Una mujer de Santa Ana fue sentenciada de 25 años a toda la vida en prisión el viernes de la semana pasada, por su rol en la muerte a golpes de su hijo de cuatro años, que murió después de meses de abuso.
El mes pasado un jurado del condado de Orange encontró a Gabriela Mariana Morales, de 30 años, culpable de asalto contra un niño con la posibilidad de causar muerte y abuso infantil, por el asesinato del 30 de mayo de 2008.
En su primer juicio, el jurado no se pudo poner de acuerdo, quedando 11 a uno, por lo que se fue a un segundo juicio.
Alberto Solís Guzmán, el novio de Morales, tuvo su juicio el año pasado y fue condenado por asalto contra un niño con la posibilidad de causar la muerte y sentenciado a prisión por 25 años a toda la vida.
Morales estaba sola con sus dos hijos cuando le llamó al 911 el 30 de mayo de 2008, para reportar que su hijo menor no estaba respirando, según reportes de la Policía. La Policía de Santa Ana y los paramédicos llegaron al apartamento y encontraron al niño con moretones en los pies, las piernas, los brazos, el torso y la cabeza.
El niño fue declarado muerto en el St. Joseph Hospital de Orange poco tiempo después.
Una autopsia determinó que había muerto por una hemorragia en el cerebro, causada por traumas fuertes en la cabeza. Brandon sufrió 12 heridas en la cabeza en las semanas antes de su muerte, según la autopsia.
Los hermanos de Brandon, de siete y nueve años, respectivamente, estaban en el apartamento cuando llegó la Policía, pero no tenían heridas visibles. El hijo mayor testificó durante el juicio de Guzmán que ambos adultos abusaron de su hermano menor, incluyendo que no le daban de comer, lo forzaban a dormir en el piso y lo dejaban en una tina llena de agua fría.
