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 Una propuesta dejaría sin efecto una ley existente que requiere que las enfermeras-parteras certificadas practiquen bajo la supervisión de médicos.
Una propuesta dejaría sin efecto una ley existente que requiere que las enfermeras-parteras certificadas practiquen bajo la supervisión de médicos.
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Un proyecto de ley de California que permitiría que las enfermeras-parteras certificadas practiquen de forma independiente enfrenta a los doctores del estado con los hospitales, a pesar de que ambas partes respaldan el objetivo principal de la legislación.

La Asociación de Hospitales de California y la Asociación Médica de California, las cuales representan a los médicos, concuerdan que las enfermeras-parteras cuentan con la capacitación y cualificaciones necesarias para practicar sin supervisión médica.

Pero difieren ampliamente en si los hospitales pueden emplear directamente a las parteras – un desacuerdo que, según las enfermeras-parteras certificadas, podría aplazar el proyecto de ley.

“Estamos atrapados en el medio”, dijo Linda Walsh, presidenta de la Asociación de Enfermeras-Parteras de California.

El proyecto de ley dejaría sin efecto una ley existente que requiere que las enfermeras-parteras certificadas practiquen bajo la supervisión de médicos. California es uno de seis estados que requieren una supervisión completa. Otros estados exigen otras formas de colaboración, como en la prescripción de medicamentos.

El “American College of Nurse-Midwives” ha ido eliminando gradualmente durante décadas las leyes estatales que requieren la supervisión médica, y que finalmente ha sobrepasado el punto de inflexión a nivel nacional, explicó Jesse Bushman, director de asuntos del gobierno federal para la organización. Las enfermeras-parteras no están en busca de un permiso para salir y hacer lo que desean sin consultar con alguien, dijo Bushman. “Solo piden que se les permita practicar lo que están capacitadas a hacer”.

En los estados donde las enfermeras-parteras pueden practicar independientemente, hay más acceso al cuidado médico, dijo, al citar información reciente publicada por el Instituto de Salud de la Mujer en la Universidad George Washington.

Existen más de 11,200 enfermeras-parteras en todo el país, incluyendo unas 1,200 en California. Proporcionan atención médica durante la maternidad, servicios de planificación familiar y otros servicios de atención médica primaria para las mujeres.

Bajo supervisión

En el 2013, California eliminó el requisito de supervisión médica para las parteras con licencia, que requieren significativamente menos capacitación que las enfermeras-parteras. A diferencia de las parteras con licencia, las enfermeras-parteras certificadas deben graduarse de enfermeras registradas y obtener un título de posgrado en obstetricia.

Ellas por lo regular ayudan con los partos en los hospitales, mientras que las parteras con licencia por lo general trabajan en hogares o centros para nacimientos.

Walsh dijo que su asociación intenta que sea más fácil practicar en todo el estado para las enfermeras-parteras certificadas, especialmente en las zonas donde no hay acceso a un obstetra. Podría ser un desafío el encontrar médicos dispuestos a supervisar a las enfermeras-parteras, debido a la responsabilidad legal, dijo.

“Tenemos un problema de acceso al cuidado médico en California”, agregó Walsh. “Sin embargo, tenemos este lenguaje de supervisión que evita el aumento del acceso a servicios médicos para las personas que más lo necesitan”.

El debate

El debate entre los médicos y los hospitales se centra en la prohibición del estado a lo que se conoce como “la práctica corporativa de la medicina”. California no permite que las corporaciones, incluyendo los hospitales, contraten a los médicos, aunque existen varias excepciones. La intención de la prohibición es evitar la influencia indebida de las empresas en el criterio médico de los doctores y la atención al paciente. Bajo la ley actual, los hospitales pueden contratar a las enfermeras-parteras, aunque muchos no lo hacen.

Una de las coautoras del proyecto de ley, la asambleísta Autumn Burke, recientemente retiró una enmienda que habría duplicado la ley que aplica a los médicos al prohibir que los hospitales contraten a las enfermeras-parteras. Después de retirar esta disposición, la Asociación Médica de California ahora se opone a la legislación y la Asociación de Hospitales de California respalda el proyecto de ley.

El grupo de médicos cree que las decisiones sobre el cuidado de la salud de las enfermeras-parteras empleadas directamente de los hospitales podrían ser influenciadas por los administradores hospitalarios, e indicaron que solo respaldarán la legislación si se reincorpora la enmienda.

La Asociación de Hospitales de California, por su parte, no apoyará el proyecto si se reincorpora la enmienda. La asociación cree que los hospitales deben conservar la libertad de contratar a las enfermeras-parteras.

La prohibición de contratación haría más difícil que las enfermeras-parteras trabajen en los hospitales, obligándolas a contratos complejos que son “excesivamente difícil, excesivamente complicado e innecesario”, dijo Jackie Garman, vicepresidenta de la asociación de hospitales.

Las investigaciones muestran que los pacientes de las enfermeras-parteras certificadas tienen un menor número de partos por cesárea y tasas más bajas de epidurales.

Este reportaje fue producido por Kaiser Health News, un programa editorial independiente de la Fundación de la Familia Kaiser.