SANTA ANA – Una multitud enardecida de más de 650 personas que protestan en contra del presidente electo Donald Trump se tomaron varias calles de Santa Ana y se enfrentaron a la Policía lanzando piedras, botellas y fuegos artificiales considerados ilegales, informaron las autoridades policiales.
Siete adultos y tres menores de edad fueron arrestados bajo sospecha de cometer varios delitos, que incluyen el asalto con arma mortal (al menos una de las piedras impactó a un agente), por estar ebrios en la vía pública, por daños a la propiedad, incluyendo cinco carro patrullas, entre otros.
“Estamos aquí para ayudar a que se cumplan los derechos de la Primera Enmienda… de manera civilizada” dijo el vocero de la Policía de Santa Ana, Anthony Bertagna. “Pero cuando la gente empieza a incumplir la ley, obviamente que no lo vamos a tolerar”, agregó.
Ninguno de las personas que protestaba terminó herido.
Más de 180 agentes de la Policía de Santa Ana y una docena de otras agencias del orden, se movilizaron y tomaron control de la protesta que empezó a eso de las 7 de la noche del miércoles. Los manifestantes bloquearon el tráfico de las Avenidas McFadden y la Calle Bristol.
A medida que transcurrían las horas, la protesta se volvió más numerosa y más violenta.
Mientras algunos de los manifestantes cargaban pancartas en contra de Donald Trump y lanzaban insultos, otros tiraban piedras y botellas a los agentes, quienes estaban armados con bastones y armas no letales como rifles que lanzan balas de goma y de pimienta.
Muchos de los fuegos artificiales que los manifestantes usaron iluminaron el cielo de Santa Ana y algunos terminaban cerca de los agentes policiales y los reporteros que cubrían el incidente.
En una formación antimotines (hombro con hombre) los agentes marcharon al unísono por casi dos millas desde la avenida Central, para dispersar a los manifestantes. Finalmente, los agentes se detuvieron y empezaron a lanzar disparos no letales a la multitud.
“Asegúrense que sepamos a dónde estamos disparando”, dijo un agente a cargo del operative.
Al menos cuatro carros patrullas de la Policía de Santa Ana y otro del Sheriff del condado de Orange, así como dos buses del transporte público fueron vandalizados.
Los manifestantes quebraron los parabrisas de los carropatrullas y saltaron sobre los autos. Un lector de placas valorado en $6,000 fue destruido.
Al menos dos negocios, sobre la Bristol fueron pintados con grafitti, dijo Bertagna. Varios vidrios de negocios del 7-Eleven fueron impactados con las rocas.
La Policía se preparaba para más protestas el jueves por la noche.