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El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
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CHICAGO, Illinois, EE.UU.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, que no suele dejar nada al azar, renunció a seguir el guion esta semana mientras está al tanto de la respuesta que da gobierno a la crisis del ébola.

Tras despertar el lunes en su propia cama en la casa de su familia en Chicago, Obama votó de forma anticipada en las elecciones de mitad de legislatura y asistiría a un acto de recaudación de fondos para el Partido Demócrata. Cómo pasará el resto de la semana es algo que nadie sabe.

El horario de Obama esta semana es un trabajo en desarrollo, lejos de la costumbre de que la agenda del presidente se prevea con días de antelación. Las casillas en blanco reflejan el intento de la Casa Blanca por mantenerse ágil y dar a Obama margen de maniobra en medio de una crisis de salud pública que ha sido de todo menos predecible.

La semana pasada, Obama tuvo que cancelar en dos ocasiones viajes de campaña en el último momento para quedarse en Washington y centrarse en el ébola. Esta semana, el presidente espera evitar esos cambios de última hora y mostrar que se centra sólo en esa tarea.

Así que aunque la campaña por las elecciones de media legislatura se acerca a su cénit, y los demócratas cuentan con que su presidente les ayude a conseguir votos, Obama no ha prometido ningún acto con candidatos esta semana. Incluso la operación militar liderada por Estados Unidos contra el grupo Estado Islámico podría cobrar un papel más secundario, mientras Obama trata de asegurar a un público preocupado que detener el ébola es su máxima prioridad.

Los asesores de la Casa Blanca han admitido que la respuesta inicial del gobierno a la llegada del virus a territorio estadounidense fue insuficiente, y esperan ofrecer una respuesta más robusta que compense errores previos. En un indicio de esa nueva estrategia, Obama celebró una inusual reunión en sábado con unos 20 asesores y miembros del gabinete para hablar del ébola.

Se espera que el nuevo “zar del ébola” nombrado por el presidente, Ron Klain, comience su trabajo esta semana después de ser elegido el viernes para coordinar la respuesta del gobierno.

El Pentágono anunció el domingo que formaría un equipo de apoyo de 30 personas para asistir a los profesionales médicos civiles en Estados Unidos si fuera necesario, mientras que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades se prepararon para revisar los protocolos de seguridad, que no evitaron que dos enfermeras en Dallas se contagiaran tras atender a un paciente que después murió de ébola.

La nueva estrategia es un cambio para Obama, que suele ser reacio a que los imprevistos le desvíen de sus planes. Pero en los últimos meses, el presidente ha sido criticado por mantener su agenda —incluyendo golf o vacaciones— cuando sucesos en Irak, Ucrania o en la frontera con México requerían su atención.