Rompiendo el silencio

Primera de dos partes.

Esta no es una historia de tristeza ni dolor.

Esta es una historia de supervivencia, superación y felicidad y aunque la tristeza y el dolor sí han formado parte de ella, Virginia Isaías quiere que todos la conozcan porque sabe que ya es momento de romper el silencio.

“Estoy feliz”. Con una sonrisa en el rostro contesta Isaías a la pregunta de cómo está. “También”, confiesa “estoy cansada, pero más que nada feliz”.

Ese cansancio y esa felicidad son el resultado de dos años de arduo trabajo y de tocar muchas puertas, para lograr la apertura de la Fundación de Sobrevivientes de Tráfico Humano, con base en el condado de Orange.

La organización se enfoca en brindar apoyo a personas que han sobrevivido al tráfico humano; algo que Isaías conoce muy bien y algo que durante este mes, el Mes Internacional de la Mujer, quiere compartir con todas las mujeres.

Para Isaías la vida no ha sido necesariamente fácil. Originaria de Guadalajara, Jalisco, creció dentro de un hogar con un padre abusivo con su madre. A los 15 años su padre la obligó a casarse con un hombre a quien ella ni siquiera conocía. Con él se mudó a Estados Unidos, en donde estableció una vida y un hogar.

Pero ese hogar no era feliz. En manos de su esposo vivió varios abusos por largos años.

Huyendo de maltratos, Isaías decidió hacer un viaje a su lugar de origen.

Durante ese viaje a Guadalajara fue secuestrada junto con su hija y vendida a una red de crimen organizado que secuestraba mujeres con hijos pequeños.

“Me golpearon y no supe absolutamente nada qué paso conmigo”, describe Isaías en un documental. “Cuando desperté estaba en una casa abandonada, tirada en el suelo, desnuda y con mi niña también sin ropa”.

Tres meses permaneció ahí. Fueron los meses más difíciles de su vida.

“Fui torturada y abusada de muchas maneras”, recuerda Isaías mirando hacia abajo y con la voz quebrada.

Siempre con esperanzas de sobrevivir. Siempre intentando escapar. Ella nunca perdió las ganas de vivir.

En dos ocasiones distintas trató de huir, no lo logró.

Finalmente pudo hacerlo definitivo la tercera vez.

Pero para su hija, ya era demasiado tarde.

“Mi hija fue vendida,” cuenta Isaías.

Su propósito entonces se convirtió en uno solo: recuperar a su hija. Algo que a base de mucho esfuerzo personal logró.

Finalmente, después de lo que pareció tanto tiempo, Isaías pudo regresar a Estados Unidos, y fue entonces que comenzó a rehacer su vida.

Esta es la historia que Isaías quiere que todos conozcan. Y aunque admite que al principio fue difícil compartirla, considera que es importante que la gente la conozca para que se dé cuenta que experiencias como éstas sí se pueden superar.

“Para mí es difícil compartir lo que me pasó, por nuestra cultura”, dijo Isaías. “Pero es importante hacerlo”.

Es por eso que este mes, la Fundación de Sobrevivientes de Tráfico Humano realizará un evento especial exclusivamente para mujeres, en el que Isaías no sólo compartirá su historia, sino que espera poder ayudar a otras mujeres a entenderse más a sí mismas.

“Es una oportunidad de que la gente haga un viaje a su interior y que conozca cómo funciona el cerebro de la mujer”, dijo.

La conferencia “Cerebro de Mujer” estará liderada por Martín Aparicio, quien forma parte de la organización Universo Consciente, que busca “transformar y mejorar vidas alrededor del mundo, proporciona una transformación social que redundará en mejores y más felices seres humanos…”, según su sitio web oficial.

Como parte de la conferencia, Aparicio busca darle a las mujeres un mejor entendimiento de por qué actúan de determinada manera.

Según explicó Isaías, las mujeres tienen necesidades biológicas y una mente diferente a la de los hombres, lo que muchas veces las llevan a actuar de diferente manera o incluso las llevan a caer en situaciones de tensión o abuso.

Esto es precisamente lo que Isaías espera poder evitar. Es por eso que hace un llamado a todas las mujeres para que asistan a la conferencia.

“Para mí es súper importante que las mujeres asistan porque hay un muy alto porcentaje de mujeres que son afectadas”, dijo Isaías. “Esta conferencia es la oportunidad de que se den cuenta cuál es la necesidad de la mujer”, dijo.

“También creo que la conferencia es un buen regalo para la comunidad”, aseguró Isaías ya que según ella el área en donde la conferencia se llevará a cabo tiene una gran necesidad.

Isaías sabe que cada mujer que asista al evento tendrá casos diferentes, pero espera que al final logren aprender que puede haber una solución para cada una de sus historias. Pero aún más importante que eso, ella espera que las mujeres logren comprenderse más a sí mismas.

Hoy Isaías no sólo ha vuelto a rehacer su vida, sino que se considera una mujer feliz y lista para poder apoyar a otras personas que han sido víctimas del tráfico humano y ayudarlas a que también ellas encuentren la felicidad.

“Soy una mujer feliz, libre y líder”, dijo Isaías con una sonrisa en el rostro y con seguridad en su voz. “Ahora ya lo puedo decir”.