Cuando tuve a mi bebé y comencé a hacerle su papilla, el puré de zanahoria era uno de mis favoritos. Siempre probaba un poco del puré que hacía, para ver cómo había quedado.
Me gustaba tanto, que comencé a hacer un puré un poco más grueso que podía servir estilo puré de papá para los adultos. Hace poco evolucioné esa receta aún más, cuando miré un triste y abandonado chile morrón amarillo en mi cocina.
Le añadí el chile a las zanahorias mientras se cocinaban y luego lo molí todo junto con un poco de comino y mantequilla. Usé mi licuadora de mano y lo hice puré en la misma olla en que los herví. Así que no hubo necesidad de ensuciar cosas de más.
Esta es mi nueva manera favorita de comer zanahorias. El chile morrón le añade algo al platillo que simplemente lo hace brillar, sabes que estás comiendo zanahoria, pero también te das cuenta que tiene algo más que lo hace súper delicioso.
Aquí le paso las instrucciones para que usted lo haga en casa:
Pele y parta una libra de zanahorias. Quite el tallo y las semillas de un chile morrón amarillo y pártalo en pedacitos de aproximadamente una pulgada. Ponga las zanahorias y el chile en una olla mediana y añada caldo de vegetales (del que viene enlatado); necesitará aproximadamente tres vasos de caldo. Cocínelo sobre fuego medio durante unos 25 o 30 minutos, o hasta que las zanahorias estén blandas. Cuele todo y tire el caldo que utilizó. Con las zanahorias y el chile aún en la olla, añada dos cucharadas de mantequilla y una cucharada de cominos. Use una licuadora de mano para hacer todo puré. Si quiere, puede añadirle más cominos y aún más, si así lo desea. Si no le gustan los cominos, puede ponerle nuez moscada para añadir un poco de sabor.
