PRAGA.- El presidente chino Xi Jinping arribó el lunes a la República Checa para una visita destinada a promover los lazos políticos y comerciales.
Algunos manifestantes alzaron banderas tibetanas en un tramo del camino hacia el centro de Praga.
La visita de Xi, su única escala en Europa antes de viajar a Estados Unidos, es el resultado de una política comercial checa distinta de la del difunto presidente Vaclav Havel, un destacado defensor de los derechos humanos. El presidente Milos Zeman fue el único mandatario europeo que asistió a los festejos chinos del fin de la Segunda Guerra Mundial.
Zeman ha sido criticado por decir a la televisora estatal china CCTV que las relaciones bilaterales tuvieron problemas en el pasado debido al exceso de presión de Estados Unidos y la UE sobre la política exterior checa.
Miroslav Kalousek, presidente del partido derechista opositor TOP 09, calificó las declaraciones de Zeman de “repugnantes” y contrarias a la política exterior del país como miembro de la UE y la OTAN.
La visita de Xi ha fastidiado a muchos, y la policía dijo que había detenido a una decena de activistas por reemplazar las banderas chinas por tibetanas en la ruta del aeropuerto al centro de Praga.
En otra señal de protesta, se colocó un gran cartel de Havel con el Dalai Lama, el líder espiritual tibetano. En el distrito de Praga donde se encuentra la embajada china se enarboló la bandera tibetana en el aniversario de la insurrección de 1959 contra la dominación china.
