Skip to content
  • Ray Reyes, maestro de matemáticas en la Preparatoria Aquinas en...

    Ray Reyes, maestro de matemáticas en la Preparatoria Aquinas en San Bernardino, observa a sus estudiantes mientras toman el examen final el jueves, 4 de junio. Reyes trabaja en varios empleos para proveer para su familia, desde servir de árbitro en deportes juveniles a administrar una taquería para eventos especiales con su esposa.

  • Ray Reyes de San Bernardino, ayuda en la cocina después...

    Ray Reyes de San Bernardino, ayuda en la cocina después de la cena con su familia, que incluye a sus hijos, Isaiah, 11, e hija Victoria, 8, el lunes, 9 de junio 2015.

  • La familia de Ray Reyes, un papá de San Bernardino,...

    La familia de Ray Reyes, un papá de San Bernardino, cena juntos en su casa el lunes, 9 de junio 2015. Este papá es un maestro en una escuela católica y tiene otros trabajos para ganar dinero extra para su familia.

of

Expand
Author
PUBLISHED: | UPDATED:

Empleos extra: Coadministrador de la taquería R and M Taco Catering, árbitro de fútbol americano y basquetbol de secundaria, entrenador del equipo varsity de golf y junior varsity de basquetbol de Aquinas, organiza las actividades de los estudiantes de Aquinas y da clases de verano.

Ray Reyes lanzó un sartén con carne asada picada sobre una plancha de acero caliente. La carne crujía mientras la separaba con una espátula de metal.

Ese sábado, el maestro de matemáticas de Aquinas High School cambió su salón de clases por la cocina de Taco Joe’s en Colton para preparar la comida para una fiesta de graduación de la escuela secundaria. El aroma de frijoles refritos y arroz se propagaba desde las parrillas de vapor.

Alguien lava los utensilios cerca de una puerta trasera abierta, mientras que el residente de San Bernardino, de 42 años y padre de dos, rocía los condimentos sobre la carne. Su frente brilla por trabajar en el área más caliente de la cocina.

“Antes de empezar esto hace cuatro o cinco años, nunca cociné nada. Lo único que cocinaba era macarrón con queso”, dijo, con guantes de huele y un corte de pelo deportivo. “Así que, tuve que aprender”.

De jueves a domingo, él y su esposa, María Reyes, operan R and M Taco Catering —cocina mexicana para escuelas, iglesias y eventos familiares— para procurar un mejor estilo de vida para ellos y sus hijos, quienes asisten a una escuela católica privada.

Trabaja casi 24 horas a la semana en éste empleo adicional —preparando el equipo de cocina, cocinando carne, sirviendo en los eventos y supervisando a 10 empleados, incluyendo familiares, quienes ayudan durante los eventos.

Pero eso no es todo lo que él hace para ganar dinero extra.

Además de su trabajo regular como maestro, Reyes es árbitro de fútbol americano y baloncesto de escuela secundaria de la Federación Interescolar de California (CIF, por sus siglas en inglés); es entrenador del equipo varsity de golf y el equipo junior varsity de baloncesto en Aquinas High School; y dirige las actividades de los estudiantes en la escuela católica. También es profesor de la escuela de verano.

El presidente de Aquinas High School describió a Reyes, quien es exalumno de la escuela de San Bernardino de la promoción de 1991, como “un buen padre de familia”, quien se hace responsable de una gran carga para proveer para sus hijos.

“Pareciera que trabaja 24 horas al día”, dijo Brenna.

‘TRABAJAR Y TRABAJAR’

Reyes dijo que él y su esposa, María, se despertaron a las 4 de la mañana para preparar la comida para cuatro eventos. Ella cortó las cebollas y cilantro y el hizo la salsa, guacamole, frijoles y arroz.

Poco después de las 3 de la tarde, Ray Reyes y la hermana de María, Carmina Ibarra, de San Bernardino, instalaron la carpa, plancha de gas portátil y la comida en un patio trasero en Rialto donde familiares y amigos celebraban la graduación de Alexis Trotter, de 18 años, de la secundaria, Carter High School en Rialto.

