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  • Un salón de masaje sobre PCH en Sunset Beach está...

    Un salón de masaje sobre PCH en Sunset Beach está a sólo unas cuantas puertas de otro salón. También hay otro negocio al cruzar la calle. Una ley recientemente promulgada hace posible que las ciudades, no el estado, regulen las salas de masajes. En varias ciudades en el Condado de Orange donde los lugares ilícitos han prosperado nuevas leyes están siendo promulgadas para frenar posible actividad ilegal.

  • Jake Fitzgerald, un oficial comunitario con el Departamento de Policía...

    Jake Fitzgerald, un oficial comunitario con el Departamento de Policía de Huntington, inspecciona un negocio de masajes ubicado sobre Beach Blvd. en Huntington Beach. Existen 74 de estos salones en la ciudad. Algunos son fachadas para la prostitución.

  • Este mapa muestra dónde hay salones de masaje en Huntington...

    Este mapa muestra dónde hay salones de masaje en Huntington Beach.

  • Un letrero que anuncia ‘masajes de cuerpo completo’, es visible...

    Un letrero que anuncia ‘masajes de cuerpo completo’, es visible desde la calle Beach Blvd. en Huntington Beach, en marzo 2013.

  • Una posible víctima de tráfico humano que trabajaba en un...

    Una posible víctima de tráfico humano que trabajaba en un salón de masajes ilegal, espera ser transportada en un carro de la policía, después de una redada pasada en Garden Grove.

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Mientras que muchos negocios estuvieron cerrados durante la recesión, hubo una industria que se expandió – las salas de masajes.

Estos lugares que a menudo (pero no siempre) ocultan operaciones de prostitución se diseminaron por todas partes en el Condado de Orange, incluso en años en que muchos otros negocios estaban fallando.

Parte del problema fue la regulación del estado. Una entidad sin fines de lucro creada en el 2009, el Concejo de Terapia de Masajes de California, apoyó reglas que hicieron difícil que las ciudades regularan a las salas de masajes. Como resultado, estas salas podían iniciar operaciones, recibir infracciones de la policía si se determinaba que eran centros de prostitución – y luego reabrir un día después bajo una nueva administración.

Ahora, poco a poco, eso está empezando a cambiar. Una ley recientemente promulgada hace posible que las ciudades, no el estado, regulen las salas de masajes. En varias ciudades en el Condado de Orange donde los lugares ilícitos han prosperado nuevas leyes están siendo promulgadas para frenar la actividad ilegal.

Huntington Beach ha planteado nuevos reglamentos de zonificación para los lugares.

Fountain Valley y Los Alamitos establecieron moratorios en nuevas salas. Stanton aprobó una ley que requiere que estos salones obtengan una nueva licencia cada dos años y que operen en vecindarios comerciales de la ciudad.

Y en Newport Beach, una propuesta ordenanza especificaría que partes del cuerpo pueden o no recibir masajes.

“Todos hemos escuchado del problema del tráfico humano. Es una vergüenza”, comentó recientemente el concejal de Huntington Beach, Dave Sullivan desde el estrado del concejo. “Si la municipalidad, y nosotros como grupo, no hacemos algo sobre la trata de personas, no merecemos estar aquí”.

Pero funcionarios municipales y la policía han dicho que las regulaciones y la fuerte retórica probablemente no revertirán el auge de salas de masajes de los últimos años. Años de leyes laxas han dejado que una historia antigua y rentable tome raíz.

“Simplemente está fuera de control”, comentó el capitán de policía de Huntington Beach, Bill Stuart.

A mediados de la década de los 2000’s, Huntington Beach tenía nueve salas de masaje y cuatro detectives que investigaban ese tipo de crímenes. Hoy día, después de años de recortes policiales, la ciudad cuenta con dos detectives – y con más de 70 salas de masajes.

En un día reciente durante la tarde, esos dos detectives pasaron a revisar una de varias docenas de salas que cubren el Boulevard Beach.

