SAN SALVADOR Las pandillas han asesinado a 10 policías y cuatro militares en El Salvador durante noviembre, el mes que registra el mayor número de víctimas en lo que va del año.
El ministro de Justicia y Seguridad Pública, comisionado Mauricio Ramírez Landaverde, dijo durante una entrevista con la televisión que las pandillas buscan doblegar al gobierno para que se siente a negociar una tregua como se hizo en el pasado.
“Pero no van a lograr lo que buscan, vamos a seguir adelante”, afirmó.
Hombres cubiertos con pasamontañas, presuntamente pandilleros, armados con pistolas y fusiles AK-47, asesinaron el miércoles al sub inspector de la Policía Nacional Civil, Lorenzo Rojas Herrara, y a su hijo Marvin, estudiante universitario, y dejaron herida a la esposa del oficial.
El director general de la Policía, comisionado Howard Cotto, dijo que entre cuatro y cinco atacantes esperaron a que el policía saliera de su casa y cuando se aprestaba abordar el vehículo con sus familiares, les hicieron al menos 40 disparos.
Cotto dijo con la muerte del sub inspector se eleva a 44 la cifra de agentes asesinados en lo que va del año. Agregó que noviembre ha sido el mes con mayor número de agentes muertos a manos de pandilleros.
Este nuevo ataque se produce en momentos que las autoridades trasladaban a un penal de máxima seguridad a más de 40 pandilleros recluidos en cárceles y que están siendo procesado o ya han sido condenados por atentar contra policías y militares.
En marzo las principales pandillas de El Salvador anunciaron el cese de sus ataques y pidieron al gobierno que no implementara las anunciadas medidas extraordinarias para combatirlas, pero las autoridades rechazaron la oferta y advirtieron que continuarán combatiéndolas.
Las pandillas, que tienen presencia en barrios y colonias populares de todo el país, son grupos de jóvenes y adultos involucradas en el narcotráfico y el crimen organizado, que extorsionan y cobran renta a comerciantes y empresarios del transporte, y asesinan a los que se niegan a pagar.