Jarras blancas y doradas con horchata de canela y agua fresca de piña —los colores de la escuela— adornaban la mesa.

Una línea de invitados serpenteaba enfrente de las mesas de comida. De pie frente a la plancha caliente, bajo el calor de la tarde, Reyes volteaba rápidamente fila tras fila de pequeñas tortillas y las colocaba en los platos.

Su esposa, su hija de 8 años, su hijo de 11 años y su sobrino de 11 años, que viven con ellos, estaban en una fiesta de piscina.

“Trabajar y trabajar, todo el tiempo. Él proporciona todo lo necesario para su familia”, dijo Ibarra, mientras que ella y otra ayudante, Leilani López de Rialto, servían la carne asada, cerdo y pollo sobre las tortillas. Platos con cilantro, queso, cebolla y otros ingredientes estaban cerca para los asistentes de la fiesta.

Dos días antes, Reyes presentó su último examen final de álgebra del año escolar para 16 estudiantes del noveno grado en Aquinas. Habla mucho de sus hijos, quienes visitan el campus a menudo, dijo la decana de asuntos estudiantiles, Cissy Mejía, en la oficina principal.

“Lo que me encanta de Ray es que siempre, cuando llega cada mañana, comparte una historia maravillosa sobre sus hijos”, dijo.

ENFOQUE FAMILIAR

El salario como maestro paga la hipoteca de su casa grande de San Bernardino con un amplio patio trasero, más los pagos para dos automóviles, seguro de auto, alimentos y servicios públicos.

Durante 15 años ha sido árbitro de fútbol americano y baloncesto de la CIF.

Los $10,000 a $11,000 que gana cubren cerca de $9,000 en costos de matrícula para que su hija Victoria y su hijo Isaías puedan asistir a la escuela Santa Catalina de Siena en Rialto. Su sobrino, Derek, asistirá a la misma escuela el próximo año.

Alrededor de una cuarta parte de los $15,000 a $20,000 que la pareja gana cada año con su negocio de comida se ahorra para los gastos de educación futuros para sus hijos en Aquinas y la universidad. El resto paga por los viajes familiares, deportes y ropa, y para ayudar a otros familiares.

Reyes admite que trabajar tantas horas tiene un efecto tanto en lo mental como lo físico. También le quita tiempo para compartir con su familia, así que hacen viajes cortos cada par de meses.

“Quiero lo mejor para mis hijos”, dijo. “Quiero que experimenten la educación de una escuela católica. Mis padres hicieron sacrificios cuando yo era joven para enviarme a una escuela católica. Y yo quiero hacer los mismo para mis hijos”.

El reverendo Steve Porter, pastor de Santa Catarina de Sienna, dijo que la calidad de la educación para sus hijos es la mayor prioridad para Reyes. Reyes y otros padres que asisten a la iglesia se abstienen de comprar lo último en teléfonos celulares o computadoras portátiles y otras cosas para proveer para sus familias.

“Esos son juguetes”, dijo Porter. “La prioridad para ellos no son los juguetes, son sus familias”.

SIGUIENDO EL LEGADO DE PAPÁ

El padre de Reyes fue su ejemplo a seguir, ya que tenía más de un empleo para proveer para la familia.

Con una educación hasta el quinto grado de primaria, Jesse Joe Reyes trabajó como soldador para el ferrocarril de Santa Fe. Él y un primo abrieron una tienda de música llamada “Sounds of Music” en Los Ángeles para ganar dinero extra.

Reyes recuerda que desde la edad de 8 años lo despertaba un megáfono a las 6 de la mañana para que ayudará a su padre a vender discos y casetes los fines de semana en el “swap meet”. Su padre lo animó a estudiar, participar en los deportes y trabajar duro para lograr sobrevivir en el difícil barrio de San Bernardino y asistir a la universidad.

Su padre falleció cuando Reyes tenía 25 años. Reyes valora el tiempo que compartió con su padre en el “swap meet”. Pero no permite que sus hijos ayuden con el negocio de comida.

“No quiero que se preocupen por trabajar. Esa es nuestra responsabilidad”, dijo. “Quiero que disfruten su infancia”.