Dos mujeres, una de ellas una empleada y la otra su amiga, se encontraban en la desierta sala de espera, la cual estaba tranquila excepto por el sonido del agua que fluía de una fuente. Señales gigantes mostraban a una mujer que recibía un masaje cubriendo las ventanas teñidas de local.

Los detectives checaron cuartos de la sala de masaje pero no encontraron a clientes realizando actividades ilícitas. Finalmente, extendieron infracciones por toallas mohosas y duchas sucias – nada relacionado con la prostitución.

Es lo que hacen para disuadir a las personas por ahora. Pero algunos esperan que la policía y otras agencias en muchas ciudades pronto puedan hacer más.

“Creo que la (nueva ley estatal) verdaderamente lleva esto de vuelta a una respuesta comunitaria. (Y) cuando la ley empiece a ser implementada, veremos algo de limpieza de salas ilegales de masajes en nuestras comunidades”, dijo Sandie Morgan, profesora en la Universidad Vangard y experta en tráfico humano. “La responsabilidad es local ahora”.

En Stanton, la lucha contra las salas de masajes se asemeja más a una guerra territorial.

Dentro de las 3.1 millas cuadradas de la ciudad, el número de salas de masaje aumentó de cero a 36 del 2009 al 2014. Antes de eso, Stanton solamente tenía un negocio relacionado con la salud, una oficina de quiropráctico, y no se sospechaba de actividad criminal, según Omar Dadabhoy, el director comunitario y de desarrollo económico de la ciudad.

“Vimos un gran impacto en la ciudad cuando el estado tomó el control”, agregó.

Pero mientras las salas de masajes crecían en Stanton, también lo hizo la supervisión policial. En años recientes, agentes del alguacil entrevistaron a docenas de personas en Stanton ligadas a salas de masajes sobre su conexión con la trata de personas (tráfico humano).

Morgan, el ex administrador del Equipo de Trabajo contra el Tráfico Humano del Condado de Orange, dijo que el tráfico – la servidumbre forzada, a menudo involucra a mujeres o muchachas de Asia y requiere que trabajen en el comercio sexual – es un componente clave del aumento en el número de negocios ilícitos de masaje.

Algunas salas de masaje son monitoreadas por cámaras y las trabajadoras son transportadas desde su lugar de vivienda para trabajar durante largas horas, otra reciben más libertad. Aun así, según Morgan, la mayoría no escapan por temor a lo que pueda sucederle a sus familias en sus lugares natales.

“La prisión no es una prisión física; no son esposas y un candado y una llave. Es una prisión mental”.

Otro factor que hace difícil la lucha contra el comercio de masajes ilícitos es el dinero.

Las pandillas están cada vez más involucradas en la prostitución en lugar de drogas, teniendo ingresos más altos porque su producto (o servicio) no desaparece una vez que es vendido.

“Solamente puedes vender una bolsita de marihuana una vez, pero puedes vender a una muchacha muchas veces durante la noche”, dijo Paula Daniels, una pastora que creó la organización sin fines de lucro, Forgotten Children, en Garden Grove, la cual ayuda a víctimas del tráfico humano.

Pero aún con los factores que impulsan a las salas ilegales de masajes, las ciudades apenas empiezan a luchar ahora que cuentan con el poder para hacerlo.

Si el Concejo Municipal de Huntington Beach adopta su propuesta ordenanza de masajes, ésta podría reducir el número de salones a casi la mitad. Y en Newport Beach, las propuestas reglas de masajes incluyen más que las partes del cuerpo – está también prohíbe que cualquier persona viva un salón de masajes y elimina las señales de luz intermitentes.

“Creo que es importante que protejamos a los lugares que son legítimos”, dijo Billy O’Connell, concejal de Huntington Beach. “Pero cualquier persona que este ejecutando una operación legal deberá ser sacada de la ciudad”.