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Paul Ryan (der.), republicano por Wisconsin y del Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes, junto al candidato presidencial por el Partido Republicano, Mitt Romney.
Paul Ryan (der.), republicano por Wisconsin y del Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes, junto al candidato presidencial por el Partido Republicano, Mitt Romney.
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En un intento por reducir el déficit fiscal nacional, el Partido Republicano presentó hace unos días su plan de presupuesto para el año fiscal 2013; sin embargo, la oposición sistemática indicó que el plan “deformaría” varios programas de salud, incluyendo Medicare y Medicaid, lo que eventualmente “sofocaría” el “sueño americano”.

De aprobarse en el Senado, el plan presentado por el presidente del Comité Presupuestario de la Cámara de Representantes, Paul Ryan (republicano por Wisconsin), convertiría el programa de Medicare en un plan de contribución definido, mientras que el programa Medicaid sería revisado para dar a los estados más flexibilidad, lo que en resumidas cuentas se traduce en un recorte de 2,400 millones de dólares.

El plan, denominado “Senda a la Prosperidad”, fue aprobado el 21 de marzo por la Cámara Baja con un voto de 228 a 191. El plan aprobado es una extensión del plan rechazado por el Senado el año pasado. Se estima que el plan no llegará nunca a la mesa del presidente Barack Obama, ya que el Senado continúa siendo controlado por el Partido Demócrata, el cual lo rechazará.

El plan de Ryan propone ahorrar 3,400 millones de dólares para al año fiscal 2013 y supuestamente reducirá los ingresos a futuro y el déficit en 5,000 millones de dólares, comparado con el plan presentado por Obama en febrero.

“Nuestro presupuesto devuelve el poder a las personas, familias y comunidades”, comentó Ryan durante su discurso abierto en la Cámara Baja. “A medida de que estas opciones se aclaran, el presupuesto de hoy es un voto de confianza en el experimento estadounidense: creemos que poniendo la confianza en la gente nos devolverá la confianza al gobierno y confiamos en que tomarán la mejor decisión sobre el futuro del país”.

El plan privatizaría parcialmente el programa Medicare con el llamado modelo de apoyo de prima, el cual aunado al aumento de edad a 67 años para ser elegible, “deformaría” el programa y haría que los beneficiarios pagaran de mas, dijeron los demócratas.

El presidente Obama no perdió la oportunidad y atacó drásticamente el plan llamándolo “Darwinismo social” que al final “sofocaría” el “sueño americano”.

“Es la antítesis de toda nuestra historia como una tierra de oportunidades y la movilidad ascendente para todos los que están dispuestos a trabajar para él, un lugar donde la prosperidad no se escurre desde la parte superior, sino que crece hacia el exterior desde el corazón de la clase media”, indicó Obama durante un discurso.

Obama añadió que destripar las cosas mismas que se necesitan para mejorar una economía que perdure, la educación y la formación, la investigación y el desarrollo, así como la infraestructura, es una receta para el declive.

El congresista demócrata local Joe Baca comentó que el plan pondría fin a la garantía de Medicare, aumentaría el precio de servicios de salud para las personas de la tercera edad y crucifica el programa, lo que socava la seguridad en la jubilación de millones de ancianos estadounidenses.

“Por si eso no fuera suficiente, este plan es irresponsable, da beneficios fiscales a los nuevos multimillonarios y a las grandes compañías petroleras y destruye más de 4.1 millones de empleos. Las familias trabajadoras del Inland Empire y en todo el país merecen algo mejor”, añadió Baca.

El plan fue severamente criticado por agencias de salud nacionales como la Academia Estadounidense de Pediatría, cuyo presidente Robert Block dijo que el plan afectaría la salud de millones de niños en todo el país. En efecto, según datos, más de la mitad de los beneficiarios de Medicaid son niños, pero su cuidado de salud solo abarca un cuarto del presupuesto total.

“El Congreso debería aprovechar esta oportunidad para invertir en el futuro de nuestro país protegiendo la salud de nuestros niños”, comentó Block en un comunicado.

Por contraste, la Federación Estadounidense de Hospitales, dirigida por Chip Kahn, indicó que el plan podría tener repercusiones entre los más necesitados, incluyendo las personas de la tercera edad y los pobres.

Ryan, republicano por Wisconsin, añadió que el plan que se basa en las reformas y las soluciones bipartidistas, ofrece un futuro de prosperidad y oportunidades económicas, un futuro donde el gobierno cumple con las promesas hechas al pueblo estadounidense y un futuro en el que “reducimos el déficit fiscal en 15,000 de millones al mismo tiempo que mejoramos la economía nacional”.

“En contraste, el Senado ha fallado al no aprobar un presupuesto en más de 1,000 días y el plan del presidente exige más gastos, hace más prestamos y añade impuestos, lo que asegura un futuro de deuda, duda y declive”, indicó Ryan en una carta abierta.