La espera ha terminado, oficialmente.
Fueron tres meses enteros.
Trece semanas con 13 días.
Ciento cuatro días.
Eso es lo que tuve que esperar hasta que el día 13 de diciembre recibí el aviso de que estaba aprobada para mi autorización de trabajo.
Recibí un mensaje de texto inesperado de las oficinas del USCIS, un mensaje que pensaba que nunca iba a llegar. Rápidamente busqué mi caso en la página web de USCIS bajo la sección para las nuevas actualizaciones.
No pude contener mi entusiasmo. Finalmente, leí las palabras “su caso ha sido aprobado”, palabras que mis padres y yo hemos esperado pacientemente. Mi madre me felicitó con un abrazo fuerte, dándole gracias a Dios.
En menos de 30 días llegará mi nueva tarjeta, la misma que podré usar para solicitar mi número de Seguro Social.
Pero ahí no se terminan las buenas noticias y bendiciones. Después de un año de constantemente preocuparnos por los gastos universitarios finalmente la Universidad de California, Riverside me dio la noticia de que el resto del año mis estudios estarán cubiertos y pagados por el gobernó.
Con estas noticias me quedo con una sonrisa de oreja a oreja, agradeciendo a dios, a mis padres por su apoyo incondicional, y por mi propio esfuerzo de salir adelante.
Cronología de mi solicitud para la Acción Diferida:
Agosto 31: envíe mi solicitud
Septiembre 4: USCIS me notificó que había recibido mi paquete
Octubre 2: cita para los datos biométricos
Diciembre 13: noticia de mi aprobación
Nota de la editora asistente: Mariely Adame Villalva estará narrando – exclusivamente para La Prensa – su proceso al solicitar la Acción Diferida. La Prensa será el “diario” de Adame. Siga su historia en La Prensa; en www.laprensaenlinea.com; Facebook: La Prensa del Inland Empire o en Twitter: @LaPrensaSoCal.
