El Papa sorprendió al mundo cuando publicó en Twitter en diciembre.
Lo hizo de nuevo el lunes con un anuncio mucho más permanente: Él va a renunciar.
Los Papas no suelen renunciar. La muerte generalmente es la única forma de que estos hombres dejen el cargo más alto de la Iglesia Católica Romana.
El Papa Benedicto XVI, el líder espiritual de 85 años de edad, de 1.2 millones de católicos de todo el mundo, ha dicho que dejará el cargo a finales de febrero, citando como causas su edad y nivel de energía.
“La fuerza de la mente y el cuerpo son necesarias”, dijo Benedicto XVI. “Esa fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado en mí, en la medida en que he tenido que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente con el ministerio que se me ha confiado”.
Benedicto XVI es el primer Papa que dimite en 600 años. Él se ha distinguido por su llamamiento hacia una mayor caridad entre los católicos y ha presidido la Iglesia Católica cimbrado por varios casos de abuso sexual. Su anuncio se produjo dos días antes del Miércoles de Ceniza, el comienzo de la Cuaresma católica.
El obispo Kevin Vann, quien preside la Diócesis Católica de Orange, definió la renuncia como “valiente”. Vann recibió un mensaje de texto la mañana del lunes de su hermano, quien le daba la noticia. “Le dije no creas todos los rumores”, dijo Vann.
Pero el rumor era verdad.
“Yo creo que (Benedicto” es un hombre de gran fe y valentía”, dijo Vann.
Vann ha estado en varias ocasiones ante la presencia de Joseph Ratzinger, quien tomó el nombre de “Benedicto” cuando fue elegido Papa en 2005. Vann era un estudiante graduado en Roma de 1981 a 1985.
“No era raro verlo cruzar la plaza en la mañana”, dijo Vann. “Él quería hablar con todos”.
Vann se reunió con el Papa en 2005. Cuando Vann le dijo que estaba trabajando en Fort Worth, Texas, el Papa le dijo: “Muchos hispanos” (en español).
Vann dijo que Benedicto XVI, quien estaba a cargo de investigar los casos de abusos sexuales, hizo un trabajo competente.
“La forma en que él procesó los casos fue expedita y justa, y lo hizo de una manera consistente”, dijo Vann.
Teresa “Tita” Smith, alcalde de Orange y directora ejecutiva de Caridades Católicas del Condado de Orange, dijo que estaba sorprendida por la renuncia del Papa, pero que, al final, es algo bueno.
“Él vio al Papa Juan Pablo II luchar hasta el final, y era su mejor amigo”, dijo Smith. “Él quiere que la iglesia tenga una voz de fortaleza”.
Smith se quedó impresionada cuando Benedicto saltó a las redes sociales, mediante su publicación en Twitter (@ Pontifex) por primera vez en diciembre.
“Mostró su deseo de la Iglesia de unirse a los tiempos modernos”, dijo Smith.
El reverendo Christian Mondor de la iglesia católica de San Simon y Jude en Huntington Beach, dijo que él está apoyando por un Papa estadounidense.
“Nunca hemos tenido un Papa estadounidense, pero probablemente no es probable”, dijo Mondor.
¿Y la posibilidad de un latinoamericano?
“No cabe duda que algunas personas en América Latina serían grandes líderes de la iglesia. América Latina es una posibilidad, pero aún más interesante sería alguien de África. Pero un Papa de América Latina, creo, sería muy emocionante”.
Mel Long, pastor interino en la Iglesia Católica de Santiago de Compostela en Lake Forest, dijo que recibieron de buena manera el anuncio de Benedicto XVI.
“Creo que es un gran Papa”, dijo Long. “Sin embargo, él es un hombre muy viejo, y él siempre había dicho que si su estado de salud era tal que tenía que renunciar, lo haría”.
Monseñor Arturo Holquin, de la Basílica de la Misión en San Juan Capistrano, ha estado siguiendo de cerca la carrera de este Papa. Él estaba en Roma cuando Benedicto fue elegido.
“Los italianos puede que no vayan a misa todos los domingos, pero, caramba, claro que están en la Plaza de Pedro cuando un Papa es elegido”, dijo Holquin. “Fue realmente algo, y yo estuve allí”.
Holquin también estuvo allí en la primera misa de Benedicto XVI. Dijo que tuvo suerte de conseguir un boleto que lo puso en la cuarta fila a lo largo del pasillo.
“Cuando el Papa vino en su Papamóvil, llegó justo al lado de mí”, dijo.
Holquin dijo que Benedicto XVI debe haber llegado a un punto en el que se dio cuenta de que ya no podía dirigir la iglesia.
“En el pasado, morías en el cargo”, dijo Holquin. “Fue una visión muy a futuro de nuestro Santo Padre hacerse a un lado y dejar paso a alguien que sea vigoroso, enérgico y quién pueda física y psicológicamente asumir las tareas hercúleas de liderazgo de la iglesia”.
El reverendo Joseph Nettekoven, de San Antonio de Padua del Canon en Anaheim Hills, dijo que se sorprendió al oír hablar de la renuncia del Papa, pero piensa que es lo mejor si él no se sentía lo suficientemente fuerte como para este trabajo.
Nettekoven visitó el Vaticano en 2010 para el Año Sacerdotal y celebró la Santa Misa, dirigido por Benedicto XVI, en la escalinata de la Basílica de San Pedro. Benedicto era un líder dinámico, dijo Nettekoven, y la misa fue una experiencia emotiva.
Nettekoven dijo que está emocionado por ver cómo se relacionan entre sí un ex Papa y un próximo Papa.
Benedicto XVI “no termina porque es muy intelectual, y va a seguir leyendo y continuará escribiendo y seguirá compartiendo su sabiduría”, dijo Nettekoven. “Todavía vamos a tenerlo”.
Eva Mekes, una feligrés de San Antonio, dijo que Benedicto XVI nunca pudo cumplir con el legado de Juan Pablo II. Mekes, como Juan Pablo II, es polaca.
Ella está mirando adelante a un Papa que puede hacer mejor frente a algunos de los últimos números de la iglesia, dijo.
“Él estaba un poco escondido”, dijo Mekes.
