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SAN SALVADOR, El Salvador.- El vicepresidente de El Salvador aseguró el martes que han logrado interrumpir la comunicación entre los cabecillas de las pandillas que guardan prisión y sus estructuras en las calles y adelantó que preparan una fuerza especial para desarticular a esos grupos armados.

El vicepresidente Oscar Ortiz explicó en una entrevista con la televisión local que una de las primeras medidas impulsadas por las autoridades de seguridad fue “aislar, cortar todo tipo de comunicación” entre los cabecillas de las pandillas detenidos y los miembros de esos grupos “para que no sigan reproduciendo actividad criminal”.

“Hemos avanzado no menos del 80% y esto se está traduciendo que hacia afuera se ha reducido drásticamente el nivel de extorsiones y sobre todo la planificación de nuevos asesinatos de manera articulada”, dijo Ortiz sobre la decisión de obligar a las empresas telefónicas a cortar la señal en las cárceles, desde donde salen las órdenes para cometer homicidios, extorsiones y otros delitos.

Simultáneamente buscan “golpear duramente” a las pandillas fuera de las cárceles. “La misión es desarticularlos, reducirlos, golpearlos y sobre todo buscar de manera dirigida la estructura estratégica que representa el primer nivel de mando, el segundo nivel de mando y el tercer nivel de mando”, explicó Ortiz.

Agregó que “a estos grupos criminales los tenemos que reducir tanto dentro de las comunidades donde están establecidos como en las zonas fuera de esas comunidades”.

Ortiz también destacó la importancia de desarmar la estructura de la extorsión que golpea fuertemente la economía de todos los salvadoreños y que según afirmó es la fuente de financiamiento de las pandillas.

“La estructura criminal se mantiene de la extorsión, es como su sangre, hay que cortarle ese flujo de sangre y hay que ir por todos los bienes, hay que ir por los patrimonios y hay que tratar de garantizar que esa vinculación entre extorsión y crimen que está estrecha, hay que separarla”, agregó.

Explicó que todas las medidas, incluida la puesta en marcha de una fuerza especial de reacción rápida que estará disponible las 24 horas de los siete días de la semana y estará integrada por 1.000 hombres entre policías y militares, están encaminadas a desarticular a las pandillas.

Detalló que esta fuerza especial “va a tener una misión muy específica de buscar esos grupos, esas pequeñas columnas que andan armadas en las zonas rurales, de identificar con la inteligencia adecuada a los líderes de estas estructuras que están siendo los organizadores y que son los que están dirigiendo a pequeña o mediana escala la reproducción del crimen en las comunidades”.

Estas y otras medidas extraordinarias se darán a conocer en los próximos días y se espera que arrojen resultados positivos en un año, añadió.

“Estoy convencido que el próximo año con el esfuerzo de todos, este tema (de las pandillas) tiene que cambiar, tenemos que hacer un punto de quiebre”, sostuvo. Dijo que siempre existe la posibilidad de respuestas violentas de las pandillas y “por eso tenemos que ser más efectivos en lo que vamos hacer”.

Ortiz indicó que 450 cabecillas de las pandillas han sido confinados a celdas de aislamiento y se ha comenzado su traslado a un penal de máxima seguridad donde permanecerán bajo un régimen especial y sin ningún tipo de comunicación con el exterior. A su vez se van a reforzar las celdas de aislamiento en las cárceles declaradas en emergencia.

Las pandillas están integradas por más de 70.000 jóvenes y adultos. Más de 13.000 están presos. Según las autoridades son los responsables de la mayoría de los crímenes que se cometen en el país.