Mientras Trump pronunciaba un discurso, en el cual tocaría los temas sobre el derecho de portar armas de fuego y el muro que le gustaría construir en la frontera de México y Estados Unidos, un manifestante intentó interrumpir su mensaje.
“¡Sáquenlo de aquí! ¡Fuera, fuera, fuera!”, dijo Trump desde el podio a los guardias de seguridad.
“No le hagan daño”, agregó. “Estoy diciendo esto para las cámaras de televisión, pero no le hagan daño”.
No se sabe que sucedió con el manifestante. Cientos de partidarios de Trump estaban presentes, y hubo muchos abucheos para el hombre que fue escoltado hacia la salida del Centro de Convenciones de Anaheim.
En las afueras de las instalaciones del centro, frente a la avenida Katella, algunas decenas de manifestantes y varios de los simpatizantes de Trump estaban muy enardecidos, pero de manera pacífica.
Algunos manifestantes en contra de Trump coreaban: “¿De quién son las calles? ¡Nuestras calles!”, haciendo eco de las protestas en Costa Mesa el mes pasado.
Una piñata con la figura de Donald Trump fue decapitada, y la cabeza se utilizó como balón de fútbol.
Unos partidarios de Trump que se encontraban afuera, escuchando el discurso, pidieron a los manifestantes en contra de Trump que se identificaran y los instaron a “irse a la casa”.
La visita anterior de Trump al condado de Orange no fue muy buena. Tras el discurso de Trump, un gran número de personas inundaron las calles alrededor del recinto de la Feria del Condado de Orange, acosando a automovilistas y quebraron el parabrisas de una patrulla de policía.
¿QUE PIENSA LA GENTE DE OC?
Skylar Cothran, de 33 años, de Fullerton, sostenía una pancarta que leía: “Más amor, menos odio”.
“Estoy 100 por ciento en contra de Trump”, dijo. “Su odio habla por sí mismo”.
“Él tiene una visión para Estados Unidos”, dijo Deborah Kurilchyk, residente de Tustin, de unos 60 años, quien llegó al mitin con su amiga de toda la vida, Charline Berg, de Yorba Linda, de 72 años.
“De ninguna manera me perdería esto”, dijo Cindy Widdall, de 53 años, residente desde mucho tiempo de Garden Grove.
A Widdall le gusta que Trump hable sobre sus problemas más graves: la inmigración ilegal y el empleo.
“La inmigración ilegal está fuera de control”, dijo.