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El edificio del Tribunal Supremo se encuentra en Washington, DC, EE.UU., la madrugada del Jueves, 28 de junio 2012. Apenas cuatro meses antes de la elección presidencial, la Corte Suprema de Justicia apoyo la constitucionalidad de los más grandes logros legislativos del presidente Barack Obama, que extendería la cobertura de salud a por lo menos 30 millones de estadounidenses sin seguro médico.
El edificio del Tribunal Supremo se encuentra en Washington, DC, EE.UU., la madrugada del Jueves, 28 de junio 2012. Apenas cuatro meses antes de la elección presidencial, la Corte Suprema de Justicia apoyo la constitucionalidad de los más grandes logros legislativos del presidente Barack Obama, que extendería la cobertura de salud a por lo menos 30 millones de estadounidenses sin seguro médico.
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El Tribunal Supremo declaró hoy, jueves, 27 de junio, constitucional la reforma sanitaria del presidente Barack Obama, que pretende que a partir de 2014 la mayoría de los estadounidenses cuente con cobertura médica.

El jefe del Supremo, John Roberts, inclinó la balanza, 5 a 4, al unirse a los miembros más liberales, lo que permitirá que siga adelante la obligación de contratar un seguro médico privado el polémico “mandato individual”.

La publicación de la sentencia ha venido rodeada de una gran expectación, y una confusión inicial, toda vez que los jueces del Supremo consideraron inconstitucional el argumento del Gobierno de que el “mandato individual” puede fundamentarse en la Ley federal de Comercio.

Los jueces consideraron que esa ley no autoriza al Congreso a imponer a todo ciudadano la obligación de contratar un seguro.

Pero el Supremo indicó que el mandato puede mantenerse sobre la base de otra ley, la impositiva, considerando que las multas previstas contra quienes rehúsen contratar un seguro pueden ser consideradas en realidad un impuesto.

Así pues, el Congreso deberá ajustar aspectos técnicos de la ley para que la obligación sea caracterizada como un impuesto.

La compleja sentencia del Supremo supone una victoria para el Gobierno de Barack Obama, ya que la legislación ha resultado avalada por los jueces.

La sentencia, aunque rechaza detalles, mantiene viva en sus sustancia la importante reforma sanitaria impulsada por Obama en sus puntos clave.

El “mandato individual”, que tenía que entrar en vigor en 2014, imponía una multa a todos aquellos que se negasen a contratar un seguro médico privado.

Asimismo, el Supremo ha declarado constitucional la expansión de la cobertura pública del Medicaid para los más desfavorecidos, aunque restringe los poderes del Gobierno federal para sancionar financieramente a los estados que no cumplan con la expansión de este programa social.

El Supremo considera que no se puede retener la totalidad de los fondos de este programa a aquellos estados que se nieguen a ampliar sus servicios médicos a las familias de bajos ingresos.

La dividida votación de los nueve jueces del Supremo avala la potestad del Congreso para requerir a los estadounidenses que adquieran un seguro médico, algo que era utilizado por los adversarios de la reforma como principal argumento en contra.

El objetivo de la reforma sanitaria de Obama es que el sistema sanitario se abarate, al incorporar a casi la totalidad de los 50 millones de ciudadanos sin cobertura médica, al tiempo que se pone orden en un sector clave para el economía del país, que representa el 18 por ciento del PIB.

Impacto local

Más del 20 por ciento de los residentes del Inland actualmente no tiene seguro, según la encuesta de la Oficina del Censo. Eso incluye a más de 459.000 personas en el condado de Riverside, y casi 434.000 en el condado de San Bernardino.

Lataushia Hall, una enfermera registrada con el Centro Médico de San Bernardino en San Bernardino, dice que ve un gran numero de pacientes que visitan a la sala de emergencia varias veces en lugar de tomar la medicación o ver un médico con regularidad porque no tienen dinero para pagar por lod servicios.

Los hospitales deben tratar a las personas en sus salas de emergencia, independientemente de si tienen o no seguro. Anualmente, ??los costos no compensados de salud en los Estados Unidos figura en un total de decenas de miles de millones de dólares.

El doctor Dev GnanaDev, cirujano jefe y ex director médico en el Centro Médico Regional Arrowhead en Colton, ayudó a elaborar una primera versión del proyecto de reforma sanitaria. Dijo que el proyecto de ley de Obama traería más dinero federal.

“Es un problema terrible para el estado de California”, dijo GnanaDev. “Alguien tiene que pagar la carga y en este momento los pagos se dirigen a los médicos y los hospitales.”

En el corto plazo, el impacto en California esta limitado porque el estado ya ha aplicado algunas disposiciones de la ley. Los californianos pueden permanecer en el seguro de sus padres hasta los 26 años, gracias a la legislación ya aprobada en Sacramento, y los aseguradoras no pueden negar cobertura a niños con condiciones pre-existentes.

