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ACAPULCO, México.- Violentas protestas con lanzamiento de cócteles molotov contra edificios gubernamentales, algunos de los cuales sufrieron daños e incendios, se vivieron el lunes en el estado del sur de México donde un estudiante alemán fue baleado por la policía aparentemente por confusión la noche anterior y donde hace dos semanas desaparecieron 43 estudiantes, presuntamente a manos de la policía.

La jornada de protestas en Chilpancingo fue protagonizada por estudiantes y maestros que pedían la presentación con vida de los 43 alumnos de magisterio desaparecidos desde hace dos semanas en otro municipio de guerrero, Iguala.

Las desapariciones se produjeron luego de varios ataques de la policía local que dejaron seis muertos y 17 heridos.

Maestros del sindicato Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación intentaron entrar por la fuerza a las instalaciones del Congreso local, donde fueron repelidos por unidades antimotines y después se trasladaron al Palacio de Gobierno, informó José Villanueva Manzanarez, vocero del gobierno estatal.

Las protestas se trasladaron después al Palacio de Gobierno, donde cientos de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, de donde son los alumnos desaparecidos, bloquearon la sede del ejecutivo. Los estudiantes atacaron el edificio con barras metálicas y piedras, rompieron ventanales y cuando lograron entrar prendieron fuego a algunas oficinas.

En el Palacio de Gobierno trabajan habitualmente unos 2.000 funcionarios. Los manifestantes dejaron salir primero a las mujeres y el resto de trabajadores salieron horas después, a empujones, antes de que los manifestantes lanzaran los cócteles molotov que provocaron los incendios.

Las instalaciones estuvieron bloqueadas durante más de seis horas.

En las inmediaciones los manifestantes prendieron fuego a un vehículo para impedir el paso de las fuerzas de seguridad y cuando ya caía la noche se trasladaron al ayuntamiento de Chilpancingo donde volvieron a tirar cócteles incendiarios.

Las autoridades locales y estatales ofrecieron entrada la noche una conferencia de prensa para hacer un llamamiento a la calma, cuando los manifestantes tenían todavía tomado el ayuntamiento, dijo Mario Moreno, el alcalde de la ciudad.

Jesús Martínez, secretario del gobierno estatal, subrayó que durante toda la jornada “no hubo ninguna agresión” de las fuerzas de seguridad contra los manifestantes, a los que sólo se contuvo, y anunció que el martes el efectivo policial se reforzaría con equipos de antidisturbios.

El funcionario también recordó que el primer objetivo del gobierno de Guerrero es continuar con la búsqueda y el diálogo con los manifestantes.

Estudiantes y maestros mostraban así su indignación hacia los hechos ocurridos en Iguala el 26 de septiembre que pusieron de manifiesto un problema extendido en muchos lugares de México: que policías y políticos locales a menudo están vinculados con el crimen organizado.

Un total de 26 policías están presos por esos ataques mientras las autoridades tratan de comprobar si alguno de los estudiantes se encuentra entre los cadáveres descubiertos en 10 fosas comunes clandestinas halladas recientemente.

En el caso de Iguala, la policía que atacó a los estudiantes trabajaba para el cártel de la droga Guerreros Unidos, de acuerdo con declaraciones de los detenidos, y se busca al alcalde de Iguala, José Luis Abarca, actualmente prófugo, por vínculos con ese grupo.

Pedro Grassa, director de la universidad donde estudia el joven alemán, el Instituto Tecnológico de Monterrey campus de Ciudad de México, condenó el suceso, pidió su esclarecimiento y dijo que se trataba de Kim Fritz Kaiser, un alumno de intercambio.

En declaraciones a la televisión Milenio, Grassa señaló que el joven se encontraba “totalmente estable”, el parte médico era “favorable” y que no tenía “ninguna lesión de gravedad” aunque estaría en observación las próximas 36 horas.

El joven viajaba en una camioneta con otros estudiantes —dos alemanes, dos franceses y seis mexicanos— de regreso del puerto turístico de Acapulco y pasaron por Chilpancingo, capital del estado de Guerrero, poco después de un enfrentamiento entre la policía y un grupo de secuestradores, donde murió un oficial.

Según informó el Gobierno de Guerrero, la policía trató de detener la camioneta porque les pareció sospechosa. Los oficiales señalaron que escucharon un sonido similar al de un disparo o detonación y por eso dispararon, explicó Víctor León Maldonado, funcionario de la fiscalía estatal.

Los estudiantes no se detuvieron, temerosos al ver a hombres armados que, pensaron, trataban de secuestrarlos, dijo el fiscal del estado, Iñaky Blanco.

El estudiante fue herido en los glúteos. Maldonado dijo en conferencia de prensa que los policías dispararon a la parte baja de la camioneta con la intención de reventar los neumáticos para que se detuvieran.

Los policías involucrados en el incidente fueron detenidos y sus armas son analizadas, informó la fiscalía en un comunicado.

Las embajadas de Alemania y Francia se mantenían pendientes de las investigaciones para esclarecer los sucesos.

La semana pasada el Departamento de Estado norteamericano emitió una alerta de viaje a sus ciudadanos en la que recomendaba no viajar a Chilpancingo ni otras partes del estado con excepción de las ciudades vacaciones de Acapulco, Ixtapa y Zihuatanejo, en el Pacífico, así como los sitios turísticos de las Grutas de Cacahuamilpa y Taxco.

Una alerta previa, emitida en enero, sugería no viajar a la parte noroeste del estado, cerca del límite con el Estado de México, donde se encuentra Iguala.