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MEXICO.- – Un reporte difundido por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) revela que el 2016 fue uno de los más trágicos en los últimos años.

Según la OIM la cifra de migrantes muertos en 2015 ascendió a 5,740 y en 2014 a 5,267, cifras muy inferiores a los casi 7,200 fallecidos registrados hasta hoy.

Según datos de la organización, todas las rutas habituales de migración -el Mediterráneo, el norte y el sur de África, África central y la frontera entre México y Estados Unidos- han registrado más fallecimientos que en 2015.

De la misma forma que en los dos últimos años, las rutas que unen el norte de África, Oriente Medio y Europa contabilizaron el 60 % de los decesos de refugiados e inmigrantes ilegales en todo el mundo.

Así, las rutas del Mediterráneo fueron las más mortíferas, dado que perdieron sus vidas 4,812 personas al tratar de cruzar el mar.

Además, al menos 700 eritreos, etíopes, yibutíes y somalís fallecieron por varias causas, incluidos accidentes de los vehículos que los transportaban, en Sudán, Egipto y Libia, o por ataques violentos o falta de medicinas, comida, refugio o agua durante el viaje.

La OIM también denuncia que centenares de inmigrantes indocumentados y refugiados perdieron la vida en el continente americano, especialmente en la frontera entre México y Estados Unidos, donde se encontraron 176 cuerpos sin vida en todo el año.

A escala internacional, México resultó el tercer lugar más peligroso para el tránsito de migrantes, lejos detrás del mar Mediterráneo, en el que 4 mil 899 personas fallecieron este año en su intento de alcanzar las costas europeas. En África del Norte, la OIM reportó la muerte o desaparición de mil 99 personas.

México y la frontera con Estados Unidos resultaron más peligrosos de cruzar que Sudán, Libia o Egipto, países de tránsito para los migrantes que huyen de Eritrea, Somalia o Etiopía.

En las últimos dos décadas, la OIM observó que más de 60 mil migrantes murieron o desaparecieron en su camino, y calificó el fenómeno de una “epidemia de crisis y abuso”.

Por otro lado, en América Latina se registraron 90 fallecimientos más que en 2015.

La selva del Darién entre Colombia y Panamá, ruta seguida también para dirigirse a Centroamérica e intentar entrar en el país estadounidense, se cobró al menos 30 vidas, la mayoría cubanos.

Además, la OIM apunta a la muerte de seis personas que se ahogaron en Chiapas (México) mientras se dirigían a la costa de Estados Unidos.

La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) registró 578 indocumentados desaparecidos o muertos entre Centroamérica y Estados Unidos en 2016, muchos de ellos en el desierto de Sonora, pero también en los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Veracruz, Chiapas, Tabasco, Puebla y Morelos.

Según el organismo, 169 de ellos fallecieron o desaparecieron en el interior del país, mientras otros 409 sufrieron esa suerte en la frontera de México con Estados Unidos.

En el mapa interactivo que se publicó en la página del proyecto Migrantes Ausentes (Missing Migrants), se puede observar que la OIM registró la mayoría de los casos de muertes y desaparición en los cruces fronterizos de Reynosa, Nuevo Laredo y Piedras Negras –en Tamaulipas–, así como en la zona fronteriza que une Sonora y Arizona.

También aseveró que el número de migrantes muertos y desaparecidos creció en todas las regiones del mundo este año, “incluyendo el Mediterráneo, África del Norte y del Sur, así como Centroamérica y la frontera Estados Unidos-México”.