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WASHINGTON.- El presidente Barack Obama regresó la noche del domingo a la capital estadounidense luego de dos semanas de vacaciones, como si nunca hubiese abandonado Washington DC: se reunió con su equipo para ver las formas de enfrentar a los extremistas islámicos en Irak y Siria, así como las provocaciones rusas en Ucrania.

Eso contrasta con su antecesor en el cargo. El ahora ex presidente George H. W. Bush preguntó alguna vez con tono de queja: “¿Qué pasó en agosto?”, el mes de las vacaciones de verano.

De hecho, este mes sofocante se asocia por lo general con la inactividad del verano, pero ha significado mucho trabajo para los presidentes modernos de Estados Unidos, ya sea con crisis personales, nacionales o internacionales.

Para Obama, quien regresó a Washington tras vacacionar en Martha’s Vineyard, lo que queda de agosto tal vez luzca más complicado que cuando partió.

Los milicianos islámicos que luchan en Irak y Siria decapitaron al periodista estadounidense James Foley. Rusia intensificó las tensiones en Europa al trasladar artillería y tropas a su frontera con Ucrania y enviar un convoy de ayuda a la ex república soviética sin la aprobación de Kiev. Un avión de guerra chino pasó zumbando provocativamente cerca de un avión de la Marina de Estados unidos en espacio aéreo internacional.

Su llegada a la capital del país, al menos, contó con una noticia positiva: la liberación el domingo de un periodista independiente estadounidense que fue secuestrado por afiliados de al-Qaida en Siria.

Sin embargo, Obama aún enfrenta un plazo autoimpuesto de cómo eludir las barreras del Congreso antes de que concluya el verano y poder cambiar las políticas de inmigración de Estados Unidos.

En el frente interno, han disminuido las tensiones raciales en Ferguson, Missouri, por el asesinato de un joven negro desarmado en manos de un policía blanco, pero el suburbio de San Luis sigue bajo la mirada cautelosa de la Casa Blanca. En medio de todo esto, Obama dará un discurso el martes en Charlotte, Carolina del Norte, ante la Legión Estadounidense, una organización de veteranos de guerra, y recaudará fondos para los demócratas en Nueva York y Rhode Island el viernes.

Desde luego que Obama no es el primer comandante en jefe en toparse con un agosto así de complicado.

El presidente George H. W. Bush tuvo que responder a la invasión de Kuwait por Saddam Hussein agosto en 1990. Bill Clinton admitió que tuvo una relación inapropiada con Monica Lewinski en agosto de 1998 y días más tarde ordenó ataques aéreos contra bases terroristas en Afganistán en represalia por los bombardeos de las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania a principios de ese mes.