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  • Elvia Vicente, nativa de Oaxaca y residente de Santa Ana,...

    Elvia Vicente, nativa de Oaxaca y residente de Santa Ana, prepara el tradicional pan de muerto.

  • Elvia Vicente dijo que el pan de muerto es un...

    Elvia Vicente dijo que el pan de muerto es un ingrediente que no puede faltar del altar de muertos.

  • “Se amasa con mucha fuerza, entre mejor se amase, más...

    “Se amasa con mucha fuerza, entre mejor se amase, más bueno estará el pan”, dice Elvia Vicente preparando el pan de muerto.

  • Según la historia, el pan de muerto nace a través...

    Según la historia, el pan de muerto nace a través de un ritual ofrecido a los dioses.

  • Los cuatro tiritasestán colocadas en forma de cruz.

    Los cuatro tiritasestán colocadas en forma de cruz.

  • Ya listos las charolas para meterlos al horno, Elvia Vicente...

    Ya listos las charolas para meterlos al horno, Elvia Vicente espera unos minutos para que los panes se inflen un poco.

  • Ya horneados, la cocina empieza a inundarse de un rico...

    Ya horneados, la cocina empieza a inundarse de un rico aroma a pan recién hecho.

  • Elvia Vicente desea continuar con la tradición, pasándosela a las...

    Elvia Vicente desea continuar con la tradición, pasándosela a las nuevas generaciones nunca olviden la importancia.

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“Mucho amor y mucho cariño”, contesta la señora Elvia Vicente al preguntarle cuál es el ingrediente principal para preparar el tradicional pan de muerto.

La pregunta surge al oler el pan que prepara ya que no sólo atrae momentos nostálgicos sino que también abre el apetito cultural y despierta la curiosidad de conocer un poco más de esta delicia que ella prepara como parte de las ofrendas para su altar del Día de Muertos.

“Una vez al año lo preparo y me esmero en hacerlo porque es algo que le puedo hacer a mis muertitos con mis propias manos”, dice la feliz madre de tres niños, quien a la misma vez empieza a poner los ingredientes y utensilios necesarios sobre la mesa para empezar a hacer su pan.

De acuerdo a una versión de la historia, el pan de muerto tiene su origen en la época de la conquista y fue inspirado por rituales prehispánicos a la llegada de los españoles a México en 1519.

Ya reunidos todos los ingredientes, empieza a mezclarlos, entre ellos harina, una taza de azúcar, levadura, sal, huevos, mantequilla y extracto de naranja.

“Para que se mezclen bien todos los ingredientes, se amasa con mucha fuerza, entre mejor se amase, más bueno estará el pan”, dice sonriendo la también esposa y residente de Santa Ana quien reconoce no saber mucho sobre la historia de cómo nace este famoso pan en la cultura mexicana.

Sin embargo, a pesar de saber muy poco de su origen, recuerda que desde pequeña en su natal Teotitlán del Valle en Oaxaca, se cocinaba y el olor intenso a pan recién salido del horno se apoderaba de todo el pueblo todos los 1 de noviembre.

“Sabíamos que ya venían nuestros muertitos al oler el pan y la comida”, dice al arrancar pedazos de masa, dándoles una forma de gordita o tortilla, para después colocarlos en una charola para hornear.

Según la historia, el pan nace a través de un ritual ofrecido a los dioses que consistía en depositar el corazón de una princesa latiendo en una olla con amaranto para después ser mordido por la persona que lideraba el ritual en forma de agradecimiento.

Sin embargo, los españoles no estaban de acuerdo con estos sacrificios o rituales y se opusieron a continuarlos. Los reemplazados con un pan de trigo en forma de corazón cubierto en azúcar, lo cual evolucionó y es lo que ahora se conoce como el pan de muerto.

Aunque lejos de saber el origen pero muy arraigada a la tradición que se le inculcó desde niña, para Vicente es muy importante su significado y seguir haciendo este pan pues de acuerdo a su creencia de que es recibido por los muertitos que llegarán a las 3 de la tarde del día 1 de noviembre para visitar y compartir con el mundo de los vivientes.

Ya teniendo hechas varias gorditas de masa en la charola, empieza a colocar sobre ellas cuatro tiritas en forma de cruz, hechas de la misma masa. Al final y en el medio coloca una bolita, también de masa, logrando finalmente la forma estética de lo que será el pan.

La historia dice que la forma redonda de cada pan representa el ciclo de la vida y la muerte, las cuatro tiritas representan los huesos, y también están colocadas en forma de cruz para hacer referencia a los cuatro rumbos del universo y la bolita en la parte de arriba representa el cráneo del muerto.

Ya listas las charolas para meterlos al horno, Vicente espera unos minutos para que repose el plan y se infle un poco. “Es muy importante dejar que se inflen antes de meterlos al horno”, agrega, percatándose de rociar azúcar y ajonjolí sobre cada una de las 30 piezas de pan que está a punto de hornear.

“Para mí es un arte que no puede faltar en las ofrendas que yo hago a mis muertitos, así que me tiene que salir bien”, dice Vicente al poner el pan en el horno donde debe de estar aproximadamente 20 minutos.

Mientras Vicente continúa hablando sobre esta ofrenda, la cocina empieza a inundarse de un rico aroma a pan recién hecho.

“Ya casi está listo”, dice la ama de casa quien recalca que lo más importante en las ofrendas es poner comida y pan para que “los muertitos” no se vayan tristes después de su visita al mundo de los vivientes.

Vicente agrega que es de su gusto preparar este pan y así como también lo cocina para regalar a sus familiares, amigos y vecinos desea continuar con la tradición pasándosela a las nuevas generaciones de quienes espera nunca olviden la importancia que tiene esta ofrenda en un altar de muertos.

“Es de mi deseo continuar haciendo el pan en este día y ofrecerlo a mis difuntos, también quiero que algún día mis hijas también lo hagan y con esta misma receta que a mi me pasaron”, dijo Vicente al sacar la primer charola de pan recién horneado.