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La frontera de México con Estados Unidos, en Nogales, Arizona.
La frontera de México con Estados Unidos, en Nogales, Arizona.
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EL PASO, Texas La construcción de un puente fronterizo que uniría el oeste de Texas y el estado de Chihuahua aún no ha iniciado en el lado mexicano, un año después de que se anunció el proyecto.

La construcción del muy esperado puente de Tornillo, que busca aliviar los congestionados cruces de transporte de carga entre El Paso, en Texas, y Ciudad Juárez, México, a un costo de 96 millones de dólares, inició en el lado estadounidense en julio.

La apertura al tránsito fronterizo del puerto de entrada de unas 117 acres está programada para junio de 2013. El plan para el lado mexicano es construir instalaciones en unas 60 acres y carreteras que conecten el puente con Ciudad Juárez, que es uno de los principales centros industriales en México, especializado en plantas de ensamblado.

En la ceremonia de la primera piedra en julio de 2011 en Estados Unidos, el gobernador de Chihuahua César Duarte dijo que el trabajo del lado mexicano empezaría en septiembre de ese año. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes de México no respondió de inmediato a la pregunta de si el gobierno mexicano aún planeaba terminar el puente.

J.D. Salinas, funcionario regional de la Administración General de Servicios de Estados Unidos (GSA, por sus siglas en inglés), la cual construye y da mantenimiento a las instalaciones gubernamentales, dijo en julio de 2011 que el nuevo puerto de entrada conectaría Estados Unidos con los principales centros industriales mexicanos. La GSA y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza administrarán el proyecto.

El puerto, localizado unos 40 millas al este de El Paso, tiene como fin recibir los camiones que van la zona este de Estados Unidos, que actualmente deben esperar hasta dos horas en la frontera de El Paso.

Sin embargo, los equipos de construcción sólo están del lado estadounidense de la frontera. Las columnas de cemento ya fueron coladas y esperan las vigas de concreto del puente. Actualmente, este cruce fronterizo tiene un puente de madera de la década de 1920 que apenas soporta peatones y vehículos ligeros.

Sally Mayberry, funcionaria de asuntos públicos en la GSA, dijo que “es común que los tiempos de construcción de algo como esto sean diferentes. La GSA confía en que México cumplirá su compromiso”.

Asimismo, Mayberry dijo que el retraso no es algo de lo que haya que preocuparse por el momento.

Ernesto Carrizal, director de Obras Públicas del condado de El Paso, dijo que funcionarios estadounidenses le indicaron que México sigue comprometido con el proyecto. Carrizal dijo el lunes a comisionados del condado que no está preocupado por el retraso debido a que los proyectos del lado mexicano de la frontera suelen iniciar tarde y aun así terminan a tiempo.

Carrizal agregó que diferentes fases del proyecto en el lado estadounidense registran un avance de entre el 40 por ciento y el 90 por ciento.

Durante el año fiscal de 2010, el puerto de entrada Fabens, como se conoce el cruce fronterizo en Tornillo, procesó 51,171 peatones y más de 390,000 autos.