La actitud hostil y agresiva de agentes de la Patrulla Fronteriza ha quedado demostrada en un informe, en el que se da a conocer la existencia de decenas de casos que demuestran la impune actuación de dichos oficiales: 67 incidentes investigados entre enero del 2010 a octubre del 2012, en los que 19 personas han perdido la vida, muchos de ellos sólo por haber lanzado algunas piedras.
El caso más reciente es lo sucedido al mexicano Jesús Flores -de 41 años-, quien el pasado 18 de febrero se enfrentó a un agente fronterizo; el fallecido le lanzó piedras desde una ladera, el agente le respondió a balazos; el oficial se ha recuperado de heridas leves en la cabeza, el mexicano se encuentra enterrado en un lugar de la frontera.
“Un excesivo uso de la fuerza letal ha caracterizado el comportamiento de los agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en últimos años”, según un estudio independiente elaborado por el Foro de Investigación Ejecutiva de la Policía (PERF, por sus siglas en inglés), una organización no lucrativa con sede en Washington, dado a conocer por el periódico Los Ángeles Times:
“La Patrulla Fronteriza ha mostrado falta de diligencia en sus investigaciones internas y en algunas ocasiones, los agentes han creado pretextos para abrir fuego”, concluyó el informe obtenido por el rotativo, titulado “Es la frontera México-Estados Unidos, no el Salvaje Oeste”.
El reporte mostró que algunos agentes de la Patrulla Fronteriza se ubican frente a un vehículo para aparentemente justificar el disparar a los conductores o, en otras ocasiones, han respondido con disparos de fuego porque personas les han lanzado piedras desde el lado mexicano.
El informe de los expertos criticó a la Patrulla Fronteriza por “falta de diligencia”, pues en escasas ocasiones la corporación “revisa a fondo sus métodos ante incidentes de uso de fuerza mortal, sin que los agentes reciban un mínimo castigo”.
Los críticos han alertado que más muertes o abusos son inevitables, a menos que se impongan normas más estrictas para limitar el uso de la fuerza letal por parte de los agentes de la Patrulla Fronteriza, sin embargo la respuesta por parte de los mandos superiores de esa agrupación asegura que es imposible desarmar a sus agentes, ya que se “podría crear un entorno más peligroso”.
Quién no recuerda el caso del mexicano Anastasio Hernández Rojas, quien murió en 2010 a manos de la Patrulla Fronteriza en la garita de San Ysidro. En un documental emitido por PBS (la televisora pública americana), se mostraba a una docena de agentes de Aduanas y Protección Fronteriza rodeando a Hernández mientras él yace boca abajo, con esposas, mientras es golpeado y sujeto cinco veces al impacto de la pistola eléctrica, al tiempo en que clama por su vida.
En septiembre del 2012 Guillermo Arévalo Pedroza, de 36 años de edad, dedicado a la construcción, fue asesinado por un agente de la Patrulla Fronteriza del lado mexicano en la población de Río Grande, cuando disfrutaba un “picnic” con su familia. Según el agente involucrado, se “sintió amenazado” cuando supuestamente algunos de los asistentes a la reunión le habrían tirado piedras.
Las autoridades mexicanas denunciaron el hecho, calificando la actitud del agente como “inaceptable”, ya que Pedroza estaba del lado mexicano disfrutando con su familia de un convivio, sin intención de cruzar la frontera. En videos amateurs, se observa que nunca existió agresión alguna por parte de los asistentes al evento.
Otro de los sucesos registrados en el informe fue el acontecido en octubre del 2012, cuando José Antonio Elena Rodríguez, de 16 años, fue asesinado cerca de Nogales, México por otro agente fronterizo no identificado. La autopsia reveló que el joven mexicano murió de ocho disparos en la espalda. La Patrulla Fronteriza indicó que el agente habría respondido a una denuncia sobre el paso de personas que traficaban droga por la zona, y que realizó los disparos cuando fue atacado a pedradas.
Esta situación ha sido denunciada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la cual ha expresado su “profunda preocupación” por los hechos que llevaron a la muerte de migrantes a manos de la Patrulla Fronteriza.
“La Comisión Interamericana observa con suma preocupación que de enero de 2010 a lo que va del 2014, al menos 28 personas han muerto tras incidentes con agentes de la Agencia de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos de América”, señaló.
En este sentido, ha urgido a las autoridades estatales y federales estadounidenses a investigar de manera “seria, independiente, efectiva e imparcial los hechos que han rodeado los diversos incidentes”, así como otros acontecimientos en los que se alega el uso excesivo de fuerza por parte de agentes y no seguir solapando y ocultando sus actuaciones. “Es muy lamentable que nuevamente un migrante haya muerto, -refiriéndose al caso de Jesús Flores- y más en circunstancias como éstas”, señaló el comisionado Felipe González, relator sobre los Derechos de los Migrantes de la CIDH.
En reiteradas ocasiones, las autoridades mexicanas se han quejado durante años por la actuación de los agentes fronterizos estadounidenses, quienes han matado a mexicanos, pero en muy contadas ocasiones son castigados y los resultados de las investigaciones tardan años en hacerse públicas. Quizá sea tiempo que la Secretaría de Relaciones Exteriores actúe con más contundencia y fuerza frente al gobierno de Estados Unidos, a fin de exigir castigo a los autores de estas atrocidades.
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Agustín E. Pradillo ha sido Consejero de Prensa en embajadas y consulados de México. Es periodista y especialista en temas de asuntos de hispanos
