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El estado de California ya comenzó a planear cómo se realizará el proceso para otorgar licencias de conducir a los indocumentados.
El estado de California ya comenzó a planear cómo se realizará el proceso para otorgar licencias de conducir a los indocumentados.
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SANTA ANA Los inmigrantes que residen en Estados Unidos sin autorización legal suelen ser llamados “indocumentados” aunque portan una larga lista de papeles: pasaportes, tarjetas consulares de identificación, certificados de nacimiento de sus países y los de sus hijos nacidos aquí.

La cuestión radica en qué documentos requerirán para solicitar las largamente esperadas licencias para conducir en California el año próximo.

Las autoridades estatales tratan de lograr un equilibrio entre tener una licencia segura y hacerla accesible a los inmigrantes que por ahora están inhabilitados para conducir. La clave consiste en asegurarse de que éstos demuestren que son quienes dicen ser e impedir fraude sin exigir requisitos tan complicados que la gente desista de buscar la licencia.

“No podemos hacerla demasiado restrictiva”, afirmó Jan Mendoza, una portavoz del Departamento de Vehículos del estado. “Pero tenemos que asegurarnos de que esta gente sea quien dice ser y que viva en California”.

El estado ha propuesto asignar 67 millones de dólares del presupuesto del año próximo para emitir las licencias. Planea abrir cinco oficinas y contratar hasta un millar de trabajadores temporales para procesar aproximadamente 1.4 millón de solicitudes que se esperan en los primeros tres años del programa, dijo Lizette Mata, subdirectora de proyectos especiales en el Departamento.

California es el mayor pero no el primer estado en hacer frente a la cuestión. Once estados han promulgado leyes para extender licencias de conducir a los inmigrantes que están en el país sin autorización, muchos de ellos el año pasado, según el Centro Nacional de Derecho de Inmigración.

Para obtener la licencia en California, los inmigrantes tendrán que demostrar su identidad y que residen en el estado, firmar una declaración jurada y aprobar exámenes de manejo teóricos y prácticos al igual que los demás conductores. Las licencias contendrán una marca distintiva y no servirán como identificación federal.

Los defensores de los inmigrantes instan a las autoridades estatales a ser flexibles con la documentación de identidad de los inmigrantes, como licencias de conducir extranjeras o tarjetas de votación. Algunos sugieren que los inmigrantes puedan usar los certificados de nacimiento de sus hijos en Estados Unidos, registros escolares o bautismales, para demostrar su propia identidad.

“Como estamos lidiando con la población indocumentada, queremos asegurarnos de tener medios no convencionales para que la gente demuestre su identidad”, afirmó Ronald Coleman, gerente de asuntos gubernamentales en el Centro de Política Inmigratoria de California.

En Illinois, que empezó a emitir las licencias el año pasado, los defensores de los inmigrantes trataron de que se incluyeran los documentos pertenecientes a los hijos de estos nacidos en Estados Unidos, pero las autoridades lo rechazaron, dijo Fred Tsao, director de política en la Coalición de Illinois para Derechos de Inmigrantes y Refugiados.

En un principio Illinois consideró exigir a los inmigrantes que presentaran la información de contacto de sus caseros, pero las autoridades estatales se echaron atrás debido a que los inmigrantes temían ser desalojados una vez que se revelara su situación, explicó.