Esta receta está adaptada del libro de cocina más reciente de Ina Garten: “Barefoot Contessa Foolproof”. Corté la receta de Garten en dos partes por dos razones. Una, yo no necesito una gran cantidad de almendras, quiero que mis invitados tengan hambre para la hora de la cena. Y dos, porque las almendras Macona pueden ser algo caras. Puede conseguir las almendras Marcona en Trader Joe’s, Costco y en algunos supermercados. También puede surtirlas con otro tipo de almendras. Aunque no funcionan igual, sí funcionan bien.
Rinde: 8 porciones pequeñas
Ingredientes:
8 onzas de almendras Marcona, saladas (vea las Notas del Cocinero)
1 cucharadita de aceite de oliva
1 cucharadita de hojas de comino frescas
½ cucharada de sal
½ cucharada de fleur de sel (vea las Notas del Cocinero)
Notas del cocinero:
Las almendras Marcona son importadas de España. Son un poco más pequeñas y más redondas que las almendras normales. También son un poco más suaves.
Se rostizan en aceite de oliva y se les echa un poco de sal. Fleur de sel es “flor de sal” en francés y es sal cosechada del mar. Se vende en tiendas en donde se especializan en vender cosas importadas, por Internet y en algunos supermercados. Se puede usar cualquier tipo de sal de mar.
Preparación:
1. Precaliente el horno a 350 grados.
2. Ponga las almendras, el aceite de oliva, el tomillo y la sal en una cacerola para el horno y mezcle todo. Rostice durante unos diez minutos, volteándolas cada cinco minutos con una espátula hasta que estén bien doradas. Vigílelas con mucho cuidado, porque pueden estar crudas y de un momento a otro estar quemadas.
3. Espolvoreé la sal de mar sobre las almendras y déjelas que se enfríen. Sírvalas calientitas. Las almendras frías pueden estar guardadas en un contenedor por hasta una semana.
Fuente: Adaptada de “Barefoot Contessa Foolproof” de Ina Garten. (Clarkson Potter $35)
