Skip to content
AuthorAuthor
PUBLISHED: | UPDATED:

ANCHORAGE, Alaska.- Una reportera de televisión renunció en una transmisión en vivo tras revelar que es dueña de un negocio de venta de marihuana para uso medicinal y que planea trabajar por la legalización de la marihuana para fines recreativos en Alaska.

Tras reportar sobre el Alaska Cannabis Club en la transmisión del domingo de la televisora KTVA, Charlo Greene se identificó como dueña del negocio.

“Todo lo que ustedes han escuchado es la razón por la que yo, la dueña de Alaska Cannabis Club, dedicaré todas mis energías a luchar por la libertad y la justicia, que comienza con la legalización de la marihuana aquí en Alaska”, dijo durante el noticiero de la noche el domingo. “Sobre este trabajo que tengo, bueno (palabrota), no me queda de otra, renuncio”.

Y se salió de cuadro.

Bert Rudman, director de noticias de KTVA, se disculpó por las “palabras indebidas” de Greene y dijo que la despidieron, en un comunicado emitido el domingo. El lunes volvió a disculparse, esta vez por las fallas éticas de Greene.

“Ella tenía intereses personales y de negocios en el tema que estaba reportando, pero no nos informó”, dijo Rudman en un comunicado.

“En KTVA hacemos lo posible por respetar las normas periodísticas de justicia y transparencia. La violación de esas normas el domingo es inaceptable y no se puede tolerar”, dijo.

Greene es el nombre profesional de Charlene Egbe, quien dijo a The Associated Press el lunes que desde hace un mes sabía que renunciaría como lo hizo. Nadie más en la estación sabía nada del asunto, dijo.

Los electores de Alaska decidirán en las elecciones de noviembre si se unen a Washington y Colorado en la despenalización de la marihuana.

Greene no cree que la forma en que renunció hará daño a su causa.

Greene, de 26 años, dijo que siempre corroboró la información que transmitió y que en su labor como reportera se comportó con independencia.

Taylor Bickford, portavoz de un grupo que respalda la legalización, dijo que espera que los electores de Alaska miren más allá del lenguaje colorido de Greene.