este talento especial, es hacer lo correcto para él”, dijo.
Urías es el hijo de un ex lanzador de la liga mexicana. Los Dodgers le ofrecieron un contrato después de descubrirlo en el mismo viaje de reclutamiento en el que consiguieron a Yasiel Puig.
Desde una entrega fácil, irrepetible, Urías lanza una bola rápida, un cambio, una bola curva, y un slider. Al describirlas, algunos combinan las últimas dos en un lanzamiento penetrante. Su bola rápida regularmente llega a los 93 o 94 millas por hora, alcanzando las 97 en raras ocasiones.
“No se trata simplemente de que la calidad de sus lanzamientos es buena”, dijo Herges. “Lo es, pero lo que es más impresionante es que puede hacer las tres cosas, y eso es algo inaudito”.
Urías dijo la semana pasada que mide 6 pies y 2 pulgadas y pesa 215 libras. Eso podría ser un tanto exagerado, pero él seguramente se encuentra más cerca de su estatura y peso listados de 5 pies 11 pulgadas y 160 libras. Desde que recibió un contrato, su debilidad desde la perspectiva de un cazatalentos ha sido ese cuerpo; en términos no inciertos, muchos se han preguntado si engordará con la edad.
Empezó a suceder hacia el final el 2013, pero llegó al campamento de entrenamiento de primavera en buena forma.
“El año pasado subió bastante de peso”, dijo Watson. “Ésa fue una de las cosas en las que trabajó en el invierno”.
Debido a la precocidad de Urías, los Dodgers se ven esencialmente forzados a tratarlo de manera diferente que a otros jugadores de las ligas menores. Herges les recuerda a sus atrapabolas que le den a Urías más rienda.
“¿He visto algo mecánicamente que podría siquiera tocar?, pregunta Herges. “No. Muchos de estos chicos, habló con ellos sobre un acercamiento, algo así como ¿por qué no fue tan buena esta secuencia de lanzamiento? Y es como la primera vez que incluso han pensado al respecto.
Con Julio, es como si hubiera crecido en una burbuja de béisbol donde cualquier cosa de la que le hables tiene sentido para él”.
Y cumplió 18 años hace tres semanas.
“Cuando yo tenía 18 años, trataba de que alguien me ofreciera un contrato para venir a los Estados Unidos a jugar béisbol profesional”, dijo su compañero de equipo y de habitación, y a menudo su traductor, el venezolano Luis Meza. “Él tiene 18 años, y es espectacular”.
