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Los participantes visitan una compañía en Pomona que transforma la vegetación en abono pero, según Voces Unidas, contamina la región. Esta "excursión tóxica" se realizó el miércoles, 9 de abril en los alrededores de Pomona.
Los participantes visitan una compañía en Pomona que transforma la vegetación en abono pero, según Voces Unidas, contamina la región. Esta “excursión tóxica” se realizó el miércoles, 9 de abril en los alrededores de Pomona.
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POMONA Representantes de agencias estatales, concejales locales, residentes y miembros de una organización ambiental, participaron en una “excursión toxica” por la zona industrial para visitar empresas que contaminan en demasía la ciudad de Pomona.

Organizado en parte por la organización Voces Unidas de Pomona para Justicia Ambiental, el evento contó con el apoyo del Centro para Acción Comunitaria y la Justicia Ambiental (CCAEJ por sus siglas en inglés), organización que aboga por resolver los problemas del medio ambiente en la región de Inland Empire.

La meta de esta excursión del miércoles, 9 de abril, tuvo como objetivo exponer la realidad que viven las comunidades de bajos ingresos a las autoridades estatales.

“El aire que respiramos está directamente relacionado con nuestra salud. Nos preocupa que las compañías sigan violando los códigos estatales poniendo en riesgo la salud de los residentes”, comentó Ingrid Gutiérrez, coordinadora de Voces Unidas. “Nos dio gusto contar la presencia de expertos para que la ciudad nos tome en serio”.

En efecto, la excursión contó con la participación de Arsenio Mataka, subsecretario de la Agencia de Protección Ambiental de California (CalEPA por sus siglas en inglés); Roger Kintz, representante del Departamento de Sustancias Toxicas; Enrique Baeza, investigador criminal del Departamento de Sustancias Toxicas en Los Ángeles; y Carlin Hafiz, coordinadora de justicia ambiental de EPA en Los Ángeles y de los concejales de Pomona Cristina Carrizosa y John Nolte.

Mataka aseguró que pudo corroborar lo que por años se ha reportado en cifras, que la ciudad de Pomona es una de las contaminadas en el estado en referencia tanto a la calidad del aire como la del subsuelo, y cantidades de basura toxica.

Baeza por su parte dijo que en todos los años como investigador y después de haber participado en decenas de excursiones, la del miércoles en Pomona lo expuso a serias violaciones del código ambiental por lo que actuara de la manera correcta.

La excursión nació luego de que la ciudad de Pomona aprobara la construcción de un centro de reciclaje a principios de año luego de casi dos años de batallas legales y reuniones municipales. Según representantes de Voces Unidas, el centro de reciclaje Valley Vista será construido en una zona cercana a residencias, a escuelas y en una zona azotada por la contaminación.

Según datos, el nuevo centro en proceso de construcción, aceptará mil toneladas de basura todos los días, de los cuales 516 toneladas vendrán de ciudades aledañas. Activistas del medio ambiente aseguran que el centro requerirá 432 viajes de camiones pesados para poder transportar la basura, lo que destruirá las calles y contaminará la zona en donde se ubican una docena de escuelas.

“Pomona y la región en si ya tiene demasiada contaminación como para que venga un centro más. A pesar de que parece que todo está perdido aun continuaremos luchando para detener la apertura del centro”, comentó Penny Newman, directora ejecutiva de CCAEJ.

La excursión toxica visitó el terreno de 13.2 acres de tamaño ubicado en la zona industrial que tiene una milla y media por tres millas y media de extensión. En esa zona se encuentran fábricas y empresas que operan sustancias sumamente toxicas como asbestos, químicos que contaminan el subsuelo y que a la larga ocasionan cáncer, y negocios que trabajan con chatarra de metal y madera.

Voces Unidas asegura que la aprobación del centro de reciclaje violó las leyes ya que varios concejales que votaron a favor recibieron dinero para sus campañas provenientes de la empresa Valley Vista.

Por ejemplo, Voces Unidas asegura la entonces concejal Danielle Soto recibió $6,070 para su campaña de la empresa, mientras que el también ex concejal Stephen Atchley recibió $7,977. La actual concejal Paula Lantz recibió $1,280 en contribuciones de la compañía.

Todos ellos votaron a favor de la construcción del centro de reciclaje a sabiendas que el código dice que todo representante público no puede ejercer un voto cuando la compañía en cuestión haya donado por lo menos $250 para evitar conflicto de interés.

“De tal manera, ese voto debe ser invalidado. El alcalde Elliott Rothman lo sabía por eso se abstuvo de votar. Él recibió más de 18,000 dólares de la compañía para su campaña. Y luego tenemos un presidente de la cámara de comercio que apoya el centro cuando el mismo es supervisor de la compañía”, comentó Gutiérrez. “Pura corrupción que afecta la salud de los más vulnerables”.