Más de una docena de personas sin hogar que viven en las orillas del río Santa Ana – y quienes los apoyan – pidió a la Junta de Supervisores del Condado de Orange que instale cuartos de baño portátiles y duchas en el campamento junto al río.
Sin embargo, el condado dijo que es poco probable que lo haga porque quiere concentrar sus recursos en soluciones a largo plazo a la falta de vivienda y no quiere animar a la gente a seguir viviendo en el canal de control de inundaciones, lo que dice es inseguro.
Varias personas desamparadas hablaron en la reunión de la Junta de Supervisores de la dificultad diaria que experimentan para encontrar baños, lugares para bañarse y ubicaciones para llenar sus jarras de agua.
Yvonne Martínez, quien dijo que vive en una tienda de campaña con sus cinco hijos, de 10 a 16 años, dijo que lleva a sus hijos a un parque cercano para usar el baño y bañarse en los sumideros públicos para que puedan estar limpios en la escuela. Pero ella dijo que la policía de Orange a veces le dice que deje el parque.
“Estoy aquí pidiéndoles que nos ayuden”, dijo Martínez, quien poco después fue contactada por los trabajadores de salud pública del condado y una organización sin fines de lucro que ayuda a las familias de bajos ingresos a encontrar vivienda.
La portavoz del condado, Carrie Braun, dijo que el condado trató de ayudar a la gente en el lecho del río, pero que muchos “declinaron repetidamente los recursos disponibles”. También señaló que el refugio de emergencia del condado en Santa Ana, inaugurado en octubre aún tiene espacio.
“Para el condado, proporcionar soluciones a corto plazo como baños o duchas a las personas acampadas a lo largo del canal de control de alimentos no fomenta el progreso de la falta de vivienda a soluciones sostenibles”, dijo Braun.
El condado está dispuesto a abrir otro refugio sin hogar durante todo el año en Anaheim a principios del próximo mes. Se espera que albergue a 100 personas cuando se abra, centrándose en encontrar rápidamente vivienda permanente.
A finales de marzo, el supervisor Shawn Nelson instruyó a su personal para encontrar una propiedad del condado que pudiera proporcionar un refugio temporal de emergencia para personas sin hogar.