El fallo del jueves sólo se re-hace cumplir las leyes estatales ya en los libros por el gobernador Jerry Brown y la legislatura estatal controlada por los demócratas.

Obama declara “victoria”

El presidente Barack Obama consideró hoy “una victoria de todos” la decisión del Tribunal Supremo de avalar su histórica reforma sanitaria y pidió no volver a las discusiones políticas que dividieron al país durante su tramitación hace tres años.

“No hice esto pensando que era bueno políticamente; lo hice pensando que era bueno para el conjunto de la nación”, indicó el presidente en una declaración desde la Casa Blanca, en la que recordó los beneficios que la ley aporta a cada ciudadano.

“Es fundamental que ningún accidente o enfermedad lleve a nadie a la ruina”, añadió el presidente.

“La gente que tiene la capacidad de permitirse un seguro debe y tiene la responsabilidad de adquirirlo”, indicó el presidente en referencia a la ley, que obliga a los estadounidenses sin cobertura a obtener un seguro médico, disposición clave y declarada constitucional por el Supremo hoy.

El presidente dijo que las discusiones acerca de quién ha ganado o perdido con la sentencia “equivocan el problema”.

“El país no se puede permitir pelear en las mismas batallas políticas. Es la hora de avanzar”, enfatizó.

Obama, que compareció pocas horas después de la decisión del Supremo de mantener dentro de la constitución las partes principales de su reforma sanitaria aprobada en 2010, recordó por ejemplo que, a partir de ahora, las aseguradoras no podrán rechazar como clientes a personas que tengan enfermedades previas.

“Si es usted uno de los más de 250 millones de estadounidenses que ya tiene cobertura de salud, mantendrá su cobertura, esta ley solo lo convierte en más seguro y más asequible”, añadió.

También recordó que las compañías de seguros médicos no podrán imponer limites a la cantidad de cuidado que reciben sus asegurados y no podrán discriminar a los niños con enfermedades previas.

El presidente enumeró las ventajas que progresivamente está trayendo la reforma sanitaria, como que en la actualidad los jóvenes adultos de hasta 26 años están incluidos en las pólizas de sus padres, mientras estudian y no pueden financiarse su propia póliza, o que los jubilados paguen menos por sus medicinas.

Obama recordó que los estadounidenses que aún no tienen seguro podrán optar desde 2014 a “un abanico de seguros privados de calidad y asequibles”.

“Estoy seguro de que cuando miremos hacia atrás dentro de cinco, diez o veinte años, estaremos mejor, porque tuvimos el coraje de aprobar esta ley, mantenerla y seguir adelante”, concluyó Obama.

Romney promete “revocar y reemplazar”

El virtual candidato presidencial republicano, Mitt Romney, reiteró su promesa electoral de “revocar y reemplazar” la reforma sanitaria de 2010, avalada hoy por el Tribunal Supremo.

Es importante tener claro, declaró Romney, lo que dice y lo que no dice la sentencia: “los jueces afirman que la reforma sanitaria “no viola la Constitución, pero no que sea una ley buena o una política buena”.

La reforma sanitaria impulsada por el presidente Barack Obama “fue mala política ayer y es mala política hoy… es importante que la revoquemos y reemplacemos con una verdadera reforma”, subrayó Romney desde un edificio cercano al Capitolio en Washington.

Según el exgobernador de Massachusetts, la reforma sanitaria, bautizada por sus detractores como “ObamaCare”, aumenta los impuestos, reduce los beneficios para el programa Medicare para ancianos y jubilados, y añade billones de dólares al déficit y la deuda nacional, y desalienta la creación de empleos.

Romney se hizo eco de las quejas de los conservadores de que la reforma sanitaria es una amplia y costosa intrusión del Gobierno federal, además de que reduce las opciones de los estadounidenses para mantener el seguro y el médico que deseen.

Para él, la única forma de anular la reforma sanitaria y reemplazarla con una “verdadera reforma” que reduzca los costos de salud es derrotando a Obama en las urnas el próximo 6 de noviembre.

A lo largo del proceso de primarias republicanas, Romney hizo un guiño a los conservadores al prometer la anulación de la reforma sanitaria, si gana la presidencia.

Romney hizo hoy sus declaraciones desde un atril con un letrero que rezaba: “Anular y reemplazar ObamaCare”.

Cuando era gobernador de Massachusetts entre 2003 y 2007, Romney promulgó una reforma sanitaria — única en la nación para entonces — que otorgó acceso universal al cuidado médico a través de subsidios gubernamentales e impuso la obligatoriedad del seguro médico.

La reforma sanitaria de 2010, aprobada en el Congreso sin apoyo republicano, se inspiró en parte en la de Massachusetts.

