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Un collage con las fotografías borrosas de las 14 personas que murieron en el ataque de San Bernardino del 2 diciembre de 2015, junto con flores artificiales en un monumento improvisado cerca del Inland Regional Center en San Bernardino, California, el 18 noviembre de 2016. (AP Foto/Jae C. Hong)
Un collage con las fotografías borrosas de las 14 personas que murieron en el ataque de San Bernardino del 2 diciembre de 2015, junto con flores artificiales en un monumento improvisado cerca del Inland Regional Center en San Bernardino, California, el 18 noviembre de 2016. (AP Foto/Jae C. Hong)
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SAN BERNARDINO, California, EE.UU. (AP) — La ciudad de San Bernardino, al este de Los Ángeles, recordaban el viernes a las 14 personas que murieron y a las 22 que resultaron heridas hace un año durante un ataque que según los investigadores fue cometido por personas inspiradas en el grupo Estado Islámico.

La mayoría de los asesinados eran colegas del inspector de salud del condado Syed Rizwan Farook. Él y su esposa paquistaní, Tashfeen Malik, fueron quienes abrieron fuego durante un almuerzo de fin de año para los empleados de salud del condado.

Los empleados guardarían un momento de silencio a las 10:58 am, el momento en que se recibió la primera llamada al número de emergencias 911, dijo Felisa Cardona, una portavoz del condado.

“Sólo queremos recordarlos, honrarlos y apoyarnos mutuamente”, agregó Cardona. “Va a ser un día difícil para todos nosotros”.

Se planeó una ceremonia en la que con habrá discursos de líderes religiosos y de la policía de la ciudad de 216.000 habitantes.

Ceremonia pública

La ciudad de San Bernardino celebrará una ceremonia pública el viernes por la noche. La banda indígena de San Manuel de la Misión encenderá un hito emblemático con forma de punta de flecha en las cercanías.

Los residentes han trabajado duro para prevenir otro ataque de intolerancia o terrorista. Varios sacerdotes formaron una alianza interreligiosa, las familias de las víctimas han llamado a la tolerancia y los residentes musulmanes emprendieron una campaña para educar a los vecinos sobre el islam.

El sargento Emil Kokesh dijo que el ataque también les hizo ver la necesidad de mantenerse en forma. Kokesh llegó al lugar minutos después del tiroteo y estuvo allí durante más de un día, ayudando a las víctimas. Acabó dolorido durante dos semanas, lo que hizo que él y otros compañeros adoptaran el ciclismo para ponerse en forma.

En memoria de las víctimas, la policía organizó una rodada ciclista de 23 kilómetros (14 millas) que terminará cerca del sitio del ataque. También se realizará allí un servicio conmemorativo breve.