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De izq.der: Robert Rizzo, antiguo administrador de Bell, Angela Spaccia, ex administradora asistente, Victor Bello, ex concejal, y Oscar Hernández, ex alcalde, en una foto en la corte en septiembre 2010 en Los Angeles.
De izq.der: Robert Rizzo, antiguo administrador de Bell, Angela Spaccia, ex administradora asistente, Victor Bello, ex concejal, y Oscar Hernández, ex alcalde, en una foto en la corte en septiembre 2010 en Los Angeles.
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LOS ANGELES Ángela Spaccia, ex administradora asistente de la ciudad de Bell fue sentenciada a 11 años y ocho meses en una prisión estatal por su papel en un esquema masivo escándalo de corrupción pública para aumentar su sueldo y el de su jefe, Robert Rizzo.

La jueza Kathleen Kennedy, de la Corte Superior del Condado de Los Ángeles también ordenó a Spaccia, de 55 años de edad, restituya más de $8.2 millones a la ciudad de Bell.

En medio del escándalo nacional otros cinco ex funcionario: El ex alcalde Oscar Hernández, la ex Vice Alcaldesa, Teresa Jacobo y los ex miembros del Concejo George Mirabal, Víctor Bello y George Cole aceptaron la oferta de un acuerdo que podría incluir cuatro años en una prisión estatal para cada uno.

Los fiscales de la Oficina de Distrito, Max Huntsman y Sean Hassett, de la División de Integridad Publica fueron quienes llevaron a cabo las acusaciones en contra de Spaccia, a quien el jurado la halló culpable de apropiación ilícita de fondos públicos; cuatro cargos de conflicto de interés, un cargo de conspiración para malversar fondos públicos y otro cargo por robar en secreto un registro oficial.

“Los residentes de Bell dependían y confiaron en que la acusada Spaccia hiciera su trabajo con honestidad e integridad”, escribió Hasset en el memorando de sentencia. “La acusada Spaccia abandonó totalmente su deber para con el pueblo de Bello y solamente actuó en cumplimiento de sus propios motivos egoístas y corruptos”.

En el punto álgido del escándalo, Spaccia y su jefe Robert Rizzo, elevaron ilegalmente su salario escribiendo sus propios contratos de trabajo. El salario de Spaccia en Bell pasó de $102,310 al año cuando fue contratada en julio de 2003 a $376,000 para el año en 2008.

Spaccia también fue declarado culpable de tomar más de $230,000 en préstamos sin la aprobación del Concejo y la eliminación de documentos públicos.

Spaccia y Rizzo también crearon en secreto sus planes de jubilación, otorgándose más de $8 millones a cada uno en pensiones. En total, un jurado en diciembre la declaró culpable de 11 cargos de delitos graves.

La Oficina de Investigaciones de la Fiscalía inició una investigación en 2010 contra Rizzo, Spaccia y seis miembros del concejo de Bell, quienes fueron acusados más tarde ese mismo año.

Rizzo, quien no refutó los 69 cargos en su contra, en octubre pasado, está programado para ser sentenciado el 16 de abril en la misma sala. En el momento de su declaración, Kennedy dijo que iba a sentenciar Rizzo a un mínimo de 10 años y un máximo de 12 años en una prisión estatal.

Las acusaciones contra Spaccia de apropiación indebida se derivaron de su salario, el de Rizzo y el jefe de policía Randy Adams, junto préstamos mayores de $1 millón de dinero de los contribuyentes y que recibieron entre 2009 y 2010. Los cargos de conflicto de interés involucraban el manejo de su plan de pensiones y la escritura de contrato laboral con la ciudad, en 2005, 2006 y 2008.

Spaccia fue absuelta de un solo cargo: secreción de un registro público que tenía que ver con contrato de trabajo de Adams. Los miembros del jurado que la condenaron, quedaron estancadas 6-6 en un cargo de malversación de caudales públicos relacionados con un presunto préstamo de $75,500, dinero de los contribuyentes en 2003.

Cinco ex funcionarios no refutan cargos

Cinco ex funcionarios de la ciudad de Bell caídos en desgracia por múltiples cargos de corrupción no refutaron a dos cargos contra cada uno por malversación del dinero público y evitaron un nuevo juicio, anunció la Fiscalía de Distrito del Condado de Los Ángeles.

Oscar Hernández, Teresa Jacobo, George Mirabal, Víctor Bello y George Cole aceptaron la oferta de acuerdo que podría incluir cuatro años en una prisión estatal.

Los cinco admitieron que ganaron hasta $100,000 anuales por servir en comisiones y juntas que duraban apenas unos minutos o que nunca cumplieron.

Además, acordaron pagar una indemnización a la ciudad de Bell. La cantidad exacta de la restitución por parte de cada uno de ellos aún se desconoce.

Anthony Taylor, un abogado de la ciudad calculó que la deuda de los cinco ex funcionarios ascendería a casi un millón de dólares, en base a sus registros de nómina hasta el último centavo.

Los llamados “Cinco de Bell” ya habían sido condenados el año pasado de robar cerca de $1 millón. Ya no enfrentarán un nuevo juicio, porque – de no haber aceptado el acuerdo de los fiscales Sean Hassett y Edward Millera – se enfrentaban a un máximo de ocho años cada uno en una prisión estatal.

En marzo de 2013, un jurado halló culpables a Hernández, Jacobo y Mirabal de cinco cargos e inocentes en otros cinco cargos de apropiación indebida de fondos públicos.

El mismo jurado declaró culpable de cuatro cargos Bello, y lo encontró no culpable de otros cuatro cargos. Cole fue declarado culpable de dos cargos, no culpable de otros dos cargos.

La juez del Tribunal Superior del Condado de Los Ángeles, Kathleen Kennedy, programó la sentencia para los cinco de la siguiente manera: Cole, el 11 de junio; Jacobo, el 24 de junio; Hernández, el 26 de junio; Mirabal, el 11 de julio, y Bello, el 14 de julio.

Los fiscales de este caso que llamó la atención nacional aseguran que Rizzo, Spaccia y los “Cinco de Bell” robaron casi $11 millones a una ciudad pequeña de apenas 35 mil habitantes, la mayoría de origen latino y miles de ellos indocumentados.