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Les regalaron un bebé, lo criaron por 21 meses y ahora se los quita las autoridades sin razón alguna

María Sandoval y su esposo Gerardo dicen que autoridades del DCFS “les han roto el corazón”, al retirarles la crianza del bebé Amari Hernández, de 21 meses de edad, a quien no saben cómo alimentar.
María Sandoval y su esposo Gerardo dicen que autoridades del DCFS “les han roto el corazón”, al retirarles la crianza del bebé Amari Hernández, de 21 meses de edad, a quien no saben cómo alimentar.
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“Yo pensé que era una vacilada, y pensé, ¡achis! ni que fuera un perrito de peluche o un ramo de flores para regarlo”, recordó Gerardo. “Él me dijo, conozco a tus hijos y a tu familia y se ve que son buenas personas. Te lo vamos a dar a ti”.

Así describe Gerardo Sandoval el momento en que una pareja de adictos desamparados le ofrecieron el cuidado de su hijo que estaba por nacer. Algo que se consumó, pero posteriormente se convirtió en un verdadero drama, cuando Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles (DCFS) les quitó la crianza, aparentemente sin razón justificada.

Seis meses después nació Amari. Era octubre de 2015. Desde el hospital, una trabajadora social, llamó al celular de Gerardo.

“¿Es usted Gerardo Sandoval?”, le preguntó.

Su respuesta fue afirmativa y le indicaron que debía presentarse al hospital a recoger a su “hijo”.

“Yo no tengo a mi esposa en ningún hospital”, argumentó.

“No importa, usted tiene que venir por el niño”, le insistieron.

Amari nació por cesárea el 11 de octubre de 2015, en el Valley Presbyterian Hospital. A los tres días de fue “regalado” por sus padres biológicos, Lisa Hernández y Earl Smith -quienes eran indigentes-  a los esposos Sandoval.

María Sandoval y su esposo Gerardo dicen que autoridades del DCFS “les han roto el corazón”, al retirarles la crianza del bebé Amari Hernández, de 21 meses de edad, a quien no saben cómo alimentar.

“¡Devuélvanme a mi hijo!”, clamó hace poco entre lágrimas María Sandoval, en la cocina de su hogar, en la ciudad de Van Nuys.

Lisa fue descrita por Gerardo Sandoval como una mujer “borracha y drogadicta” y su novio Earl, como “una persona que solamente se dedica a robar y se encuentra en la cárcel”. Earl está recluido en la cárcel Twin Towers de Los Ángeles.

Sin embargo, el viernes 21 de julio, en punto de la 4:00 de la tarde, una trabajadora social del DFCS [Crystal Archible] y una abogada [Joy E. Morgen] fueron a cumplir una orden del juez Joshua D. Wayser para llevarse al pequeñito.

El abogado Michael Randall ha sido contratado por la familia Sandoval para que investigue el caso que consideró “raro”.

“Hablando en términos generales, los menores de edad que se encuentran en hogares de crianza son removidos cuando existen sospechas de abuso físico o emocional y se busca su seguridad”, dijo el abogado a Excélsior, quien considera que lo menos que merecen los Sandoval es saber  por qué ocurrió tal cosa.

La preocupación de los Sandoval por su hijo se ha incrementado.

Cinco días después que Amari fue removido de la casa de los Sandoval, la trabajadora social Crystal Schible envió un mensaje de texto a Gerardo Sandoval, en el que pide orientación sobre el tipo de leche que el bebé tomaba, porque había dejado de comer.

“Yo, con mucha preocupación le respondí inmediatamente que mi hijo Amari solo tomaba leche entera Lala”, dijo Gerardo. “Luego, ya no recibí respuesta de ella”.

Además, Sandoval sostuvo una conversación telefónica con Earl Smith, quien se encuentra preso, y dijo que éste se fastidió porque él no dio autorización legal a nadie para que se le haya retirado la tutela del menor de edad.

 “Nos partieron el corazón en mil pedazos”, susurró María recientemente, envuelta en lágrimas. “Se llevaron a mi hijo y nunca nos dijeron por qué”.

Los esposos Sandoval han contratado los servicios de un abogado para recuperar al que conocen como su sexto hijo.

“No hay ninguna excusa para que se hayan llevado al niño”, dijo Gerardo, quien conoció a Lisa y Earl cuando eran indigentes.

“Yo trabajaba en un edificio de departamentos”, narró. “Me pidieron si podía dejarlos vivir en el garaje y me ayudaban a limpiar los departamentos y a sacar la basura”.

Lisa Hernández estaba embarazada y Earl, -un hombre afroamericano- le comentó a Gerardo que cuando naciera su hijo se lo darían a él.

Incluso, luego de que lo recogieron del hospital, la trabajadora social Lusine Kachatryan inspeccionó personalmente el departamento de dos recámaras donde viven los Sandoval.

Antes que el bebé fuese removido de su casa, los Sandoval ya habían iniciado el trámite de adopción de Amari y estaban en el proceso para comprar una casa y brindarle su propia recámara.

“No hay ningún motivo de abuso físico, ni de abuso sexual ni nada para que se hayan llevado al niño”, dijo Gerardo. “Solamente nos dijeron que lo iban a remover y que, dijéramos lo que dijéramos no nos podíamos oponer”.

En el limbo legal

Ni la abogada del menor, Joy E. Morgan, ni los abogados de los padres biológicos del niño, Lori A. Davis, en aparente representación de la madre biológica, Lisa Hernández, ni Davin Taylor, en representación aparente del padre biológico, Earl Smith respondieron a preguntas sobre el porqué Amari fue separado de un hogar donde vivía lleno de amor.

Los padres biológicos eran indigentes, alcohólicos y drogadictos cuando entregaron a su hijo para que los Sandoval lo criaran desde que tenía tres días de nacido, hasta el pasado 21 de julio cuando, sin ningún motivo aparente se decidió que habría que llevárselo.

Neil Zanville, portavoz del Departamento de Servicios para Niños y Familias del Condado de Los Ángeles (DCFS) dijo que, por ley, tenía prohibido cualquier tipo de información relevante para este caso.