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NUEVA YORK.- Donald Trump se retractó de su afirmación de que debió permitirse a las víctimas de la matanza en Orlando portar armas en el club nocturno donde fueron atacadas, postura que incluso la National Rifle Association consideró insostenible.

El casi seguro candidato presidencial republicano tuiteó el lunes que él “hablaba obviamente de guardias adicionales o empleados” del club nocturno en Orlando, Florida, donde Omar Mateen asesinó a 29 personas, cuando mencionó la importancia de que hubiera habido más gente armada para enfrentar al atacante.

Sin embargo, eso no es lo que Trump defendió previamente.

“Es una lástima que algunos de los jóvenes asesinados el fin de semana no tenían armas en la cadera, francamente, y las balas podrían haber volado en la otra dirección”, dijo Trump al comentarista radial conservador Howie Carr el día después del ataque.

“Habría sido algo muy diferente. Vamos, parece que no había armas. Ellos tenían un guardia de seguridad. Aparte de eso no había armas en la sala. Si la gente hubiera podido responder a los disparos, el resultado habría sido muy diferente”.

Trump había reiterado la semana pasada su postura durante actos políticos en todo el país. Dijo en Atlanta que la masacre había sido menor si “algunas de esas grandes personas que se encontraban en el club esa noche hubieran tenido armas adosadas a la cintura o a un tobillo”.

Las declaraciones del precandidato no coincidieron con la National Rifle Association, una poderosa organización que cabildea por la posesión de armas para la defensa propia y los permisos para portarlas.

“Nadie piensa que la gente debería ir a un club nocturno a beber portando armas de fuego”, dijo el principal cabildero de la NRA, Chris Cox, en el programa “This Week” de la ABC. “Eso va en contra del sentido común y de la ley”.

La discordancia fue la más reciente entre Trump y quienes lo apoyan dentro del establecimiento político. Trump ha logrado una frágil paz con los republicanos y sus aliados que lo apoyan en el intento por la unidad del Partido Republicano y para derrotar a la casi segura candidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

Sin embargo, las propuestas de Trump de combatir el terrorismo —dirigidas específicamente contra los musulmanes y a favor de restricciones a las armas de asalto— han exacerbado a sus simpatizantes.

Las desavenencias con la NRA tienen lugar en un momento especialmente delicado.

El Senado tenía previsto someter el lunes a votación que se amplíe las revisiones de antecedentes en las ventas de armas así como medidas para impedir que las compren personas que figuren en la lista gubernamental de vigilancia terrorista y personas señaladas como terroristas. Sin embargo, son sombrías las perspectivas de un cambio importante a las leyes sobre armas.