“Tenía la piel muy amarilla. Aunque dormía mucho, siempre estaba muy cansando. Luego, todo lo que comía lo vomitaba, me llevaron a la emergencia y me diagnosticaron insuficiencia renal”.
Así empezó su relato Juan Manuel Medina, un joven de 32 años residente de Colton, quien se vino a Estados Unidos hace 12 años desde Nayarit, México.
Durante los últimos 10 años de su vida, cada martes, jueves y sábado Medina ha estado yendo a la clínica privada Davita Dialysis en Fontana, para realizarse religiosamente la diálisis, proceso que dura alrededor de 3 horas y media.
“Me chequean la presión y el peso para saber si he retenido líquido, después me conectan a las mangueras: una para sacar la sangre y la otra para que entre mi misma sangre limpia”, dijo.
Medina confesó que este tratamiento duele al principio cuando colocan las agujas, porque son más grandes que las de las jeringas regulares. En su brazo izquierdo se observan varias protuberancias, consecuencias de este tratamiento.
Durante seis años, este joven estuvo en una lista de espera de transplante de riñón en Loma Linda Medical Center.
“Me sacaron porque el tratamiento post-operatorio es muy costoso. Se debe evaluar si el nuevo órgano es aceptado o rechazado por el organismo”, dijo.
Medina, quien es indocumentado, explicó que tiene Medi-Cal, pero si recibe un transplante lo eliminarían de este seguro porque asumen que con el transplante ya está curado.
“La encargada de finanzas de Loma Linda me dijo que no era un buen candidato porque no voy a tener dinero suficiente para mantener el riñón”, mencionó Medina.
Sin embargo, lo asesoraron con una lista de fundaciones para poder costear el tratamiento.
“Dieciocho mil dólares es la meta. Si junto ese dinero me volverían a colocar en la lista de espera, en la misma posición como si nunca me hubieran sacado. Usualmente una persona está en esa lista entre 7 a 10 años”, señaló Medina.
“Nos ha ido muy bien con nuestro proyecto. Empezamos a recaudar dinero en el mes de septiembre y ya llevamos $6,000 en la cuenta del banco que se abrió sólo con este propósito. Hicimos una kermés en la iglesia. Fue idea de ellos, muchos se ofrecieron de voluntarios”, dijo Medina.
Además informó que una empresa que se dedica a pintar y restaurar carros antiguos le donó $1,000.
En una carta firmada por Susanna Casillas, coordinadora financiera del hospital Loma Linda Medical Center, se lee que este hospital requiere que todos sus pacientes tengan un plan razonable para cubrir los cargos que puedan ocurrir después de un transplante, tales como visitas médicas, exámenes de laboratorio, diagnósticos y medicamentos. Aunque representantes del hospital no dieron explicaciones específicamente sobre el cado de Medina, sí confirmaron que había sido su paciente.
El origen
El director cirujano del Instituto de Transplante de la Universidad de Loma Linda, Michael DeVera, explicó que la insuficiencia renal es una enfermedad que afecta los riñones, los cuales llegan a un punto donde detiene su función, que es limpiar el cuerpo de toxinas y otras sustancias de desechos de la sangre.
Medina contó que padece de insuficiencia renal por problemas de presión arterial alta.
“En México, cuando tenía como 15 años, se me nublaba la vista y tenía dolorcitos de cabeza enfadosos, pero como se me pasaban, no le presté atención”, dijo.
Por su salud, no puede hacer trabajos pesados. Una agencia de empleo le consigue trabajo por uno ó dos días en bodegas, pero si esos días coinciden con los días de la diálisis, no puede trabajar. También realiza labores de jardinería, los cuales se le dificultan mucho por el sol.
“Si alguien me invita a pintar casas, lo hago. También junto latas… lo que salga”, mencionó.
Relató que en el 2010 cuando implementaron el programa E-Verify, el cual revisa el estatus migratorio de los trabajadores, ya no le dieron más empleos.
Manuela Estrada, una mujer de 80 años, le presta un sillón para dormir en su apartamento, y cuando Medina tiene dinero le ayuda a pagar el gas.
“Nos conocimos en el bus. He estado viviendo aquí por un año”, dijo el joven.
Medina estudió un semestre de contaduría en México. Allá tiene una hermana mayor y otra menor.
“Mis hermanas y mi papá están contentos que esté en este país por la atención médica que estoy recibiendo. Pero mi mamá quiere que me vaya, ella dice que me va a cuidar, pero la calidad de la atención médica no se compara. Si me siento mal, llamo a la ambulancia y me ve un especialista. Allá tendría que pagar por todo, y en los pueblos no tienen la misma tecnología”, dijo.
El director cirujano del Instituto de Transplante de la Universidad de Loma Linda confirmó que un paciente puede estar en una lista de espera entre 7 a 10 años para un transplante de riñón, a menos que tenga un familiar compatible como donante.
“En general, es verdad que se seleccionan pacientes jóvenes que no tienen otras complicaciones. Un equipo evalúa a los pacientes, además de los exámenes médicos, en el proceso vemos el aspecto psicológico y social de un transplante, es decir, si tiene lazos familiares fuertes, parientes que pudieran cuidarlos después de realizar el transplante”, dijo DeVera.
Aproximadamente 1,200 pacientes están en este centro médico están esperando por un transplante de riñón, y cada año en promedio realizan alrededor de 100 a 120 transplantes.
Transplante en cifras
Juan Manuel Medina es uno de las 122,439 personas en los Estados Unidos que están a la espera de un trasplante para salvar sus vidas.
Charlene Zettel, presidenta de Donate Life California, señaló que los hispanos/latinos están desproporcionadamente afectados por enfermedades como hipertensión y diabetes, que puede conducir a deficiencias renales, a la necesidad de diálisis o trasplante de riñón.
“Debido a que el 40 por ciento de quienes están en la lista de espera para trasplante de riñón en California son latinos/hispanos, hay una gran necesidad de más donantes de órganos entre este sector de la población”, dijo Zettel.
De igual manera, indicó que el conocimiento es poder, y resaltó que si los hispanos/latinos conocen esta data se involucrarían y resultaría más probable que se inscriban para ser donantes de órganos.
Unos 18,692 individuos en California están esperando un transplante de riñón.
“Me gusta mucho platicar a las personas sobre mi caso, si yo hubiera tendido la oportunidad de ir al médico antes, me hubieran controlado la presión arterial. Yo estaba muy joven cuando empecé con todo esto, por eso les recomiendo que se hagan sus chequeos médicos. Yo tengo fe que en el 2016 voy a tener mi riñón nuevo. Tengo mucha confianza en Dios”, confesó Medina.
Si desea donar
Visite el sitio de Internet www.gofundme.com/yz3g35mc también puede depositar en la cuenta del Banco de America número 3250 6326 5211.
