Cada vez más, las empresas de seguridad están expandiendo sus servicios a residencias privadas que han sido cubiertas para fumigación.
Algunas compañías de carpas para fumigación refieren a sus clientes a estas compañías.
“Es algo que hemos visto más en los últimos años”, comentó Scott Singer, director de desarrollo de negocios para guardNow, un servicio de seguridad que opera en los Condados de Los Angeles y Orange.
Las compañías proveen varios niveles de servicio a diferentes costos: guardNow, por ejemplo, cobra 240 dólares por cuatro horas para rentar a un guardia de seguridad que camina alrededor del área y una autopatrulla que está estacionada al frente de la vivienda. Las tarifas se reducen en 25 dólares por hora si los clientes quieren protección por más de 24 horas, añadió.
Los guardias de la compañía alternan sus labores entre asegurar el perímetro de la propiedad y conducir alrededor del vecindario.
“La gente siempre desea haber tenido un servicio de seguridad después de los hechos”, añadió Singer. “Pero para entonces, es demasiado tarde”.
Pero mientras los residentes locales se deshacen de un problema, poner una carpa y fumigar sus viviendas puede dejarlos vulnerables a otro problema: Ladrones.
El número de robos en estructuras que están siendo fumigadas no es un problema significativo, de acuerdo a la policía, pero los robos que acontecen toman lugar en viviendas grandes y pequeñas, modestas y lujosas.
A menudo, las víctimas pierden objetos valiosos o recuerdos.
Y es entonces cuando se enteran que el pago de la seguridad era su responsabilidad, no el de la compañía que tendió la carpa y fumigó sus viviendas.
Raúl Herrada, un propietario de vivienda en Fullerton, se sorprendió luego que alguien saqueó su casa mientras estaba siendo fumigada del mes pasado, dejando los closets vacíos y las gavetas de los armarios al revés. Los culpables, que no han sido atrapados, se llevaron solamente un objeto: un soplador de hojas. Pero también se llevaron algo más irreemplazable: La paz mental de Herrada.
“Ahora mi familia y yo somos más atentos”, comentó Herrada, quien tiene una esposa y es padre de tres hijos. “Nunca nos había ocurrido algo como esto con anterioridad”.
Y el problema no solamente afecta a las viviendas.
El 19 de mayo, dos hombres equipados con máscaras de gas y gafas de protección cortaron las carpas que cubrían a un complejo de apartamentos de 20 unidades en Garden Grove e ingresaron a algunos de los apartamentos. Uno de los ladrones fue arrestado con una bolsa con artículos robados, mientras que los otros escaparon con más de los inmuebles robados.
En ambos casos, las viviendas desocupadas no contaban con seguridad para protegerlas.
El año pasado, cerca de 15,000 trabajos de fumigación se llevaron a cabo en el Condado de Orange. Hay solamente 90 fumigadores con licencia en el condado, de los cuales 60 se encuentran actualmente activos.
Fumigar una casa en el Condado de Orange cuesta desde 1,100 dólares (para una casa móvil) hasta 3,000 dólares o más dependiendo de los pies cúbicos de la estructura, de acuerdo a Willy Leon, copropietario y operador de Carnival Fumigation en Fullerton.
Los inspectores que examinan las viviendas en búsqueda de pestes típicamente recomiendan fumigación a gran escala si encuentran infestaciones significativas o inaccesibles. La compañía podría recomendar tratamientos localizados si piensa que la infestación es mínima o limitada a un área accesible.
Propietarios de vivienda
Para Herrada, quien ha vivido en su casa en Fullerton por 12 años, la fumigación contra las termitas fue una necesidad. Él firmó la papelería con la compañía de carpas de fumigación la cual dijo que al igual que la mayoría de las compañías, no proveería seguridad.
Pero él no pensó al respecto.
“La gente fumiga todo el tiempo”, comentó. “Simplemente pensé manejar alrededor para revisar, pero no podemos estar aquí todo el tiempo con el trabajo”.
La vivienda de Herrada fue un blanco fácil. En su caso, el ladrón sacó los clavos de la carpa durante la noche e ingresó a su vivienda de un solo nivel a través de una ventana abierta.
¿Por qué estaba la ventana de Herrada abierta? Porque es parte del procedimiento de fumigación. Es necesario para que los ventiladores cubran completamente el espacio, de acuerdo a León.
Otra preocupación: las compañías de fumigación requieren que los residentes apaguen cualquier alarma de seguridad para que los trabajadores puedan entrar y salir cuando sea necesario. Esto añade otra dimensión de vulnerabilidad.
Aunque el veneno de termitas generalmente se disipa, sigue siendo un riesgo ingresar para los ladrones porque los gases tóxicos pueden permanecer. En abril del 2014, un presunto ladrón fue hallado muerto dentro de una vivienda fumigada en Westminster. Se cree que murió a causa de los gases.
“Otros podrían esperar a que los gases se disipen adecuadamente antes de ingresar a las viviendas”, comentó Jennifer Manzella, del Departamento de Policía de Newport Beach.
Esa ciudad solamente tuvo cuatro robos de viviendas que estaban siendo fumigadas en el 2014, pero en cada caso los sospechosos se llevaron joyas, objetos coleccionables y pequeñas piezas de arte.
León, el fumigador, admite que entrar a una casa que está siendo fumigada no es un desafío.
“Es bastante fácil”, dijo. “Ni siquiera tienen que sacar los clavos. Todo lo que tiene que hacer es usar una navaja y cortar la carpa e ingresar”.
Inquilinos
Cortar la carpa fue el método escogido por los dos hombres que ingresaron al complejo de apartamentos de Garden Grove a principios de este mes.
Usando gafas protectoras y máscaras para protegerse de los gases, cortaron las carpas repetidamente para ingresar. Las carpas por sí solas pueden costar hasta 800 dólares cada una, según Tai Asoau, director de campo para Megafume, una empresa de fumigación en Orange.
Los propietarios y directores no tienen la obligación de contratar seguridad, pero las compañías fumigadoras a menudo lo sugieren, especialmente en complejos comunales con multitud de espacios compartidos.
Asoau les aconseja a sus clientes que consideren obtener seguridad para sus viviendas.
Jesús Bautista, el director del complejo de apartamentos en Garden Grove, en el bloque 9300 de Chapman Avenue, dijo que el propietario no había contratado seguridad de ninguna clase para el edificio de dos niveles.
Los inquilinos en el complejo permanecieron en hoteles cercanos pagados por el propietario, lo cual es requerido por el Código Civil de California durante la fumigación. Los dueños y directores de propiedades también son responsables de informar a los inquilinos sobre cómo preparar sus unidades de vivienda para la fumigación.
“Esta es la primera vez que fumigamos y esto sucede”, dijo Bautista en las afueras del complejo el día después del robo. Los ladrones habían esperado un día después que se colocara la carpa sobre las unidades para ingresar. Afortunadamente, alguien los vio y llamó a la policía.
El sospechoso que fue arrestado ingresó en las últimas dos unidades y fue hallado con 4,000 dólares en joyería, efectivo y videojuegos, de acuerdo al teniente Bob Bogue del Departamento de Policía de Garden Grove. Algunos residentes posteriormente reportaron otros artículos faltantes que podrían haber sido tomados por el sospechoso que escapó.
“Estos robos no son nuevos; recuerdo perseguir a tipos que salían corriendo de las carpas hace 25 años”, comentó el teniente Ted Peaslee del Departamento de Policía de Garden Grove.
“Son como cualquier otro robo residencial. Es difícil rastrearlos”.
