El concejal de Perris Julio Rodríguez, quien ya fue abatido con cargos por el delito mayor de drogas y las denuncias de sus críticos, ahora enfrenta una campaña para expulsarlo de su puesto en el Concejo Municipal.
Michael Weir, organizador de la campaña, presentó a Rodríguez la notificación de la intención de distribuir una petición para destituirlo en la reunión del Concejo Municipal la noche del martes. La notificación requería las firmas de 20 votantes inscritos.
Weir le dijo a Rodríguez que había deshonrado a la ciudad y tenía que salir del Concejo. Los colegas concejales han hecho todo lo que pueden para sacarlo, despojaron a Rodríguez de sus nombramientos para comités en agosto, explicó Weir.
“Le toca a la comunidad hacer que suceda”, dijo.
Señaló que Rodríguez, en una reunión anterior del Concejo Municipal, retó a sus detractores a destituirlo.
“Así que estoy tomándole la palabra”, dijo Weir.
Rodríguez, de 29 años, fue acusado el mes pasado del delito grave de posesión de metanfetamina y dos cargos por suministrar metanfetamina. También es acusado de estar bajo la influencia de metanfetamina y la posesión de una pipa para consumir drogas —ambos delitos menores. La lectura de cargos está programada para el 29 de octubre y está en libertad bajo una fianza de $30,000. Las acusaciones son el resultado de su detención en junio en un motel de Perris.
Rodríguez ha ignorado las peticiones para que dimita de su cargo.
En una entrevista el miércoles, se negó a hablar sobre las acusaciones penales en su contra.
“Quiero pedir disculpas a toda la comunidad por la pérdida momentánea del buen juicio”, dijo Rodríguez, quien agregó que lamentaba la vergüenza que causó a la ciudad y que está trabajando arduamente para recuperar la confianza del público.
La noche del martes, Rodríguez entró por una puerta lateral cuando iniciaba la reunión del Concejo Municipal. El Juramento a la Bandera estuvo a su cargo e hizo preguntas sobre varios asuntos pertinentes de la ciudad. Después, llegó el momento de los comentarios del público.
Weir entregó a Rodríguez el aviso de petición junto a varios aplausos de la audiencia.
“Nuestros funcionarios públicos piensan que están por encima de la ley”, dijo Weir. “No es así. Ellos trabajan para nosotros”.
Varias personas hablaron en contra de Rodríguez durante la reunión, incluyendo la residente de Moreno Valley, Alicia Espinoza, una activista local que con frecuencia se interesa por cuestiones de Perris. Espinoza causó un gran revuelo en la sala del Concejo con la lectura en voz alta de pasajes explícitos de documentos del tribunal que describen encuentros sexuales entre Rodríguez y dos hombres en una habitación de motel antes de su arresto.
Un hombre se opuso a la lectura, y gritaba que había niños presentes en la sala. El alcalde Daryl Busch estuvo de acuerdo.
