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Pintar el piso podría ser una opción más para darle un toque único a su hogar.
Pintar el piso podría ser una opción más para darle un toque único a su hogar.
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Cuando se hizo evidente que las alergias impedirían que la hija de Nancy B. Westfall tuviera una alfombra en su habitación, la artista con sede en Atlanta optó por pintura, unas cuantas plantillas y un plan.

Westfall usó el piso de la habitación de la bebé, al igual que lo haría con un lienzo, pintó sobre un patrón en forma de diamante, que dio al espacio la costumbre de mirar, que simplemente no se podría lograr con una alfombra de área para niños.

Once años más tarde y en otra casa, Westfall sigue siendo una gran fanática de darle vida con color a los pisos, en lugar de encubrirlos.

“Se ven bastante restaurados, e incluso se ven mejor pintados”, dice Westfall.

Usted no tiene que ser un artista profesional como Westfall para hacerlo, a pesar de que los defensores de la pintura del piso dicen que sí requiere paciencia y nervios.

Rachel Cannon, Lewis, una diseñadora de interiores en Baton Rouge, Luisiana, anima a los clientes a tener en cuenta. Pintar un piso, ya sea de madera o de hormigón, puede ser más asequible que baldosas, alfombras u otros recubrimientos de piso, dice.

Y en las casas que datan de hace más de un siglo, los pisos pintados son históricamente más exactos: En aquel entonces, la gente con frecuencia pintaba sus amplios pisos de madera para protegerlos de la deformación, dice Lewis.

Además, la pintura simplemente se ve bien.

“Estoy empezando a pensar en el piso como un sexto muro”, dice Lewis, que considera “una oportunidad que no se puede dejar pasar para ser creativo e introducir color”. (El “quinto muro” , por cierto, es el techo).

Pintar los pisos usted mismo puede ser un proceso largo, dice Lewis, principalmente debido a la delgada pintura de aceite, que se recomienda poner en múltiples capas, con largos tiempos de secado entre cada una. Se consigue más lujo, digamos, creando un patrón de pintura o una plantilla, lo cual requiere aún de más paciencia y precisión.

Incluso si usted contratara a un pintor profesional, sin embargo, “tendría que estar dispuesto a aceptar la idea de que va a tener un resultado diferente a lo que la mayoría de la gente espera”, dice Lewis.

“Van a llegar amigos que digan que no lo entienden, y su mamá tampoco lo conseguirá”, dice. “Pero me encanta la notoriedad que acompaña a empujar el sobre y que valga la pena.”

Los pisos pintados no son tan duraderos como algunas de las alternativas, especialmente en áreas de mucho tráfico, dice Sidney Wagner, una diseñadora de interiores de Charleston, Carolina del Sur.

“Con el tiempo, incluso en poliuretano, se apreciarán los arañazos y la pintura que se raspa”, dice ella. “Sin embargo, un consejo para ayudar a combatir que los pisos se vean demasiado mal es pintar una capa contrastante debajo del color. Así que cuando esa segunda capa de color sufre de rasguños, los suelos se verán empañados planeando su esquema de color”.

Carol Charny, una diseñadora de interiores de Larchmont, Nueva York, dice que la pintura de suelos requiere un poco de lanzar el miedo al aire.

“Puede hacer lo que quiera. El mundo es su ostra”, dice ella. “Sólo hay que desvincularse del miedo”.

En la tienda de interiores para el hogar que solía poseer, Charny utilizó pintura en blanco y negro para que el piso pareciera que estaba cubierto con una alfombra, con flecos.

Ella advierte que el margen de error aumenta con la complejidad del proyecto. “No vamos a pintar una alfombra oriental”, dice.

Por otro lado, la belleza de usar pintura es que, si algo sale mal, puede ocultarlo.

“Hay que relajarse”, dice. “Sólo pintar”.