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    El Obispo Gerald Barnes, al centro, y los sies nuevos sacerdotes durante su ordenacíon el sábado, 21 de mayo en la iglesia Saint Paul the Apostle en Chino Hills.

  • Rev. Jose Antonio Orozco

    Rev. Jose Antonio Orozco

  • Rev. Carlos Martinez

    Rev. Carlos Martinez

  • Rev. Ken Vu

    Rev. Ken Vu

  • Rev. Hau Vu

    Rev. Hau Vu

  • Rev. Tomas Guillen

    Rev. Tomas Guillen

  • Rev. Dominic Vu

    Rev. Dominic Vu

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CHINO HILLS – La familia del Reverendo Ken Vu acudió en masa desde lugares lejanos y cercanos para presenciar su ordenación como sacerdote junto a otros cinco seminaristas en una misa especial el sábado, 21 de mayo, que llenó a capacidad cada rincón de la Iglesia San Paul el Apóstol en Chino Hills.

Vu fue uno de seis sacerdotes ordenados, lo que equivale a la promoción más grande de seminaristas desde el 2008, en un servicio espiritual de dos horas y media, dirigido por el Obispo Gerald Barnes, de la Diócesis de San Bernardino, que en un momento dado ocasionó una ovación de pie de 40 segundos. La asistencia fue de cerca de 2,000 personas, a quienes se les habló en varias ocasiones en tres idiomas – inglés, español y vietnamita.

La Iglesia Católica Romana podría estar teniendo problemas en atraer sacerdotes en estos días, pero la misa de ordenación fue un lleno total.

De acuerdo con Twan Vu, el hermano del cura, cerca de 50 familiares, algunos de los cuales llegaron de fuera de los EE. UU., ayudaron con la cifra de asistencia. Indicó que su familia de cinco hijos y dos hijas llegaron a los EE. UU. de Vietnam en 1993, y se asentaron en el condado de Orange.

“Esto es trascendental”, dijo Twan Vu, de 33 años, de Westminster. “Él es el único hermano sacerdote, y el único que tiene la intención de ser sacerdote. Es un gran honor, especialmente en nuestra cultura. Es algo muy respetado, y algo que muchas familias anhelan lograr, un honor muy grande”.

Los otros sacerdotes ordenados el sábado fueron: Tomás Guillén , Carlos Martínez, José Antonio Orozco, Dominic Vu y Hau Vu (los Vu no son familiares).

Una hora después de terminar la ceremonia, Ken Vu todavía estaba de pie delante del altar ofreciendo bendiciones personales a quienes pedía la bendición del nuevo cura. Muchos de ellos eran familiares cercanos y lejanos.

“Ahora es el momento para que sirva a los demás”, dijo Vu.

Una de las características especiales de este día tan importante para los recién ordenados sacerdotes es el descubrir dónde trabajarán en el futuro. Vu se enteró que fue asignado a la Iglesia Beata Teresa de Calcuta en Winchester.

El Reverendo Tom Burdick, el pastor de Beata Teresa de Calcuta, se acercó a él después de la misa para darle la bienvenida.

“Les he dicho por 10 años que nuestra parroquia es demasiado pequeña, que nunca tendríamos a un asociado”, dijo Burdick. “Así que su llegada en una bendición maravillosa”.

La ceremonia de ordenación sucede en un momento en que la Iglesia Católica está teniendo dificultades para atraer a los hombres jóvenes al sacerdocio.

Cuando Barnes anunció formalmente que los seis habían sido elegidos para ser sacerdotes, transcurridos casi 30 minutos de la misa, provocó una gran ovación que resonó a través de la iglesia y continuó durante unos 40 segundos.

“Creo que los seis jóvenes se levantaron y vieron a la cantidad de personas presentes hoy, vieron sus sonrisas y sus lágrimas, y escucharon el ensordecedor aplauso, no hay duda que estos seis jóvenes saben que se les quiere mucho”, dijo Barnes desde púlpito. “Y rezo para que ésta escena donde ven al pueblo de Dios aplaudiendo, sonriéndoles y acompañándolos, se quede con ustedes para siempre”.

La iglesia católica está experimentando una grave escasez de sacerdotes. Durante los últimos 50 años, la proporción nacional de sacerdotes por parroquia se ha reducido a la mitad —de 2 a 1, a 1 a 1. Esa escasez es especialmente aguda en la diócesis donde cada sacerdote atiende a unos 6,117 feligreses.

Pero uno de los sacerdotes ordenados, Guillén , un residente de Moreno Valley que asistió a Rancho Verde High School, vio en la ceremonia del sábado las semillas de un mejor futuro para la iglesia.

“Es una experiencia maravillosa”, dijo Guillén . “El ver a tantas personas reunidas, tantas culturas y distintos puntos de vista. Todos somos una sola iglesia”.

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