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Para quienes deseen rebajar esas libras de más cada enero, el plan siguiente les ayudará a cumplir el primer propósito del Año Nuevo.
Para quienes deseen rebajar esas libras de más cada enero, el plan siguiente les ayudará a cumplir el primer propósito del Año Nuevo.
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La temporada festiva es un momento del año pleno de tradiciones, desde visitas familiares a la finca donde se cultivan arbolitos navideños, hasta reuniones con comidas de fin de año para intercambiar obsequios con los compañeros de trabajo. Sin embargo, no todas las tradiciones son tan populares como los regalos o las vacaciones de Navidad.

Una de esas tradiciones que muchos quisieran evitar es el aumento de peso en la temporada festiva. Aunque esta sería la decisión más saludable que podríamos tomar, también es la más difícil, particularmente para aquellos que asisten a numerosas reuniones de temática navideña durante la temporada. Para quienes deseen rebajar esas libras de más cada enero, el plan siguiente les ayudará a cumplir el primer propósito del Año Nuevo.

Controle las porciones. Con demasiada frecuencia, muchas personas no confrontan problemas con lo que comen, sino con la cantidad. Si nos proponemos evitar ciertas comidas, sólo conseguiremos aumentar el deseo de disfrutarlas, lo cual es una receta para exagerar el consumo de lo que nos sirvan eventualmente En lo que respecta a las comidas de temporada festiva, sólo basta controlar las porciones y comer con moderación. 

No ahorre calorías. Aunque pudiéramos pensar que no tiene importancia incorporar a nuestro organismo 2,000 calorías diarias, sí la tiene, y mucha. Por ejemplo, no se puede dejar de desayunar y de almorzar con la idea de recuperar la cuota de ingestión calórica en la cena. Lo único que se logrará es comer excesivamente bajo tal circunstancia. Además, no es saludable dejar de ingerir alimentos a las horas en que más los necesitamos.

Considere que tiene sed. Los síntomas de deshidratación pueden ser similares a los del apetito, pues el estómago hace ciertos ruidos, tanto cuando estamos deshidratados, o cuando estamos hambrientos. Si escucha que su estómago emite ese tipo de sonidos después de comer, hay grandes posibilidades de que necesita uno o dos vasos de agua. La deshidratación puede hacer que nos sintamos fatigados, por lo que es preciso mantener nuestra energía hidratándonos durante todo el día.

Otro consejo es beber agua mientras cocinamos. Esto nos ayudará a no comer demasiado cuando la cena que está preparando se sirva finalmente. Además, como por lo general los cocineros mientras cocinan, beber uno o dos vasos de agua podría equivaler a una buena sustitución de esas “meriendas” innecesarias.

No coma exageradamente porque los demás lo hacen. Casi todos los adultos recuerdan haber hecho alguna tontería en su niñez, sólo por imitar a sus amigos. Como bien nos diría Mamá o Papá: “Si ves que Tomás se lanza desde el Puente de Brooklyn, ¿lo imitarías?”. Esos principios se pueden aplicar también a la pérdida de peso. El hecho de que otras personas coman excesivamente al término de la temporada festiva, ya sea con alimentos sobrantes o cotidianos, no quiere decir que usted deba hacer lo mismo. Aunque puede ser difícil dejar de comer excesivamente después de haberlo hecho durante todo el fin de año, a la larga tendrá sus beneficios, y no se arrepentirá de haber seguido ese camino.

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