SANTA ANA – Con cantos, rezos y alabanzas llevan cargando a Santiago Apóstol al frente de la peregrinación. Él en su jinete y vestido de blanco imponiendo su camino, mientras que en el rostro de los que lo cargan se nota alegría, serenidad y orgullo. Algunos de ellos con los ojos humedecidos de la emoción.
Unos metros atrás al son de la banda danzan los Tlahualiles mostrando sus plumajes como unos pavorreales. El sol del atardecer se refleja en la lentejuela y el brillo de las máscaras como si fueran diamantes.
Como ya es de tradición, cada 25 de julio y 4 de agosto se celebran la fiestas patronales en honor al Patrón Santiago, como es mejor conocido, en Sahuayo, Michoacán, pero desde hace cuatro años, los festejos también se hacen presente en la iglesia Inmaculado Corazón de María en Santa Ana.
Por cuarto año consecutivo la Fundación Sahuayo organizó la celebración en honor a su patrón, la cual no sólo consistió de una peregrinación, misa y kermés, sino de un punto de reunión para muchas familias donde se recuerda y enseña la tradición.
La Fundación Sahuayo trabaja localmente para recaudar fondos y enviarlos a su pueblo, donde se enfocan en ayudar a niños con discapacidades. El dinero que se llegue a recaudar durante los eventos en honor a Santiago Apóstol, serán para esa causa.
Para Jesús Bravo, quien por primera vez asiste a esta celebración en Estados Unidos, es muy importante inculcarle a sus hijos y a su esposa sus tradiciones ya que él participó como Tlahualile en las celebraciones de Sahuayo, antes de migrar a Estados Unidos.
A pesar de su entusiasmo por participar en la peregrinación junto a su hija como Tlahualiles, dijo que se llena de sentimientos encontrados porque la celebración le trae muchos recuerdos de su pueblo y de su gente, ya que no ha podido regresar desde hace 20 años que salió de él.
Juan José Granados, voluntario de la Fundación Sahuayo, tiene cuatro años asistiendo a las fiestas patronales del Patrón Santiago en Santa Ana, ya que para él y su familia se ha convertido en una tradición asistir año con año.
Además, dijo que asistir es algo muy grande para él y su familia por todos los milagros que el Patrón Santiago les a concedido, “año con año le hemos pedido muchas cosas al santo y se nos han hecho realidad”.
Este año Granados participó como Tlahualile en la peregrinación como manda por el milagro que le pidió al santo.
“La manda fue de cuando nació mi hijo. Le pedí que naciera bien y que viniera bien. Gracias a Dios está bien ahorita, y gracias a Dios hemos estado bien”, dijo Granados.
Por su devoción, para Gerardo Manzo también es muy especial que toda su familia lo acompañe en las celebraciones; sus tres hijos lo acompañaron en la peregrinación, cada uno con su propio Tlahualile y danzando al son de la banda.
No es primera vez que sus hijos lo acompañan en una peregrinación. Dijo Cecilia Manzo, esposa de Gerardo, que las niñas y su hijo mayor disfrutan cada aspecto de lo que es un Tlahualile, desde el disfraz hasta la danza.
A pesar de que Alejandro Navarro no es de Sahuayo, y no sabía de estas fiestas, también, no sólo cree que la tradición es muy bonita, sino que considera que es importante que otras generaciones las continúen.
“La tradición es lo más bonito. Yo no soy de esta [tradición] pero es algo muy bonito que no se mira en mi pueblo, ni en esos lados de Michoacán. Es bonito conocer las tradiciones, que los niños sigan algo de sus papás, de las tradiciones viejas que tienen los pueblos”, dijo Navarro.
Navarro también dijo que recomienda a otras personas a que conozcan de esta fiesta y tradición. Tanto le gusto la celebración de Santa Ana que dijo que ojalá y el próximo año pueda asistir a las celebraciones del Patrón Santiago, pero en Sahuayo, Michoacán, y no aquí.
A Ignacio Sánchez Mendoza, presidente de la Fundación Sahuayo también lo acompañó su familia y dijo que el apoyo de la familia, especialmente en eventos como este es bastante importante.
Sánchez Mendoza dijo que gracias a su familia y a todas las familias que ayudaron, el evento fue posible.
Ni las altas temperaturas, ni el calor de los quemadores impidió que las enchiladas, los tacos y todos los antojitos tradicionales de Sahuayo se terminaran.
No hubo un conteo de las personas que asistieron, pero Sánchez Mendoza cree que fueron más de 2,500 personas, superando la asistencia del año pasado.
Siguen las celebraciones
El sábado 1 de agosto, la kermes comenzará a las 5 p.m., la peregrinación a las 6:15 p.m., la misa a las 7 p.m. y después de la misa continuarán con la kermes y la danza de los Tlahualiles.
El cierre de las fiestas patronales el próximo domingo, 2 de agosto en la iglesia Inmaculado Corazón de María, localizado en el 1100 S. Center Street, en Santa Ana.