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LIMA, Perú.- Como el hombre más buscado del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán debía saber que la más sofisticada tecnología de información y búsqueda estaba en su contra: satélites, aeronaves no tripuladas, intercepción de comunicaciones por parte de la NSA y la DEA, piratas cibernéticos del gobierno mexicano.

Sin embargo, Guzmán pudo haber bajado la guardia antes de recibir a los actores Sean Penn y Kate del Castillo hace tres meses en lo más remoto de la sierra mexicana, en un intento aparente de producir una película autobiográfica.

No es probable que las autoridades revelen los traspiés de seguridad que pudieran haber llevado a la recaptura de Guzmán el pasado viernes en un pueblo de la costa del estado mexicano de Sinaloa.

“Cualquier error o traspié que haya tenido un papel importante en la captura, lo más probable es que el gobierno lo vaya a mantener en secreto. Porque si El Chapo cometió este error, otros lo harán en el futuro”, dijo Christopher Soghoian, un experto en vigilancia de la Unión Americana de Libertades Civiles.

Mike Vigil, ex jefe de operaciones internacionales para la DEA, dijo que la visita de Penn el pasado 2 de octubre posiblemente pasó desapercibida porque el actor tomó “extraordinarias” medidas previas, como el cambio de teléfonos desechables a diario.

Ningún actor llevó algún aparato electrónico al encuentro con Guzmán.

En su lugar, se interceptaron comunicaciones previas entre Del Castillo y los abogados de Guzmán que resultaron ser clave — las autoridades sabían de los planes de hacer la película y se acercaban a él mucho antes de que Penn, designado por Rolling Stone, acompañara a Del Castillo a la reunión que ella organizó, comentó Vigil, quien fue informado al respecto.

La procuradora general de México, Arely Gómez, dijo el viernes que la seguridad del cártel había quedado comprometida durante los contactos entre los abogados de El Chapo y “actrices y productores” que pretendían realizar la cinta autobiográfica. Se presume que se refería a Del Castillo, quien de acuerdo a Penn, fue contactada por un abogado de Guzmán en 2014 para discutir el tema.

Las agencias mexicanas poseen spyware comercial de empresas como Hacking Team, que puede utilizarse para infectar computadoras o teléfonos celulares de las personas involucradas. Tales programas capturan la presión de teclas, llamadas de voz, correos electrónicos o mensajes de texto.

Vigil comentó que el escape del “Chapo” el 6 de octubre a un intento de captura por parte del gobierno en las mismas montañas en las que se reunió con Penn y Del Castillo, no estaba relacionado directamente con su reunión con los actores. El ejército simplemente trataba de cerrar el cerco, recalcó.

Penn dijo que se sentía vigilado una vez que llegó a la zona central del país para la reunión.

“No me queda duda de que la DEA y el gobierno mexicano están siguiendo nuestros movimientos”, escribió.

Organizaciones noticiosas mexicanas publicaron el lunes imágenes de Penn y Del Castillo, que aparentemente fueron captadas por una cámara de seguridad en Guadalajara.

Penn dijo estar “confundido” por la disposición del “Chapo” a arriesgarse a ser visitado e imaginó la presencia de un “dron artillado” surcando el cielo, mientras tomaba tequila con el capo.

El diario mexicano El Universal escribió el lunes que un abogado del cártel le dio a Del Castillo en septiembre “un teléfono especial”, presumiblemente con la intención de concretar la reunión.

“No puedo hablar de eso”, respondió Penn vía correo electrónico cuando se le preguntó sobre el teléfono. El actor también reiteró lo que escribió en su artículo: No llevó a México su teléfono celular desde el sur de California.

“Mis comunicaciones no fueron factor”, comentó.

Penn no dio detalles sobre las medidas de seguridad que se tomaron.

En Rolling Stone describió “etiquetar los teléfonos satelitales TracPhones, uno por contacto, uno al día, destruirlos, quemarlos, comprar otro, balancear los niveles de encriptación, compartiendo pantallas a través de Blackphones, direcciones anónimas de correo electrónico, acceso a mensajes no enviados”.

Se describió a sí mismo como “el hombre más iletrado en materia tecnológica en el mundo”.

“La OPSEC (Seguridad Operativa) no es sencilla ni para los expertos, y llevar a un completo desconocido a la tecnología, como el actor, es algo completamente descuidado”, dijo Nicholas Weaver, experto en ciberseguridad de la Universidad de California, campus Berkeley.

A pesar que las llamadas de Blackphone están encriptadas, se puede determinar la ubicación e identidad del propietario. El intercambio de mensajes no enviados en las carpetas de borrador de los servidores de correo electrónico es una práctica desacreditada e insegura, incluso antes del escándalo en el que se involucró al ex director de la CIA, David Petraeus.

La mayoría de las aplicaciones de encriptación no hacen mucho por ocultar la información conocida como metadata, que revela quién habla con quién y revelar su ubicación física, dijo Matthew Green, criptógrafo de Johns Hopkins.

Tal vez la pregunta de seguridad más extraña en el tema del “Chapo” es el uso del cártel de la aplicación BlackBerry Messenger, para sus comunicaciones. De acuerdo a los expertos, no está diseñada tomando en cuenta la seguridad.

“BlackBerry Messenger existe en dos formas: servidores empresariales y servicio público, ambos diseñados para ser intervenidos”, dijo Weaver. Sería fácil intervenir las cuentas de los usuarios en caso que el cártel de Guzmán utilice el servicio público y las agencias de la ley los identificara; si el cártel configura sus propios servidores, los ciberrastreadores podrían identificar fácilmente a cualquiera en la red en caso de que fuera penetrada, digamos, al confiscar un teléfono de un usuario.

En su artículo para Rolling Stone, Penn describió cómo los hombres que lo trasladaron a su encuentro con “El Chapo” recibían constantes mensajes de BlackBerry Messenger. Y comentó que después de su intento fallido por reunirse con el capo el 11 de octubre para una entrevista formal, Del Castillo reestableció contactó “por medio de una red de dispositivos de BBM”.

Penn escribió que fue entonces que recibió “información creíble” de que la DEA sabía de su encuentro con “El Chapo”.

El inusitado relajamiento de la seguridad en torno al capo en su intento por seducir a Hollywood, es un fuerte indicio de que evitar la justicia no era su prioridad, dijo Vanda Felbab-Brown, analista de Brookings Institution.

En vez de optar por la cirugía plástica y huir a Venezuela, “probablemente tomó la decisión de que sería capturado”, comentó.

“Si su prioridad hubiera sido permanecer fuera de prisión, jamás habría aceptado estos encuentros”.