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Roni Mazariegos Barreda es un migrante de Honduras que participó en la representación de la Pasión de Cristo en Tenosique, México, el viernes pasado.
Roni Mazariegos Barreda es un migrante de Honduras que participó en la representación de la Pasión de Cristo en Tenosique, México, el viernes pasado.
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TENOSIQUE, México Roni Mazariegos Barreda, de 23 años, un agricultor oriundo de Comayagua, Honduras, fue crucificado simbólicamente el Viernes Santo arriba de uno de los vagones parados del tren conocido como La Bestia, en la culminación de la representación denominada vía crucis del migrante.

Roni hizo el papel de Cristo en esta evocación organizada por el fraile franciscano Tomás González, conocido como Fray Tormenta, por su labor como encargado de La 72 Casa del Migrante, ubicada a 256 kilómetros de la capital de Tabasco.

El propósito de la actividad era denunciar las crecientes atribulaciones que enfrentan a lo largo de México los migrantes que tratan de alcanzar la frontera con Estados Unidos.

El vía crucis inició el jueves en La Palma, distante 30 kilómetros de la ciudad de Tenosique, con la recepción de más de un centenar de migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala y hasta un cubano, que ingresaron a México luego de un viaje de tres horas en lancha proveniente de la población Los Naranjos, Guatemala.

“Hacemos un llamado a todas las corporaciones policiales y militares, también al crimen organizado y a los maquinistas de La Bestia para que pongan un alto a la violencia que emprenden contra nuestros hermanos centroamericanos”, pidió el sacerdote de 38 años de edad.

González pidió reconocer “en cada uno de estos hermanos a nuestro señor Jesucristo y démosle el trato que merecen, que es de seres humanos”.

Rubén Figueroa, representante del Movimiento Migrante Mesoamericano, también parte de la logística del vía crucis, dijo que de enero a marzo de 2012 se han registrado alrededor de 180 casos de violencia contra los migrantes, que van desde asaltos, lesiones y abusos sexuales.

“Hemos monitoreado que en el tramo de La Palma a Tenosique ocurren en promedio cinco asaltos diarios a grupos de migrantes”, aseguró Figueroa, quien destaca que su presencia aquí tiene como propósito hacer visible esta franja limítrofe con Guatemala a la que han llamado “la frontera olvidada”.

De acuerdo con un informe sobre secuestro de Migrantes de la mexicana Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en 2011, al año ingresan a México aproximadamente 150.000 migrantes sin control de las autoridades, la mayoría provenientes de Centroamérica. El mismo documento cita a otros organismos civiles que estiman que la cifra asciende hasta a 400.000 personas.

La CNDH considera, a partir de información brindada por autoridades y por los testimonios de migrantes, que Tabasco es una zona de riesgo para los migrantes, especialmente el municipio de Tenosique.

Entre los centroamericanos que participaron en el vía crucis del Migrante está Juan Ramón Vázquez, de 22 años y nativo de Cortés, Honduras, quien realiza su sexto viaje a Estados Unidos.

Todos sus intentos han sido exitosos, aunque ha sido deportado igual número de veces. Su primera experiencia como migrante ocurrió en 2004, cuando llegó a Houston, Texas.

“Aquellos días todo era muy tranquilo, no te preocupabas por ladrones ni por secuestradores. Ahora es muy diferente, ahora te tienes que cuidar de todos”, relató Juan Ramón Vázquez, el menor de 13 hermanos.

El Jueves Santo, el centenar de migrantes encabezados por Mazariegos con una cruz de madera a cuestas anduvo alrededor 25 kilómetros, desafiando la asfixiante humedad y temperatura de esta zona de tierras bajas tropicales que alcanzaba hasta 38 grados Celsius.

Pernoctaron en la capilla del ejido Guadalupe Victoria, y durante la mañana del Viernes Santo cubrieron los cinco kilómetros que les faltaban para llegar a Tenosique, a donde ingresaron pasadas las 10 de la mañana.

En ese tramo realizaron una protesta frente a la 38 Zona Militar. Ahí, el sacerdote González denunció que los soldados apostados en los retenes a lo largo de esta vía comenten abusos contra los centroamericanos al impedir que usen el transporte público.

“Es un abuso de autoridad, por que los militares no tienen facultades migratorias para exigir documentos ni para impedir el libre tránsito de los migrantes”, afirmó ‘Fray Tormenta’.

En un acto simbólico, el vía crucis del Migrante caminó sobre las vías del tren para representar la travesía que diario viven cientos de centroamericanos a su paso por México.

Acompañaron al contingente activistas y defensores de derechos humanos.

El vía crucis culminó con una simulación de la crucifixión de Mazariegos, en lo alto de un vagón abandonado en la estación ferroviaria de Tenosique.

Desde lo alto, con voz apenas audible por el cansancio, el hondureño pronunció tan sólo una plegaria: “Perdónalos, Padre, no saben lo que hacen”.