La única manera de que los republicanos anularan la reforma sanitaria, el mayor logro legislativo de Obama en política interna, sería si los republicanos recuperaran el control del Senado.

En la actualidad los republicanos controlan la Cámara de Representantes y los demócratas el Senado, aunque por exigua mayoría.

Pero el fallo de hoy, por 5-4, es una victoria para Obama en pleno año electoral, porque el Tribunal Supremo rechazó el argumento de los detractores de que el Congreso se extralimitó con la exigencia de que la mayoría de los estadounidenses compren un seguro de salud o paguen una multa.

EL FALLO

La Corte Suprema federal ratificó el jueves la constitucionalidad de la ley de Obama sobre el sistema de salud, incluida la parte más controvertida: la obligatoriedad de que prácticamente todos los estadounidenses tengan seguro de gastos médicos o de lo contrario paguen una multa. El máximo tribunal respaldó la legislación bajo el argumento de que el gobierno federal tiene el poder de recaudar impuestos.

Sin embargo, el fallo puso algunos límites al plan de la ley de ampliar el programa gubernamental Medicaid de seguro médico para los pobres, un esfuerzo conjunto entre el gobierno federal y el de los estados. Indicó que el gobierno federal no puede amenazar con retener todos los fondos que le asigna a una entidad para sufragar el Medicaid si el estado decide no participar en la expansión del seguro de gastos médicos.

John Roberts, el magistrado presidente de la Corte Suprema, se sumó a los cuatro magistrados de tendencia liberal en el tribunal — Stephen Breyer, Ruth Bader Ginsburg, Elena Kagan y Sonia Sotomayor — para formar la mayoría de 5-4.

EL CONTEXTO

La decisión afecta a casi todos los estadounidenses y marca un hito en un siglo de esfuerzos para hacer que los servicios médicos estén disponibles para todos. La ley es el máximo logro legislativo de Obama y tal vez el asunto más controvertido de su campaña de reelección. Su rival republicano Mitt Romney y los legisladores de ese partido han prometido que revocarán la Obamacare, nombre coloquial con el que se conoce a la ley.

¿COMO SE APLICARA LA LEY?

La ley de 2010 sobre la reforma al sistema de salud seguirá entrando en vigencia por etapas como está previsto. Se espera que proporcione cobertura a unos 30 millones de personas que carecen de seguro médico, por lo que más de nueve entre cada 10 estadounidenses que cumplen con los requisitos para ello estarán cubiertos.

Algunas partes ya están en vigor: los adultos jóvenes pueden permanecer en la póliza de sus padres hasta los 26 años; las aseguradoras no pueden negarle la cobertura a los niños que padecen problemas de salud; los límites sobre cuánto dinero le pagarán a cada persona durante su vida han sido eliminados; cientos de adultos mayores ya están gastando menos dinero gracias a las prestaciones mejoradas del Medicare para las medicinas que requieren receta para su venta, y los pagos de los empleadores para complementar los de sus trabajadores con el fin de que éstos reciban atención médica preventiva para todas las edades han sido cancelados.

¿QUE SIGUE AHORA?

A partir de 2014, se requerirá que casi todo el mundo esté asegurado o de lo contrario pague una multa. Hay subsidios para ayudar a la gente que no puede darse el lujo de pagar una prima. La mayoría de los empleadores serán multados si no ofrecen cobertura a sus empleados. Los mercados de seguros recién creados facilitarán a los individuos y a las pequeñas empresas adquirir cobertura accesible. Y el Medicaid será ampliado para que cubra a más personas de bajos ingresos.

Se le prohibirá a las aseguradoras negarle la cobertura a las personas que ya padecen problemas de salud o cobrarles más. Tampoco podrán cobrar más a las mujeres. Durante la transición antes de 2014, un programa especial para las personas con enfermedades preexistentes les ayudará a obtener cobertura.

Una mezcla de aumentos en los impuestos, cuotas al sector de los cuidados de la salud y recortes en el Medicare —el sistema gubernamental de atención médica a los adultos mayores— ayudarán a financiar los cambios.

¿EL ASUNTO HA QUEDADO RESUELTO?

No necesariamente. Aunque la Corte halló que la ley sobre los servicios de salud se apega a la Constitución, el Congreso aún podría modificarla. Romney y los candidatos republicanos a las cámaras incluyeron promesas en sus campañas de que se esforzarán por derogarla si son elegidos en noviembre.

Algunas partes de la legislación son populares, pero otras —especialmente la obligación de que prácticamente todas las personas tengan cobertura de gastos médicos— no lo son.

Además, unas 26 millones de personas continuarán sin cobertura una vez que la ley esté totalmente en vigor, entre ellas los inmigrantes que carecen de permiso de residencia, la gente que no se inscriba y prefiera ser multada, y los que no puedan pagarla incluso con los subsidios.