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INMIGRACION: Estudio de Pew Research indica que más mexicanos están regresando a México

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    En esta foto de archivo del 2012, personas caminan hacia la frontera en Mexicali. Un estudio del Pew Research Center publicado el jueves, 19 de noviembre, citó como factores principales de la reversión del flujo migratorio el deseo de reunir familias, la lentitud de la recuperación estadounidense tras la Gran Recesión y el ajuste de los controles en la frontera.

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    Feliciano Bermejo, 49, pasó 21 años al norte de la frontera, criando tres hijos que son ciudadanos estadounidenses antes de ser detenido en Atlanta por conducir un vehículo con una licencia suspendida.

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La tendencia histórica se ha invertido: más mexicanos regresan a su país que los que emigran a Estados Unidos.

Un estudio del Pew Research Center publicado el jueves, 19 de noviembre, citó como factores principales de la reversión del flujo migratorio el deseo de reunir familias, la lentitud de la recuperación estadounidense tras la Gran Recesión y el ajuste de los controles en la frontera.

Otro factor importante es que -aun cuando casi la mitad de los adultos residentes en México creen que es mejor vivir en Estados Unidos- es creciente la opinión de que los inmigrantes mexicanos llevan en Estados Unidos un estilo de vida equivalente al que tenían en su país de origen.

El estudio concluyó, tras analizar estadísticas de ambos gobiernos, que un millón de mexicanos y sus familias se mudaron desde Estados Unidos a México entre 2009 y 2014, mientras que cerca de 870.000 mexicanos migraron a Estados Unidos durante el mismo periodo.

“El gobierno Mexicano está animando a los mexicanos en el extranjero a que regresen e inviertan en México, que abran pequeños negocios. Están recibiendo asistencia y mucha ayuda para establecer su negocio. También reciben apoyo financiero”, dijo Arturo Sánchez, cónsul de economia y relaciones mediáticas con el Consulado Mexicano en Santa Ana.

Medio siglo de migración masiva desde México “ha llegado a su fin”, dijo el director de investigaciones hispanas del Pew, Mark Hugo López.

Un estudio del Pew en 2012 halló que la migración neta entre los dos países había caído casi a cero, de manera que esto representa un punto de inflexión en una de las mayores migraciones de la historia de América del Norte. Entre 1965 y 2015, más de 16 millones demexicanos se trasladaron a Estados Unidos, superando a cualquier otro país.

“Esto es algo que hemos previsto”, dijo López. “Durante los últimos 10 años la migración desde México ha sufrido una gran desaceleración”.

Estas conclusiones desmienten el argumento de una frontera sin controles que ha figurado de manera tan prominente en la política estadounidense, donde el precandidato republicano Donald Trump exige que México pague la construcción de una barda a lo largo de los 3.144 kilómetros (1.954 millas) de frontera.

El nuevo patrón migratorio “se posiciona en un contraste inhóspito a la retórica que estamos escuchando en las primarias presidenciales”, dijo Karthick Ramakrishnan, profesor de ciencias políticas en UC Riverside. “Esto muestra que la fijación en la migración mexicana ya está pasada de moda”.

Pew dijo que el saldo negativo de mexicanos en el flujo migratorio binacional ha incidido en una disminución de la población mexicana en Estados Unidos, que en 2014 cayó a 11,7 millones respecto de su máximo histórico de 12,8 millones alcanzado en 2007.

También la cantidad de inmigrantes mexicanos no autorizados en Estados Unidos cayó desde el máximo histórico de 6,9 millones en 2007 a 5,6 millones en 2014, según escribió Ana Gonzalez-Barrera, autora del reporte.

Otra novedad es que entre los arrestados por la Patrulla Fronteriza en el año fiscal 2014 hubo menos mexicanos que migrantes de otras nacionalidades debido al enorme flujo de centroamericanos, principalmente a través del sur de Texas.

Los autores analizaron datos de los censos estadounidense y mexicano, así como un sondeo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía mexicano. Este último halló que el 61% de los que decían vivir en Estados Unidos en 2009 pero estaban en México en 2014 habían regresado para reunirse con su familia o formar la propia. Otro 14% habían sido deportados y el 6% regresaron por razones de trabajo.

Con todo, el motivo principal del regreso no es la familia sino el trabajo, sostuvo Dowell Myers, profesor de la Universidad del Sur de California. La construcción, un imán para los inmigrantes jóvenes, dista de alcanzar los niveles de la década pasada.

“No es que repentinamente echaron de menos a sus madres”, dijo Myers. “El hecho es que nuestra recuperación de la Gran Recesión ha sido deleznable. Deleznable para todos”.

Además, con el envejecimiento de la población, disminuye la competencia por los puestos de trabajo, mientras que en los 90, muchos jóvenes que buscaban su primer trabajo no veían otra alternativa que la migración hacia el Norte, añadió.

Mientras la recuperación en Estados Unidos sigue siendo lenta, últimamente México no ha sufrido las crisis económicas que provocaron las migraciones de los 80 y 90. El peso se mantiene relativamente estable, la inflación es manejable, y mientras muchas partes de México están sumidas en la pobreza abyecta y la violencia, otras —sobre todo en el norte industrializado— se han convertido en centros fabriles florecientes bajo el Tratado de Libre Comercio norteamericano, dinde se producen autos, aviones y maquinaria pesada.

Hay muchas razones para el histórico giro en las tendencias migratorias entre Estados Unidos y México.

Algunos de ellos se cansaron de vivir al margen de la ley y señalaron que el cruzar la frontera sin permiso se ha tornado demasiado peligroso. Ahora ya es más fácil conseguir empleo en México, y los lazos familiares son poderosos.

Feliciano Bermejo pasó 21 años al norte de la frontera, criando tres hijos que son ciudadanos estadounidenses antes de ser detenido en Atlanta por conducir un vehículo con una licencia suspendida. Fue reportado a las autoridades de inmigración y accedió a volver a México voluntariamente, dejando atrás a su familia, a fin de que su registro no quedara manchado con una deportación.

Bermejo, de 49 años, mantiene sus dedos cruzados de que, una vez que su hijo mayor cumpla 21 años el año próximo, el joven pueda solicitar la residencia legal de su padre y reúna a la familia.

Pero no confía en que se le permita volver legalmente, y dijo que no tratará de infiltrarse a Estados Unidos. La frontera se ha vuelto demasiado peligrosa desde que cruzó por última vez en 1994, por lo que está construyendo una vida en México.

Gracias a su experiencia laboral en Atlanta, donde ascendió hasta convertirse en supervisor en una compañía que instala alarmas contra incendios y sistemas de rociadores, obtuvo un empleo en la construcción de plataformas petroleras para Pemex. Ahora envía a su familia 200 dólares a la semana del sueldo que recibe por su trabajo en Tampico para su manutención en Estados Unidos.

“Es extraño, ¿verdad?”, dijo. “La gente me pregunta a veces por qué en vez de que te envíen dinero tú les envías dinero a ellos para allá. Pero bueno, ellos lo necesitan más que yo. Yo acá vivo solo”.

The Press-Enterprise y el Orange County Register contribuyeron a este despacho.